Como todos bien sabemos, el principal medio a los que recurre cualquier persona cuando tiene dudas sobre una definición o composición de una palabra es la página de la Real Academia Española. Un lugar que saca de dudas a los hispanohablantes, pero Metarrelatos o Metanarrativa es un concepto que no se incluye dentro del diccionario, sin embargo, comprende su definición entrelazando otros componentes que nos ayudan a su entendimiento.
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El significado de metarrelatos se debe descomponer de la siguiente manera: Meta hace referencia a “junto a”, “entre”, “con”, “acerca de”, “más allá” o “después de” y un relato es una narración. Concluimos que la palabra metarrelato es compuesta y la R es incluida entre las dos vocales. Con esto aclarado, podemos deducir que este término tiene elementos etimológicos y nos ayuda a entender su aplicación al momento de la narrativa: algo que sirve para el estudio de los relatos.
Los metarrelatos son grandes relatos acerca de un relato, es decir, la narración de una narración y esto se puede asociar fácilmente a otras ramas como lo que es la metanarrativa o el metalenguaje. Para realizar un metarrelato debemos estar conscientes de lo que narramos, ya que hacemos referencia de ello. Tener consciencia de que construimos un relato junto a otro. Recordemos que para esta definición debimos entender el origen que se crea al conjugar “metarrelatos”. Para los especialistas de la literatura, el metarrelato es un enorme relato que incluye otros relatos dentro de sí mismo, pero a menor importancia o nivel.
Cuando nos preguntamos ¿qué es un “metarrelato”? las únicas vías que tenemos como respuesta son la crítica literaria y la narratología, donde se emplea el estudio de un texto de ficción literaria, no el texto argumentativo o académico. Los metarrelatos dentro de la filosofía se dividen en tres: metanarrativa, metarrelato o macrorrelato.
En los últimos años del siglo pasado, surgieron varias directrices que partieron de la discusión filosófica y epistemológica, conocido históricamente como Postmodernidad, donde los principales autores fueron Jean-François Lyotard y Vattimo y Rorty. La postmodernidad surgió de la variante de la Modernidad que se caracteriza por el imperio de los discursos científicos, ideológicos y de la razón.
¿Cuáles son los metarrelatos de la filosofía? En la filosofía, los metarrelatos tienen como objetivo en la posmodernidad buscar nuevos pensamientos centrados en el desarrollo del humano con la tecnología, por lo que su característica más notoria es criticar los pensamientos antiguos y que son considerados anticuados.
Con este significado, la definición del “metarrelato” va más allá de la noción que nos aporta su etimología. Los metarrelatos dentro de la filosofía se caracterizan por seguir el objetivo del posmodernismo en la literatura e individualismo.
Los metarrelatos en el área de la sociología, citada en el ensayo de “Foucault y el Postmodernismo”, habla de varios textos argumentativos que demuestran ocho teorías. La primera se refiere al pensamiento del metarrelato como moderno e ilustrado. Si ejemplificamos algunos relatos, habrá una coincidencia y es que todos son utópicos, porque la posmodernidad nos muestra que no hay revolución.
Aunque es un ejemplo muy común, en la sociología los metarrelatos parten de la fuerza individual: soy feliz, aunque haya directa o indirectamente un calentamiento global. ¿Por qué ocurre esto? Porque hay personas que tienen otras perspectivas individualistas y habrá quien diga que no existe tal calentamiento. Por lo que no todos ven un relato o una narrativa de la misma manera para crear un metarrelato y toma su lugar en la posmodernidad.
Jean-Francone Lyotard fue un filósofo, sociólogo y teórico literario francés que se destacó por enfocarse en la formulación del posmodernismo y el análisis del impacto de la misma en la condición humana. Al preguntarnos ¿Qué son los metarrelatos según Lyotard? Se dice que, para estos estudios, sus palabras se vieron influenciadas por pensamientos críticos de Karl Marx, Martin Heidegger, Maurice Merleau-Ponty, Sigmund Freud, Jacques Lacan y Ludwig Wittgenstein. Pero estos mismos artículos han sido duramente criticados.
Estos pensamientos criticados e injustificados para muchos, se deben a que la metanarrativa / metanarración de Lyotard se refiere a discursos totalizantes y multiabarcadores. Entonces, ¿por qué fue criticado?
