La moda sostenible no solo representa una respuesta a la demanda de consumidores más conscientes, sino que también se proyecta como el futuro de un sector que busca equilibrar la elegancia y el estilo, con la responsabilidad ambiental y social. Conceptos como moda circular, slow fashion y fabricación ética, se están volviendo cada vez más populares.
Moda ecológica:
Qué es, características y 5 marcas importantes que promueven la moda sustentable
La moda sostenible se enfoca en el diseño, la fabricación y el consumo de ropa que busca maximizar los beneficios a la sociedad y el medio ambiente, minimizando al mismo tiempo el impacto ambiental.
Esta aproximación abarca una variedad de prácticas y estrategias, incluyendo el uso de materiales ecológicos y reciclados, la producción ética que respeta tanto a los trabajadores como al entorno, la reducción de residuos y la implementación de modelos de negocio que fomentan la reutilización y el reciclaje de ropa.
Para comprender mejor el concepto de lo que es la moda sostenible, es importante conocer el significado de términos como el de la moda circular, que busca eliminar la cultura de “usar y desechar”, promoviendo la reutilización constante de materiales textiles mediante el reciclaje de prendas viejas, el alquiler de ropa y el diseño de prendas duraderas.
Un término que ha adquirido relevancia en los últimos años es el de slow fashion, una filosofía que se centra en cuidar los procesos de producción y asegurar la calidad de cada producto, promoviendo la perdurabilidad y la sostenibilidad a lo largo del tiempo.
El slow fashion propone una disminución de la producción excesiva y el consumo masivo del fast fashion, lo que ha contribuido a que la industria de la moda se haya convertido en la segunda más contaminante del mundo.
Bajo esta perspectiva, se valora enormemente el tiempo necesario para cada proceso, permitiendo que cada eslabón de la cadena de valor realice sus actividades de manera ética y responsable. Para ello, se toma en cuenta el impacto ambiental y humano que se pueda generar al momento de elaborar las prendas.
Grandes marcas, como la estadounidense Patagonia, lideran este cambio al reciclar prendas y transformar materiales antiguos en nuevos productos. Iniciativas como la de H&M Group, que promueve el reciclaje de prendas viejas, refuerzan la transición hacia un modelo circular y sostenible en la industria de la moda.
La moda ética o sostenible se caracteriza por una serie de principios y prácticas que buscan reducir el impacto negativo de la industria textil en el medio ambiente y en las condiciones sociales. Algunas de las características clave de la moda sostenible son las siguientes:
El uso de materiales ecológicos es una característica fundamental de la moda ética o sostenible. Esta práctica implica la elección de materias primas que minimizan el impacto ambiental y promueven la sostenibilidad en la producción de prendas de vestir.
Entre los materiales ecológicos comúnmente utilizados se encuentran, telas innovadoras como el lyocell, el caucho natural y el algodón orgánico, entre otros.
Sin embargo, la adopción generalizada de nuevos materiales aún enfrenta muchos obstáculos, como los altos costos y la baja disponibilidad limitan su viabilidad comercial.
Para una moda realmente sostenible, es vital que la fabricación de ropa ecológica también sea ética y transparente.
Prácticas comunes como el trabajo infantil, los salarios de pobreza y las condiciones inseguras ya no son aceptables para muchos consumidores. Cada vez más, la gente exige información sobre la cadena de suministro de las marcas: dónde y cómo se hacen exactamente sus ropas.
Una empresa pionera en transparencia es la marca de jeans Nudie Jeans, con sede en Gotemburgo, Suecia. En su sitio web, los clientes pueden rastrear en qué fábricas se cosen los jeans específicos que compran y ver fotos de las instalaciones y los trabajadores.
Otras marcas utilizan tecnologías como la cadena de bloques y la identificación por radiofrecuencia (RFID) para registrar prendas individuales a medida que pasan por la cadena de suministro. Así, los clientes pueden verificar la autenticidad y origen de cualquier artículo escaneando un código QR o NFC.
Obviamente, usar solo la tecnología no es suficiente. Las marcas también deben cultivar relaciones a largo plazo y pagar precios justos a todas sus fábricas, talleres de confección e instalaciones textiles asociadas. Solo así puede existir una verdadera fabricación ética.
La moda sostenible ha sido influenciada por diversos factores que han llevado a un cambio significativo en la percepción y prácticas de la industria textil. Algunos de ellos son los siguientes:
Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA) y la realidad aumentada (RA), están empezando a facilitar prácticas más sostenibles dentro de la industria de la moda.
