En un histórico movimiento para la digitalización española, el próximo 19 de abril de 2024 se marcará el fin de una era con el cese definitivo del servicio ADSL en todo el territorio nacional.
Después de años de progresiva transición hacia tecnologías más modernas, Telefónica, la principal operadora de telecomunicaciones del país, procederá al cierre de las últimas 3.329 centrales que aún operan con la antigua red de cobre, dejando sin servicio a más de 400.000 clientes que no han migrado a sistemas más avanzados.
El apagón del ADSL, un servicio que durante décadas facilitó el acceso a Internet de millones de hogares españoles, ha sido un proceso gradual que se inició en 2016.
No obstante, a pesar de los esfuerzos de las compañías por notificar a los usuarios afectados, un significativo número de ellos no ha respondido a los reiterados avisos sobre la necesidad de actualizar sus conexiones.
Según datos recientes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, a principios de 2024 persistían aún 440.000 clientes con suscripciones ADSL activas.
Pese a los intentos de las operadoras por contactar a estos usuarios mediante cartas, facturas, llamadas telefónicas y, finalmente, burofaxes, no han logrado obtener una respuesta sobre sus planes una vez se interrumpa el servicio.
“Hemos agotado todos los canales de comunicación posibles para informar a nuestros clientes sobre el inminente apagado del ADSL y la necesidad de migrar a conexiones más rápidas y estables”, manifestó un portavoz de Telefónica.
Agregó que, lamentablemente, un porcentaje significativo no ha reaccionado, por lo que la empresa se ve obligada a proceder con el cierre de las centrales de cobre.
La decisión de Telefónica de poner fin al ADSL se enmarca en un contexto de creciente demanda de servicios de banda ancha de alta velocidad y la necesidad de modernizar las infraestructuras de telecomunicaciones para satisfacer las necesidades digitales actuales.
Según datos oficiales, la cobertura de fibra óptica en España alcanza actualmente el 89,97% del territorio, ofreciendo conexiones más rápidas, estables y con mayores capacidades.
No obstante, el tránsito hacia la era post-ADSL no ha sido sencillo, y algunos usuarios se enfrentan a la perspectiva de quedarse sin servicio de Internet debido a la falta de alternativas viables en sus localidades. En estos casos, las operadoras han recurrido a soluciones como el internet satelital o las redes móviles, aunque su implementación continúa siendo un desafío logístico en algunas áreas remotas.
Un representante del sector informó que el 96% de las migraciones se han realizado hacia la fibra óptica. Sin embargo, aclaró que cuando esto no es posible, la empresa le ofrece a los clientes un servicio satelital o radio móvil.
“Estamos trabajando para encontrar soluciones particulares para aquellos clientes que, por razones geográficas o de infraestructura, no pueden acceder a estas alternativas de manera inmediata”, afirmó el representante.