El trastorno de identidad disociativo es una condición bastante rara. Desde “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” de Robert Louis Stevenson, la película “Psicosis” de Alfred Hitchcock, “El club de la pelea” de David Fincher y “Fragmentado” de M. Night Shyamalan, se nos ha representado a un personaje que sufre la aparición de dos o más identidades alternas luchando por tomar el control. Así que, en este artículo te invitamos a conocer más sobre el trastorno que trata la presencia de dos o múltiples personalidades en el individuo que lo sufre.
Construcción de identidad:
Teorías y factores clave para comprender el cómo y por qué de nuestra identidad
Conocido anteriormente como el trastorno de múltiples personalidades, es un trastorno en cuál pueden existir hasta 100 personalidades o fragmentos de ellas, coexistiendo dentro de una mente y cuerpo. No hay que confundirlo con cambios simples en los rasgos o estados de ánimo. Alguien con trastorno disociativo de la personalidad manifiesta distinciones significativas entre las identidades alternas.
Con frecuencia, se tratan de diferentes personalidades entre sí, la cuales buscan tomar el control de la identidad del individuo de forma recurrente. La persona conserva su identidad primaria (o huésped), que viene a ser la personalidad original y continúa respondiendo a su nombre de pila.
Cuando se cambia una personalidad por otra, la nueva se presentará como si fuera otra persona, con una historia y comportamientos diferentes. La personalidad original en la mayoría de los casos se muestra más pasiva, y sin consciencia de las otras identidades.
Asimismo, las otras personalidades no tienen capacidad para recordar lo vivenciado por el resto, por ende, no tienen consciencia de su existencia, a pesar de que no es así en todos los casos. Los cambios de la identidad disociativa se producen como consecuencia de situaciones estresantes.
Las identidades que sean más pasivas suelen presentar amnesia la mayor parte del tiempo, incluso si son conscientes de la existencia de las otras identidades de mayor dominancia, son propensas a ser conducidas por las mismas, que pueden presentarse en alucinaciones auditivas, visuales, dando órdenes a las otras.
Se han comprobado casos, en lo que las identidades son completas, donde cada una posee su propio comportamiento, gestos corporales y tono de voz. Mientras que, en otras situaciones, solo manifiestan ciertas características, de ahí que las personalidades son parcialmente independientes.
Actualmente, en los manuales de diagnóstico como el DSM (por las siglas en inglés de Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) así como el CIE-11 (Clasificación internacional de enfermedades). El trastorno de identidad disociativo está categorizado dentro de los trastornos disociativos, en otras palabras, los que se producen por fallos al integrar la conciencia, percepción, movimiento, memoria o identidad (en casos de personalidad disociativa, la desintegración ocurre en todos los aspectos) en consecuencia directa de un trauma psicológico.
Se requiere de tiempo y varias sesiones para que un profesional haga el respectivo diagnóstico del trastorno de disociación. Un diagnóstico erróneo es normal, ya que los médicos y psicólogos requieren de observar detalladamente los síntomas para así descartar otras afecciones. Especialmente es fundamental observar las múltiples personalidades y de qué forma afectan al individuo.
El tiempo es otra variable para percibir el grado de intensidad de los síntomas. Esto es a causa de que los individuos que requieren tratamiento para el trastorno de identidad disociativo suelen exponer síntomas relacionados con otros trastornos de la salud mental. Suele ocurrir que el desorden disociativo se presenta en compañía de otras alteraciones de la salud, de ahí la importancia de descartar síntomas antes de ofrecer un diagnóstico. Por esto, hay posibilidad de que se receten medicamentos o terapias para estas alteraciones.
Un trastorno disociativo es una patología, que puede llegar a poner en riesgo la integridad física del paciente. Cada individuo puede desarrollar la condición de formas distintas, ya que, en función de la causa, los síntomas pueden variar. Un especialista en Psiquiatría o Psicología debe evaluar el estado y proceder con un tratamiento efectivo, aunque existe posibilidad de que el trastorno reaparezca con el tiempo.
Al ser un comportamiento tan sonado y peculiar, este trastorno ha generado gran curiosidad y son varios los casos recopilados que llamaron la atención de los psicólogos. Personas que han afirmado cometer crímenes y no recordar nada, hasta personas que se les ha confirmado hasta 100 diferentes personalidades. Por lo que en esta parte te mostraremos algunos casos reales:
El primer caso conocido de múltiples personalidades fue presentado en 1816, siendo e de Mary Reynolds. Esta mujer, quien vivía en Estados Unidos, fue descrita como introvertida, solitaria y tendencia a estados depresivos. Fue conocido que pasó alrededor de dos meses afirmando que sufría de sordera y ceguera, hasta que un día solo despertó con sus sentidos completamente recuperados, pero sin recordar como leer, escribir, o expresarse adecuadamente, como si de una pequeña niña se tratara.
