A menudo, para compensar un mal día en el trabajo o algún suceso que nos ha causado malestar, cedemos ante el impulso de comprar una prenda de ropa, o un perfume, o recaemos en un viejo hábito como volver a fumar cuando lo habíamos dejado. Para eso se ha creado el método HALT.
La autoconciencia es la clave para evitar dejarnos llevar por impulsos que solo nos proporcionan un alivio temporal y que más tarde podemos lamentar. El método HALT nos proporciona estrategias para aprender a controlarnos.
HALT es un acrónimo formado por estas cuatro palabras: hambre, enfado, soledad y cansancio (hunger, anger, loneliness y tiredness, en inglés). Cuando estas cuatro necesidades básicas no están cubiertas, las emociones empiezan a influir en las decisiones. A continuación, vamos a ver en qué consisten estas necesidades básicas:
Siempre que se sienta el impulso de comprar algo que realmente no es necesario, hay que detenerse y preguntarse: «¿Tengo hambre?», «¿Estoy enfadado por algo?», «¿Hace mucho que no hablo con mis amigos?», «¿Dormí bien anoche?». La autoevaluación es muy importante para el crecimiento personal y, si se hace correctamente, el método HALT es muy efectivo.
Al aprender a ocuparnos primero de nuestras necesidades básicas, no sentiremos el impulso de gastar dinero o de retomar antiguos hábitos para obtener un alivio temporal y encontrarnos mejor.