La historia está llena de mujeres extraordinarias que no han tenido miedo de romper los paradigmas establecidos, superando metas y alcanzando victorias que otros (y otras) consideraban imposibles. Cada una de ellas ha dejado una huella imborrable que será recordada por las generaciones venideras.
A pesar de que quizás no reciban el reconocimiento que merecen, cada una de estas mujeres ha dejado un legado innegable en su campo y ha conseguido avances indescriptibles en la lucha por la igualdad de género.
Rosa Parks
Es un nombre que no puede faltar cuando se habla de mujeres que han marcado un antes y un después en la historia.
Rosa Parks (1913-2005) fue una activista que logró que la Corte Suprema de Estados Unidos decretara inconstitucional la segregación de personas de color en los autobuses.
Todo comenzó un día en el que Rosa regresaba a casa tras un largo día de trabajo. Estaba tan cansada que en vez de quedarse de pie en la sección destinada a las personas de color, decidió romper con los paradigmas y sentarse en la zona exclusiva para blancos.
Este hecho fue tan impactante en aquella época que fue arrestada, pero marcó el inicio de una revolución social que cambiaría la vida de un país entero.
Malala Yousafzai
Malala es una reconocida activista pakistaní nacida en 1997 que luchó por los derechos de las mujeres a recibir educación.
Su padre tenía una escuela para niñas en su ciudad natal, donde ella pudo disfrutar del aprendizaje hasta que en el 2008 tuvo que despedirse de la escuela cuando los talibanes determinaron que las mujeres no podían asistir a clase.
A los 15 años de edad, Malala recibió un disparo en la cabeza por parte de un activista talibán que intentó acabar con su vida. Sin embargo, su determinación le permitió sobrevivir.
Posteriormente se mudó al Reino Unido donde comenzó su lucha para permitir a todas las niñas tener acceso a la educación. EN 2014, a sus 17 años, se convirtió en la persona más joven en recibir un premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su labor.
Diana de Gales
Su carisma natural, estilo único y su alma caritativa convirtieron a la Princesa Diana (1961-1997) en un símbolo revolucionario contrario a la tradicional monarquía inglesa.
Rompió con todos los paradigmas establecidos en la realeza al usar su posición y estatus para promover causas caritativas y ayudar a los más necesitados.
Su rostro quedó marcado en la memoria colectiva de millones de personas de todo el planeta el día de su trágica muerte, el 31 de agosto de 1997.
Si bien la lisa de mujeres influyentes puede llegar a ser infinita, esta pequeña selección está enfocada a aquellas que, con su determinación y deseos de cambio, demostraron tener un espíritu inquebrantable para lograr el cambio y crear un impacto definitivo en el mundo.