Con el tiempo, Mary Reynolds, regresó a su estado triste y melancólico, asegurando que no tenía ningún recuerdo de lo ocurrido en los últimos meses. Esta alteración la acompaño por 15 años, hasta que, su personalidad de “niña pequeña” consiguió aprender lo necesario y se volvió su personalidad predominante.
No podía faltar quien inspiró aquella película estrenada en el año 1957, “Las Tres Caras de Eva”, lo cierto es que la historia de Chris Costner Sizemore dispone de muchos elementos que despiertan curiosidad e interés por la personalidad disociativa. El episodio más llamativo relatado es cuando dio a luz a su hija, una de sus personalidades (Eve Black), trató de matarla por medio de la estrangulación, pero la otra identidad (Eve White) logró detenerla a tiempo. Después de 25 años, en los cuales fue atendida por 8 psiquiatras diferentes, se llegó a la conclusión de que Chris albergaba un total de 22 personalidades diferentes.
Quizás el caso real más escalofriante del trastorno de identidad disociativo fue el de Billy Milligan, quien perpetró diversos crímenes donde se destaca el robo a mano armada y secuestro de tres jóvenes en la Universidad de Ohio, quienes fueron violadas. No obstante, Milligan negó todas las acusaciones y afirmó no recordar nada de esto.
Un dato curioso en la historia fueron los testimonios de las jóvenes secuestradas. Una de ellas lo describió con acento alemán y personalidad ruda, mientras que otra dijo que era un chico simpático y agradable. Si bien la descripción física era la misma, las personalidades eran muy diferentes entre sí. En colaboración con el mismo Billy Milligan y la comunidad de expertos que estudiaron el caso, fueron definidas un total de 24 personalidades coexistiendo en su mente.
Entre algunas de estas, se destacan los “indeseables” (13 personalidades agresivas), “los diez” (10 personalidades amigables) y el “maestro” (recuerdo de todo lo realizado por las demás identidades).
Este caso sentó un precedente en la historia del derecho penal en todo Estados Unidos, ya que se trató del primer hombre declarado “no culpable”, a causa de su diagnóstico de trastorno por identidad disociativo.
Se trataba de una artista reconocida que luchaba por la visibilización del trastorno de identidad disociativo, consiguiendo salir adelante compartiendo su cuerpo con 44 identidades diferentes. Catelli vivió una infancia donde predominaron los abusos sexuales y físicos, situación que no llegó a mejorar con el tiempo, ya que debió ser hospitalizada tras un intento de suicidio.
Pese a vivir con un trastorno de personalidad múltiple, una de sus identidades llegó a erigirse como cantante, mientras que otra se dedicó a pintar. Actualmente, una de estas identidades se dedica al canto, pintura, escultura, escritura y composición musical. Definitivamente, es un ejemplo de que este diagnóstico no tiene por qué sentenciar un estilo de vida negativo.
Si se desea analizar los casos reales de múltiple personalidad, no se puede dejar por fuera a Kim Noble, siendo el caso donde se ha registrado más personalidades en una persona, encontrándose hasta 100 identidades. Se trata de una pintura reconocida que ha dedicado gran parte de su carrera, expresar por medio de sus cuadros como es vivir con trastorno de identidad disociativo.
Mientras que algunas de estas identidades procuran que sea feliz y estable, como Judy o Patricia. Otras intentaron arrebatarle la vida, causando que se estrellara contra una furgoneta como había hecho Julie. Actualmente, la identidad predominante es Patricia, quien afirmó que “Kim Noble dejó de existir, su mente se ha vuelto añicos”.
Las causas de la doble personalidad no son del todo conocidas. Aunque, existe un vínculo entre esta afección y el trauma. Particularmente, puede ser cierto para el abuso o trauma sufrido en la infancia. En Europa, Canadá y Estados Unido, aproximadamente el 90 por ciento de las personas que han experimentado el trastorno de identidad disociativo fueron víctimas de graves abusos durante su infancia. Esta alteración representa a alguien que busca integrar y asimilar algunos aspectos de su identidad propia, que se han vuelto inconexos a través del tiempo.
