El turismo en las islas de la laguna de Venecia es alto, excepto en una: Mazzorbo. Esta pequeña extensión de tierra, con una longitud de 945 metros y situada en la parte norte de la laguna de Venecia, fue en el pasado un importante centro de comercio, pero ahora es conocida por sus viñedos, donde se cultiva la uva dorona.
Esta isla dista mucho de las otras en cuanto a la cantidad de turistas que la visitan, pero está llena de viñedos. Quienes se acercan alguna vez hasta estas tierras pueden pasear y degustar su famoso vino. El recorrido por este lugar se puede hacer en tan solo 5 minutos, o un poco más.
La isla Mazzorbo posee una particularidad, y es que se inunda cada dos o tres años. La historia de esta uva, la dorona, data de hace más de 1000 años, 1.100 para ser exactos.
En ese momento de la historia, Venecia estaba llena de viñedos y de otros sembrados, justo donde hoy en día se ubica la Piazza San Marco, y lo mismo ocurría en las islas vecinas, como Mazzorbo.
Pero las enfermedades e inundaciones acabaron con los cultivos, dando paso a grandes edificaciones. No fue hasta el año 2001 cuando Gianluca Bisol visitó esta isla y se dio cuenta del jardín que estaba al lado de la única iglesia del lugar.
Tras pedirle a la propietaria que le enviara una muestra, emprendió un proyecto: volver a llenar la isla de viñedos. Y así lo hizo, pese a las advertencias de los expertos de que el lugar podía inundarse de nuevo.
El proyecto Venissa emprendido por Bisol tenía como objetivo recuperar la uva dorada, que según aseguró no se consigue en ninguna otra parte del mundo.
Actualmente, producen unas 3.000 botellas de vino por cosecha, y es blanco pero con una estructura parecida al tinto.
La etiqueta dorada de las botellas artesanales las realiza Berta Battiloro, que en el 2001 dio a Bisol las cepas necesarias para comenzar la empresa.
Mazzorbo es el único sitio donde se puede conseguir este vino fácilmente, aunque hay hoteles de Italia, Nueva York y de París que lo sirven.