Al adquirir ropa o cualquier tipo de indumentaria, no solo buscamos prendas que nos sirvan para proteger nuestro cuerpo en climas fríos o cálidos, sino que también indagamos en prendas que sean de calidad. En la actualidad existen un sinfín de marcas de ropas y accesorios para el cuerpo, pero muy pocas resaltan del montón.
Estas son las marcas de ropa
más caras del mundo
Decir que una marca de ropa es mejor que otra depende no solo del precio; influyen los aspectos que rodean la originalidad de las vestimentas, la calidad de su tela, confección, elegancia y, por supuesto, la exclusividad.
Considerando el sinnúmero de marcas que existen en el mercado que rodea la moda, el indicador que usaremos para seleccionar las marcas es el auge lucrativo. En este sentido, en el ranking de marcas de ropa que destacan comercialmente tenemos a: Nike, Zara, Adidas, H&M y Levi’s.
En el caso de Nike, se trata de una empresa estadounidense, que se encarga de diseñar, fabricar y comercializar ropa y artículos deportivos. Por otro lado, Zara es una cadena de ropa española la cual elabora y vende ropa para hombres, mujeres y niños.
La compañía Adidas es una multinacional de origen alemán que también produce y comercializa ropa, calzado y productos deportivos al igual que Nike.
Seguidamente, entre la selección de marcas que predominan comercialmente, tenemos a las populares H&M y Levi & Strauss, conocida generalmente como Levi’s. Respecto a la marca Hennes & Mauritz AB, o H&M, se trata de una cadena multinacional sueca de tienda de ropa, cosméticos y complementos, que se divide en secciones dedicadas a mujeres, niños, hombres, hogar etc. La marca Levi’s, de origen estadounidense, produce prendas de vestir, alcanzando su auge, gracias a sus famosos “jeans” o “pantalones vaqueros”.
Tomando en cuenta el origen de estas marcas, pues Nike y Levi’s son oriundas del mercado estadounidense. En el supuesto de Zara, esta es originaria de Europea al igual que Adidas y H&M. Por ello, se podría considerar que el conglomerado industrial de estas marcas, está situado en sus países de origen; no obstante, no es así.
Resulta paradójico pensarlo, pero estos gigantes comerciales poseen la mayoría de sus industrias fuera de sus fronteras. La cantidad de fábricas de estos titanes en negocios, que comprenden al sector textil y confección, se encuentran principalmente en el continente asiático y europeo.
La marca multinacional estadounidense Nike presenta en todo el mundo aproximadamente 554 centros de producción que están diseminados en 42 países. Sin embargo, China concentra su mayor fuente de producción dado que allí se localizan 131 fábricas para sus productos de equipamiento y vestimenta. Aquí vale recordar que China es el mayor proveedor mundial en el sector textil/moda.
Nike en Vietnam solo cuenta con 89 factorías en China, y en el caso de Indonesia y Camboya, esta compañía tiene menos presencia industrial pues solo mantiene vinculaciones comerciales con 39 y 8 fábricas respectivamente.
Por otra parte, Zara, a través de su grupo textil Inditex –el cual agrupa a la propia Zara, a Zara Home y marcas como Massimo Dutti, Pull & Bear así como Bershka, Stradivarius, entre otros- presenta tres centros logísticos en España. Estos centros se sitúan específicamente en Arteixo, Zaragoza y Madrid.
En cuanto a los núcleos fabriles de Inditex, ésta tiene un grupo reducido en Bangladesh, India y en algunos países del sudeste Asiático, así como en China y Latinoamérica. Es importante destacar que Inditex tiene una cadena de suministro conformada por alrededor de 1.866 proveedores y 7.235 fábricas.
El mayor porcentaje de proveedores de este grupo textil, esto es el 57%, se sitúa en países como Marruecos, Turquía, Portugal y España. Zara es una marca de tendencia en el vestir de damas/caballeros, y su éxito empresarial se debe a la rotación de sus colecciones, expresándose que esta produce 450 millones de piezas por año.
La alemana Adidas cuenta con apenas 6 factorías en Bangladesh de un total de 780 centros de producción que tiene en todo el mundo. Sus factorías se ubican principalmente en los países del Sudeste Asiático, tales como: Indonesia, Vietnam, Tailandia, entre otros.
En cambio, la cadena H&M tiene aproximadamente 1.400 fábricas en todo el mundo. Solo en Bangladesh tiene 233 de confección y 39 industrias de segundo nivel.