Para el francés estos hechos se deben asumir desde la compresión científica, histórica, social y religiosa. En el libro más reconocido de Lyotard “La condición Postmoderna”, el filósofo escribe que: “Simplificando al máximo, se tiene por postmoderna el sinónimo de incredulidad con respecto a los metarrelatos”. En la ciencia occidental, Jean-Francone Lyotard tiene un enfoque que explica que las consideraciones procedentes de la metanarrativa se contradicen al intentar idealizar una visión sistematizada y universal de toda la metanarrativa.
No estuvo de acuerdo con los discursos a nivel filosófico, religioso y económico, como el cristiano, el ilustrado, el marxista o el capitalista. Para Jean-François Lyotard, los metarrelato marxista eran innecesarios, ya que no llevaban a la liberación. La cultura postmoderna está caracterizada por el escepticismo hacia estos metarrelatos, y para el filósofo estos sistemas no actuaban alternados al vigente, sino que rellenaba los espacios para unos cambios concretos.
Antes de fallecer, en el año 1998, sus últimos días se los dedicó a ser muy reiterativo en sus nociones del postmodernismo en los ensayos «La posmodernidad explicada a los niños», «Hacia el posmoderno», y «Fábulas posmodernas».
Para los pensadores Alex Callinicos y Jürgen Habermas, el análisis de Lyotard sobre la condición postmoderna está lleno de «incredulidad hacia las metanarrativas». Lyotard siempre se caracterizó por su oposición hacia las universalidades, las generalidades y metanarrativas, sinónimo de metarrelato; y en sus obras socava las teorías de la Ilustración y otros principios.
En «La condición posmoderna» explica que superamos las necesidades narrativas por el avance que hubo desde la Segunda Guerra Mundial y va en contra la posibilidad de justificar las narrativas que cumplen con las disciplinas y los estándares sociales, como lo es la ciencia y la cultura.
Los metarrelatos fueron una parte importante del periodo cultural conocido como Modernidad y, pese a que se ha comentado lo contrario, tienen vigencia aún en el periodo de la postmodernidad.
Un ejemplo es la constante interpretación sistematizada y totalizante. La ciencia occidental, taxonomista y empirista asume tener la razón entorno a su razón, un ejemplo de metarrelato. Esto involucra metarrelatos que ofrecen soluciones a los problemas humanos y que piensan que están en crisis.
Otro ejemplo muy claro de metarrelatos de la modernidad es que nosotros podríamos explicar las bases del marxismo hablando desde la lucha de las clases y deducir que una robó a la otra, por lo que esta clase alta no quiere abandonar sus privilegios y desarrolla una superestructura para mantenerlos, pero cae por su propio peso. Toda ideología nace de un axioma aceptado por la propia lógica.
El último ejemplo de este punto tiene que ver con la totalidad del sentimiento mixto: placer y dolor. Si la belleza es representada en armonía, es sublime cuando nace de la imaginación y es el caso de la razón. No tenemos idea de Dios, pero nuestra imaginación lo apoya. Lyotard habla de este límite y escandaliza a los expertos en el área.
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche fue el primero en ejemplificar la posmodernidad al proclamar la muerte de dios y la inexistencia los principios de la religión.
Por su parte, Esther Díaz sostiene que la posmodernidad es un choque entre la tecnología sofisticada de nuestro entorno y los discursos que hemos heredado de los siglos anteriores, como el romanticismo y el racionalismo.
Gianni Vattimo habla del pensamiento débil como la réplica de la ética del catolicismo y el marxismo, pues despierta fobias. Cuestiona todos los conceptos de la verdad, el ser, el poder, la revolución, el sujeto y propone que el pensamiento débil es «anarquía no sangrante».
“Frente a una lógica férrea y unívoca, el pensamiento débil es la necesidad de dar libre curso a la interpretación; frente a una política monolítica y vertical del partido, necesidad de apoyar a los movimientos sociales transversales; frente a la soberbia de la vanguardia artística, recuperación de un arte popular y plural; frente a una Europa etnocéntrica, una visión mundial de las culturas”.
En tanto, los metarrelatos o la metanarrativa, seguirán presentes en la sociedad, ya que cada día puede crearse una historia distinta y están presentes en cada una de las acciones de la humanidad.