Un ejemplo de ello, es la startup The Renewal Workshop, con sede en Oregón, que utiliza algoritmos de visión computarizada para clasificar montones de ropa usada de acuerdo a su nivel de desgaste. También emplea una red de centros locales que reparan y restauran las prendas para revenderlas.
Del mismo modo, la realidad aumentada permite experiencias de compra más sostenibles. Marcas como Adidas y Farfetch ahora permiten a los usuarios probarse ropa digitalmente para visualizar piezas sin necesidad de comprarlas primero. Estas tecnologías podrían ayudar a reducir tanto la sobreproducción como las devoluciones de prendas.
Los avances en materiales como filamentos de seda hechos con precisión utilizando impresoras 3D, también son muy prometedores. Investigadores del MIT ya han logrado personalizar la estructura de estos materiales biológicos para crear seda con propiedades únicas.
Claramente, las innovaciones tecnológicas transformarán cada aspecto de la industria de la moda en la próxima década. La clave será garantizar que estos avances también promuevan la sostenibilidad.
Para una moda realmente responsable, las marcas globales también deben esforzarse por apoyar a las comunidades locales y reducir las emisiones de su cadena de suministro.
Un gran beneficio de la producción local de fibras y telas es que elimina la necesidad de un transporte internacional intensivo en carbono.
Además de los beneficios ambientales, la producción local fomenta el crecimiento económico en comunidades desatendidas. Por ejemplo, la marca de moda étnica Indigenous abastece telas y tintes de grupos indígenas en Ecuador, pagándoles precios justos.
Sin embargo, también es importante garantizar que la moda sostenible siga siendo accesible y asequible. Muchos críticos argumentan que las prendas ecológicas a menudo tienen un precio prohibitivo, excluyendo a consumidores de bajos ingresos.
En respuesta, algunas marcas más grandes como H&M y Zara ahora ofrecen líneas de “sostenibilidad asequible”, utilizando materiales reciclados y orgánicos para reducir costos. Si bien esto puede implicar menor calidad, al menos expande el acceso a una moda ética.
Un factor clave que impulsa estos cambios positivos en la industria es la evolución de las actitudes y el comportamiento de los consumidores. Cada vez más personas adoptan conceptos como el slow fashion y buscan forma de reducir su impacto a través de un consumo más consciente.
Por ejemplo, se está volviendo más popular alquilar atuendos especiales en lugar de comprarlos, ya que reduce tanto el desperdicio como el presupuesto. La startup finlandesa HURR ofrece suscripciones de alquiler de ropa de diseñador por una tarifa mensual.
Del mismo modo, ha surgido un movimiento de “compra nada nueva”, en el que los defensores intentan no comprar absolutamente nada de primera mano durante períodos prolongados. En cambio, intercambian, heredan de amigos o compran exclusivamente en segunda mano.
A medida que este tipo de pensamiento crítico se extiende, las marcas se ven obligadas a implementar cambios. Los minoristas que ignoran la sostenibilidad o la ética cada vez más sufren un rechazo público por parte de activistas en las redes sociales.
Si alguien se ha preguntado, ¿qué pueden hacer los consumidores comunes para adoptar un guardarropa más sustentable? Aquí hay algunos consejos sencillos a seguir:
Para algunos expertos, el futuro de la moda sostenible se vislumbra prometedor, a pesar de los desafíos que aún persisten. Se estima que el mercado de la moda circular alcance los $5 mil millones para 2030, destacando el crecimiento potencial de esta industria comprometida con la sostenibilidad y la ética.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que persisten los desafíos, especialmente en torno a la escalabilidad de nuevos materiales como el caucho natural de látex. Aquí, la biotecnología y nanotecnología emergentes ofrecen perspectivas para superar estas barreras y avanzar hacia una producción más sostenible.
Además de los avances tecnológicos, se espera un cambio cultural hacia modelos de negocio basados en el acceso, en lugar de la propiedad. El alquiler de prendas bajo demanda podría convertirse en un modelo dominante, impulsando un enfoque más consciente y compartido en la moda.
En cualquier dirección que tome este cambio, la certeza es que la moda rápida y desechable está cediendo terreno a un sistema más circular, compartido y sostenible, marcando el inicio de una nueva era en la industria de la moda.
Para concluir hay que destacar que la transformación hacia una moda sostenible y ética está tomando forma con acciones significativas dentro de la industria. A través de estrategias como la moda circular, los materiales ecológicos y el slow fashion, las marcas están redefiniendo sus prácticas para responder a la creciente demanda de alternativas responsables por parte de los consumidores. Sin embargo, para acelerar esta transición hacia un futuro más sustentable, se requerirá una colaboración continua entre todas las partes interesadas.