La tradición y costumbre del siglo XVIII no permitía que las mujeres talentosas ocuparan el lugar que les pertenecía. En esa época, la mujer tenía que ser sumisa y estar dispuesta a la voluntad de su padre. Este es el caso de Maria Anna Walburga Ignatia, hermana mayor de Mozart, apodada Nannerl.
Nannerl nació el 30 de julio de 1751. Desde pequeña, con tan solo siete años, su padre Leopoldo le enseñó a tocar diferentes instrumentos, demostrando un gran talento como intérprete de piano y clave.
Cuando Leopoldo Mozart decidió mostrar al mundo el talento de su hijo Wolfgang, también quiso que las cortes de París y Viena conocieran el talento de su hija Nannerl. Ambos eran intérpretes igual de prodigiosos.
Leopold Mozart se mostraba muy orgulloso y exclamaba que, con tan solo 12 años, su hija era uno de los músicos más hábiles de toda Europa.
Su vida como intérprete llegó a su fin a los 18 años. Su padre dio por terminada su trayectoria musical, ya que no estaba bien visto que una mujer se dedicara a la música.
En 1783, a la edad de 32 años, se casó con Johann Baptist von Berchtold zu Sonnenburg. De ser una joven prodigio musical, Narnnerl pasa a ser la rica esposa de un magistrado, viudo y madre de cinco hijos del marido y de tres propios.
Tras fallecer su marido, regresó a Salzburgo, donde ejerció como profesora de piano.
Quedó ciega en 1825, pero continuó ejerciendo como profesora de piano hasta su muerte, que le sobrevino el 29 de octubre de 1829.
Nannerl falleció en la casa Barisani (Siegmund Haffner Gasse, 12) después de modificar su testamento (1823). Fue enterrada en la cripta comunal de la iglesia de San Pedro en vez de en la tumba que había preparado para cuando muriera, en San Sebastián. Su cuñada Constanze la ocupó con su segundo marido Georg Nikolaus Nissen y Genoveva Weber.
Mozart obsequió a su amada hermana con la Sonata en Re mayor K.251 de 1776, el Capricio K.395/300g de 1778, el Preludio y Fuga K.394/383a y presumiblemente el Adagio en Si menor K.540 de 1788.
Existen varias cartas de Wolfgang alabando el trabajo de su hermana como compositora.
“Tengo el temor de no componer tan bien como tú, la canción que escribiste es hermosa.”
Se dice que Amadeus llegó a interpretar en público alguna de las obras compuestas por su hermana.
En otra época esta mujer posiblemente hubiera destacado tanto como su hermano. En el siguiente vídeo se escucha una posible obra de Maria Anna Mozart.
Desafortunadamente, Nannerl, como tantas otras mujeres talentosas de la época, estuvo condenada a que no existiese legado de sus magistrales melodías, ya que debía atender un rol impuesto por la sociedad: el de madre y esposa, reprimiendo sus anhelos.
Gracias al testimonio de Wolfgang Amadeus Mozart, sabemos que no hubo un solo Mozart prodigioso, sino dos. En 2010 se estrenó la película francesa “Nannerl, la hermana de Mozart”, dirigida por René Féret, que cuenta su vida.
Nannerl Mozart era probablemente, según los datos que tenemos, una buena intérprete y una buena compositora además de profesora de clave. De todas formas es injusto para ella, además de absurdo, compararla con su hermano, que es probablemente el mejor compositor de la historia de la música (con permiso de Johann Sebastian) y máximo exponente de todo el período clásico. Un tipo que aun hoy en día influye en la manera de hacer música y cuya dedicación y trabajo es muy difícil de igualar.
Este tipo de artículos siempre se olvida de incluir en la fórmula que Wolfgang, aunque pasó a la historia como compositor, vivió una vida miserable, mucho más miserable que la de su hermana. Un señor que no tuvo infancia, ni adolescencia, ni vida adulta. Forzado a dar giras y conciertos como un mono de circo, manipulado por su padre hasta la muerte de éste, presionado componiendo durante toda su vida… Mozart moriría enfermo y «quemado» a los 35 años sumido en la pobreza. Seguramente se hubiese cambiado sin dudarlo por una vida como la de su hermana, que murió a los cerca de 80 años y dejó una buena herencia.
No hay evidencia alguna que muestre que «Ambos eran intérpretes igual de prodigiosos» (como afirma la autora de este artículo). Más bien lo contrario.
Que aburrido, es mujer, no vale la pena interezarse en esta historia.
¿No tiene suna noticia sobre hombres haciendo cosas heróicas?
Ya hay que ser simple para hacer semejante comentario… Se nota que te relacionas con muy pocas mujeres.