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¿Qué mantenimiento eléctrico necesita tu hogar?

Aunque conseguir que nuestra casa permanezca como nueva durante mucho tiempo depende en gran medida de cómo y cuánto nos esforcemos en cuidarla, lo cierto es que hay algunos elementos y sistemas que necesitan un mantenimiento profesional porque exigen un conocimiento mínimo sobre su funcionamiento para poder arreglarlos si se estropean.

Las instalaciones de fontanería o de electricidad, por ejemplo, podemos mantenerlas en buen estado durante mucho tiempo si cuidamos y mantenemos limpios sus componentes, pero aun así llega un momento en el que es necesario acudir a un profesional para arreglar o prevenir una avería.

En https://luzmart.es/ encontrarás un equipo de profesionales cualificados para realizar cualquier tipo de trabajo en instalaciones eléctricas de baja tensión, y que cuentan con la experiencia necesaria para llevar a cabo las labores de mantenimiento eléctrico profesional que necesita cualquier hogar. ¿Quieres saber cuáles son? Te las explicamos a continuación.

Mantenimiento correctivo

Cuando la gente coge el teléfono para llamar a un electricista, suele hacerlo para solucionar un problema ya existente: la luz se va frecuentemente, un enchufe o un interruptor que fallan, algún electrodoméstico da problemas…

Esto es lo que se conoce como mantenimiento correctivo, que consiste en llevar a cabo las reparaciones necesarias para poner solución a las averías o fallos que ya se han puesto de manifiesto.

El objetivo principal de este tipo de mantenimiento es restablecer el funcionamiento del sistema eléctrico a la mayor brevedad posible para evitar poner en peligro la seguridad de los habitantes de la casa y asegurarse de que no se quedan mucho tiempo sin luz.

Localización de fallos

En estos casos, una persona que no entiende de sistemas eléctricos puede ver que hay un problema evidente, pero no sabe cuál es, y por ello tiene que acudir a profesionales para que detecten cuál es la avería.

Un ejemplo común de este tipo de avería no diagnosticada son los fallos en el diferencial, un tipo de disyuntor que minimiza el riesgo de electrocución cortando el suministro eléctrico cuando detecta que la diferencia entre la cantidad de corriente que entra y sale de un circuito supera un valor preestablecido determinado. 

Para detectar este tipo de fallos, en primer lugar, se lleva a cabo una inspección visual de la instalación para identificar cualquier signo evidente de daño o desgaste en los cables, enchufes y componentes del cuadro eléctrico.

Luego, se utilizan herramientas de diagnóstico, como multímetros y pinzas amperimétricas, para medir voltajes, corrientes y resistencias, lo que permite detectar circuitos con problemas.

También se puede emplear tecnología de termografía infrarroja para identificar puntos calientes que indiquen sobrecargas o conexiones defectuosas.

Una vez localizado el fallo, se procede a reparar o reemplazar los componentes dañados, garantizando que todo el sistema eléctrico vuelva a funcionar de manera segura y eficiente.

Mantenimiento basado en el paso del tiempo

Al igual que el aceite del coche o los filtros de aire de su aire acondicionado, algunos componentes eléctricos tienen una vida útil determinada y simplemente necesitan ser sustituidos después de este período de tiempo.

Los cables, los interruptores y disyuntores y las tomas de tierra son algunos de los elementos que necesitan estar siempre en buen estado, pero que pueden sufrir el paso del tiempo.

Aunque la frecuencia con la que se deben cambiar estos sistemas varía en función de la cantidad y tipo de uso, la calidad de los materiales y las condiciones ambientales, existen unas recomendaciones generales orientativas:

  • Las tomas de tierra y dispositivos de protección contra sobretensiones deben reemplazarse cada 5 años.
  • Los enchufes y tomas de corriente deben inspeccionarse con regularidad y es recomendable sustituirlos cada 10 años.
  • El cuadro eléctrico tiene que revisarse anualmente y se recomienda sustituirlo cada 15 años para actualizarlo conforme a los estándares de seguridad.
  • El cableado eléctrico interno debe sustituirse cada 20 o 30 años.

Mantenimiento preventivo

La expresión «más vale prevenir que curar» es tan cierta para el hogar como para la salud. Asegurarse de que todos los componentes del circuito eléctrico funcionan correctamente es la mejor manera de prevenir que se puedan producir situaciones graves con daños irreparables.

Para ello, hay que inspeccionar y revisar los diferentes componentes del circuito eléctrico con el objetivo de identificar y corregir posibles fallos antes de que se conviertan en problemas graves.

Esto incluye la revisión de cables, enchufes, interruptores y el cuadro eléctrico, así como la limpieza y ajuste de conexiones y componentes.

Mantenimiento predictivo

El mantenimiento predictivo consiste en evaluar el rendimiento de los sistemas eléctricos y buscar indicios de que un equipo se acerca al final de su vida útil.

Por lo general, combina una minuciosa evaluación observacional con mediciones detalladas a través de sensores, termografías, mediciones de vibraciones y otros parámetros eléctricos que permitan anticipar fallos potenciales y planificar las intervenciones antes de que los problemas derivados de los mismos se manifiesten.

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