Existe un dicho popular que afirma que todo tiene solución, excepto la muerte. Porque, a pesar de la evolución constante de la raza humana, hay algo que va en contra de la naturaleza: la inmortalidad.
La gente muere para dar espacio a nuevas generaciones que se encarguen de continuar la evolución progresiva de la sociedad y de la humanidad.
Esta realidad genera múltiples reacciones. Para algunas personas es causa de ansiedad. En otras, genera una presión que les obliga a tomar decisiones que quizás no tomarían si no fuera porque tienen la garantía de que envejecerán y morirán.
Epicuro de Samos, filósofo hedonista de la época clásica, afirmó que el temor a la muerte impide la felicidad.
Al final, el instinto de supervivencia humana hace que ese miedo no desaparezca totalmente, pero, de acuerdo a la teoría de Memento Mori, podemos tener una vida completamente feliz si recordamos frecuentemente nuestra mortalidad.
Memento Mori es una frase latina que significa “recuerda que vas a morir”. Un concepto que engloba la fragilidad de la condición humana, que muchas veces acaba de forma imprevista.
Recordar con frecuencia que podemos morir en cualquier momento, nos hace vivir cada instante con mayor intensidad, hace que valoremos las cosas realmente importantes y que olvidemos las que no lo son, y hace que perdamos el temor a morir y que nos lancemos a la aventura cuando se presenta la ocasión, hecho que nos aportará muchas recompensas en todos los ámbitos de la vida.
La felicidad se convierte en la meta y las limitaciones desaparecen. A los que saben que pueden morir mañana mismo y lo aceptan sin miedo, no hay nada que les asuste; no hay nada peor que la muerte.
Las enseñanzas de esta teoría han sido incluidas en obras literarias, en obras de arte, y en el estudio de la psicología humana.
Se considera que empezó a aplicarse en el senado romano. Tenían por tradición colocar a esclavos detrás de los generales durante sus desfiles triunfales. Los esclavos debían repetirles una frase en latín: “Hominem te esse memento!” (recuerda que eres un hombre).
Este acto se realizaba para que los generales que habían salido victoriosos de las batallas recordarán que no eran invencibles. Que seguían siendo hombres, y no dioses.
La causa de la implementación de esta tradición fue la proliferación de generales que buscaban aprovechar sus victorias para ganar poder, lo que desencadenaba guerras internas y afectaba a toda la civilización.
En algún momento, esa frase cambió y se convirtió en Memento Mori. Hoy en día tiene la misma fuerza que entonces. Recuerda a las personas que la vida humana es frágil, y que todo puede acabar cuando menos se espera.
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El artículo es impecable, es decir, la idea es perfecta para percibir la felicidad, pero si todos actuáramos a sabiendas de que en cualquier momento podemos morir, p.ej. pensando que vamos a morir mañana, haríamos seguramente acciones y tomariamos decisiones que no haríamos si supieramos que mañana no vamos a morir, haríamos locuras(acciones alejadas de la norma social), también me parece que la idea es bastante pesimista filosófica y psicológicamente hablando(soy psicólogo).