Aunque resulte sorprendente, el grupo sueco tiene presencia industrial en su país solo con 15 centros productivos. En el continente asiático y africano, específicamente en los países como Bangladesh (233 fábricas), China (621 fábricas), India (233), Turquía (142 fábricas) etc., es donde el grupo H&M tiene su mayor auge manufacturero.
En el caso de los productos de belleza y cosmetología que elabora el grupo H&M, sus principales sectores fabriles están dispuestos en la Unión Europea. Siendo así, H&M se destaca industrialmente en los algunos países del continente Asiático, Africano y Europeo.
Finalmente, la estadounidense Levi & Strauss tiene su mayor centro de producción en China, donde tiene cerca de 200 fábricas en China(el 33,57% de su capacidad productora). En Latinoamérica, Levi’s tiene presencia industrial en Argentina con 28 fábricas, México con 27, República Dominicana con 9 y en Brasil solo 2 manufacturas.
Algunas dudas surgen al conocer el auge comercial de estos gigantes empresariales: ¿Por qué la presencia industrial en sus regiones es menor que fuera de sus fronteras? ¿Las condiciones comerciales de otros países son más ventajosas que en sus lugares de origen? ¿Acaso producir fuera de sus fronteras procura bajos costes, mano de obra barata o pocas restricciones laborales o comerciales?
Queda claro que estas marcas y, en consecuencia, el sector textil del mundo, dependen del mercado asiático. La mayoría de las industrias de marcas de ropa como Nike, Zara, Adidas, H&M y Levi’s, incluyendo GAP, Lululemon etc., instauran fábricas o realizan contrataciones con manufactureras que se ubican en continentes diferentes a sus localidades.
Esto no necesariamente implica que el proceso productivo sea satisfactorio; al contrario, se han presentado algunos conflictos que han revelado la llamada “explotación laboral” en fábricas orientales. Entre los reclamos más recurrentes se encuentran los relativos al trabajo de menores, condiciones laborales inadecuadas, jornadas de trabajo excesivas, salarios medios o mínimos por debajo del establecido, etc.
El auge de estas grandes marcas de ropa se ha visto ensombrecido por las controversias que rodean al entorno laboral en estos países asiáticos. Si bien es conocido que la inmediatez rodea a la producción textil, no es menos cierto que existen fundados reclamos de organizaciones laborales, destinados a reivindicar los derechos del trabajador textil.
Un caso emblemático ocurrió en China con una de las empresas que fabricaba zapatos para la marca Nike. Se detectaron pagos de salarios medios a los trabajadores de esas industrias por debajo de los fijados; por ello, en 2014 se realizó una de las mayores huelgas laborales en Yue Yuen Holdings Dongguan (industria del calzado).
Específicamente, esa empresa pagaba menos de 250 yuanes a sus trabajadores, un equivalente a 40,82 dólares por mes, lo que es muy inferior al salario medio en Yue Yuen, que ronda los 3000 yuanes por mes. Esa empresa tenía una mano de obra que superaba a 70.000 trabajadores.
Estos casos constituyen ejemplos de las marcadas situaciones laborales a los que se encuentran expuestas las masas laborales en estas empresas dada la explotación laboral, condiciones de trabajo peligrosas y riesgosas, etc. En razón de esto, suelen generarse acciones y medidas destinadas a erradicar estas prácticas y reducir las brechas salariales, para logar un beneficio en su remuneración.
La producción y el apogeo de estas empresas textiles pueden no ser coherentes con sus políticas comerciales y laborales, lo que puede dar lugar a violaciones de derechos laborales que azotan a la industria textil y a los sectores menos favorecidos en estos países manufactureros.
Téngase en cuenta que la mayoría de los trabajadores de estas fábricas viven en condiciones de pobreza extrema. En este sentido, se hace necesario establecer acciones que protejan al trabajador textil para lograr salarios justos y condiciones de laborales menos riesgosas y adecuadas que aseguren trabajos dignos y su bienestar social.
Finalmente, no todo es negativo en este sector manufacturero. Recientemente se desarrollaron programas dispuestos al resguardo de las cadenas de suministro en el sector textil, tanto a contratistas como subcontratistas, involucrándose a los trabajadores, para reconocer derechos sobre sindicalización, maternidad, antigüedad, salarios, condiciones seguras en el trabajo; en fin, la protección laboral integral etc.