Coger apuntes en clase es algo tan cotidiano que rara vez se piensa en la posibilidad de que tal vez se esté haciendo de la manera equivocada y de que se podría mejorar.
Un estudio de la British Psychological Society (BPS) publicado en Research Digest, concluyó en que solo el 50% de los estudiantes en general ponen a prueba lo que aprendieron después de tomar notas, mientras que el 90% solo vuelve a leer lo que anotó de la clase.
Otro 40% no organiza sus apuntes de forma selectiva y otro 50% toma notas a través de un ordenador portátil.
En cuanto al desempeño de los estudiantes que aplican las técnicas comunes de aprendizaje, tomar apuntes con un ordenador sin organizar lo que se escribe y luego dedicarse a releer no es una metodología adecuada. Hay importantes hallazgos que indican que existe una mejor manera de hacerlo para aprender mejor.
Los científicos pudieron comprobar que se aprende más cuando se toman notas con bolígrafo (o lápiz) y papel que cuando se hace con el portátil.
Un grupo de investigadores enviaron a los voluntarios de su estudio a tomar notas de una charla de Ted Talks, primero utilizando un portátil y luego empleando lápiz y papel.
Descubrieron que cuando los voluntarios cogían apuntes usando boli y papel no solo mostraban mayor retención de la información, sino también una comprensión más profunda del tema.
Esto se da por el hecho de que, cuando se escribe a mano, no se puede tomar nota de toda una clase o de todo lo que se enseña en ella. Se debe ser más selectivo con la información a escribir. Así lo explica Pam Mueller de Princeton, un co-autor del estudio:
«Los estudiantes que tomaron notas de larga duración en nuestros estudios se vieron obligados a ser más selectivos, porque no se puede escribir tan rápido como se puede teclear en un ordenador. Y el procesamiento adicional del material que estaban haciendo les benefició.»
Lo anterior nos lleva a la segunda técnica: ser selectivo con la información que se escribe.
Transcribir el material tal como se escucha en estilo dictado a menudo puede llevar a vacíos de la información y a una escasa comprensión del material realmente importante que se impartió en una clase.
Organizar las notas permite tener mayor claridad del tema en cuestión. Una revisión de la investigación expuesta en el mismo artículo de la BPS indica:
«Es mejor usar sus notas para organizar la información sobre la que está aprendiendo en lugar de simplemente registrar lo que escucha textualmente.»
La tercera técnica puede ser la más difícil de implementar, pues quebranta por completo lo que siempre nos han enseñado desde pequeños, tanto nuestros padres como nuestros profesores: “relee y subraya tus apuntes en el momento de estudiar.”
La ciencia es muy tajante en este aspecto y sugiere olvidarse de técnicas de estudio ya obsoletas como la re-lectura sin ningún propósito.
A cambio recomiendan usar el método de recuperación retrasada, que consiste en poner a prueba lo que se aprendió desde un primer momento, cuando se tomaron las notas.
Para que esta técnica tenga un resultado positivo, las pruebas sobre las anotaciones deben realizarse periódicamente, cada cierto tiempo, contrastando luego con las anotaciones de la clase.
Una buena manera de aplicar la técnica de recuperación atrasada puede ser escribiendo ensayos de prueba cada vez que se va a estudiar el tema, por ejemplo.
Sobre esta última técnica, John Dunlosky, quien dirigió una revisión sobre diversas estrategias de aprendizaje, publicada en la revista de la Association for Psychological Science, concluye:
«Me sorprendió que algunas estrategias que los estudiantes usan mucho, como releer y resaltar, parezcan proporcionar beneficios mínimos para su aprendizaje y rendimiento. Reemplazando simplemente releer con la práctica de recuperación retrasada (también conocida como la prueba de su memoria para el material después de un tiempo aprobado), los estudiantes se beneficiarían.»