La vivencia de experiencias traumáticas, ha vinculado al trastorno de personalidad múltiple con el trastorno de estrés postraumático, caracterizado por síntomas de ansiedad y reexperimentación (por medio de flashbacks o pesadillas), posteriores a situaciones de peligro de muerte como abuso físico, sexual o desastres naturales. Cabe acotar que, en este trastorno, también pueden presentarse síntomas disociativos, como la ausencia de recuerdos importantes del evento traumático o dificultad para experimentar emociones.
En su mayoría, personalidad disociativa actúa como un mecanismo de defensa, tras sufrir experiencias difíciles de afrontar en el cual el organismo busca disminuir el impacto que supone, creando un distanciamiento de esta realidad. Su propósito es, evitar el miedo, dolor y tomar consciencia de lo que sucede.
Durante la etapa del desarrollo, es fundamental que los niños vayan a prendiendo a integrar variada y complejo tipo de información y experiencias en una sola identidad personal compleja y cohesionada. El abuso físico y sexual acontecido en la infancia, cuando la identidad persona aún se está construyendo, puede ejercer efectos duraderos acerca de la capacidad del individuo para formar una única identidad, sobre todo cuando son los mismos progenitores o cuidadores que comenten el abuso.
¿Cómo saber si tengo múltiples personalidades? Los síntomas del trastorno de identidad disociativo, surgen tras sufrir una experiencia traumática o enorme golpe emocional, dependiendo de la gravedad y tipo del trastorno. Su duración puede ser puntual, transitorio o crónica, siendo los siguientes explicados a continuación:
Tal como lo indica su nombre, el trastorno de identidad disociativo o trastorno de doble personalidad, está caracterizado por la presencia de dos o múltiples identidades que toman el control sobre el comportamiento del individuo. Por lo cual, es posible reconocer en estos individuos, cambios en sus actitudes que son diferentes a su comportamiento habitual.
Frecuentemente, las personas con múltiples personalidades tienen la sensación de estar separados de su propio cuerpo, lo cual se ha denominado como experiencias extracorporales.
Cuando se sufre de identidad disociativa es común la sensación de que el mundo parece muy lejano o no es real.
Quienes sufren de síntomas disociativos no acostumbran recordar datos personales importantes. También pueden manifestar microamnesia, condición la que no son capaces de recordar una conversación poco después de que haya ocurrido.
Por lo general, un trastorno de identidad disociativo, causan algunas confusiones con respecto a problemas de identidad. Esto puede observarse cuando el individuo tiene dificultad para definir cuáles son las cosas que le interesan en la vida, así como su orientación sexual, puntos de vista políticos o planes a futuro de la persona.
No existe una directriz exacta para tratar la disociación de la personalidad, sino que los médicos acostumbrar prescribir un tratamiento de forma personalizada. Las estrategias del tratamiento manejan cualquier alteración que suceda junto al trastorno de identidad disociativo, combinando la psicoterapia con algún fármaco necesario para disminuir los síntomas.
El tratamiento más frecuente para quien presenta múltiples personalidades, es la psicoterapia o terapia de conversación. Algunas técnicas, como el caso de la terapia cognitivo conductual, permiten que las personas aprendan y trabajen en la aceptación de factores desencadenantes que provocan los cambios o desdoblamiento de personalidad.
Su objetivo es hablar sobre el trastorno y los problemas relacionados con un especialista de la salud mental. Buscar un psicólogo o psiquiatra con formación avanzada o experticia en la atención de pacientes que hayan sufrido algún tipo de trauma. Durante las sesiones, el psicoterapeuta ayuda al paciente a que hable más sobre su trauma, aunque por lo general, esto solo se hace cuando la persona es capaz de afrontar situaciones o desafíos y exista una relación con el terapeuta para sostener este tipo de conversaciones de forma segura.
Las técnicas de relajación, terapia del movimiento y terapia del arte, pueden ser parte del tratamiento para el trastorno de múltiples personalidades. Estas herramientas ayudan a que los pacientes logren conectar aspectos de su mente dentro de entorno bajo estrés.
Si bien no hay fármacos que traten de forma específica un trastorno disociativo, un médico puede recetar antidepresivos, ansiolíticos o antipsicóticos para ayudar al paciente a controlar sus síntomas de salud mental asociados con estas alteraciones.
Para terminar, los casos de trastorno de múltiples personalidades son muy inusuales, pero existe sospecha de que un caso leve es más habitual. Actualmente conocido como trastorno de identidad disociativo, es una patología que debe ser tratado con un especialista. La documentación de casos similares ha permitido la creación de protocolos de diagnóstico y tratamiento, para que el individuo pueda recuperar el control de su vida.