El Museo Bode fue erigido para rendir homenaje al emperador Friedrich III, quien tuvo un reinado 99 días, y fue encargado por su hijo Wilhelm II, el último emperador de Alemania, pero el edificio tuvo un destino diferente al planeado. A continuación, te contamos la historia del Museo de Bode y los tesoros que alberga en su interior.
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La primera vez que se escuchó hablar de un museo fue en 1883, cuando la princesa heredera Victoria de Prusia plasmó en un memorando sus ideas. Se encargó del diseño del Museo Bode y, en 1897, el experto en arte Wilhelm von Bode dio luz verde a la construcción de todo el concepto.
La emperatriz Victoria quiso que su esposo fuese honrado tras su muerte en 1888, así que el museo llevó por nombre Kaiser-Friedrich-Museum. La historia del Museo de Bode continúa en 1904, cuando se inauguró y, para ese momento, fue catalogado como un albergue de las “artes superiores” pues contaba con pinturas y esculturas de suma importancia histórica.
Pasó el tiempo y llegó la Segunda Guerra Mundial. El caos no excluyó a nadie y causó saqueos, destrozos y daños significativos al museo, el cual pasó por varias etapas de restauración desde 1948 hasta 1986.
Posteriormente, con todo marchando en orden, en 1956, y tras 52 años de llamarse Kaiser-Friedrich, el nombre se cambió a Museo Bode en honor a Wilhelm von Bode, quien fue el fundador espiritual y primer director del establecimiento. Ludwig Justi, el director de la Galería Nacional de Arte, fue quien sugirió el cambio de nombre.
Como hemos dicho al inicio, fue Wilhelm von Bode quien materializó la idea del Museo Bode en Berlín, es por ello que te contamos un poco más de quién fue en vida.
Bode era un historiador de arte y un coleccionista que tenía amplio conocimiento del mundo artístico y de museos. Antes de encargarse del Museo Bode, tuvo un excelente desempeño en sus cargos como director (1872) en el Departamento de Antigüedades y en la Galería de Imágenes de los Museos Reales; también se encargó del Departamento de Escultura y Yeso del Renacimiento en 1883.
El historiador alemán fue defensor de la combinación de colecciones de arte y esculturas. Se dedicó a la colección de arte y a velar por el bien de la cultura de Berlín, hasta que renunció a sus cargos directivos y se jubiló en 1925. Finalmente, murió en 1929.
Puede ser que gracias al cambio de nombre el Museo de Bode se salvó de ser demolido, ya que en la Guerra se buscó acabar con lo que tuviese que ver con el Kaiser. No obstante, y pese a los bombardeos, el museo logró ser restaurado de forma gradual, pero perdió parte de su carácter original del estilo Barroco.
Como parte de los arreglos que necesitaba el museo, las baldosas del piso recibieron un baño de linóleo gris, la madera renacentista del techo fue cubierta con varias capas de pintura y sellaron los agujeros. Se esperaba un poco más de “modernización” pero las limitaciones financieras frustraron el plan.
Tiempo después planearon otra remodelación, y finalmente cerró sus puertas al público en el 2000 para pasar por seis años de trabajo de la mano de Christoph Fischer y Heinz Tesar, los arquitectos encargados de hacer las modificaciones necesarias por un costo de 162 millones de euros.
Llegó el 2006 y el Museo Bode de Berlín abrió sus puertas a toda la población alemana y a los turistas que se acercan a conocer uno de los patrimonios de la humanidad.
¿Y dónde queda el Museo de Bode? Pues se ubica en la Isla de los Museos de Alemania, exactamente en Am Kupfergraben 10117, en Berlín. Tiene una hermosa vista al río Spree, en el distrito de Mitte, y está cerca de los otros cuatro museos más importantes del mundo:
Si eres turista y no sabes cómo llegar al Bode, la forma más fácil es tomar la línea de metro U6 (también S1, S2 y S25) y hasta la estación Friedrichstrasse. Otra alternativa directa es subir al tranvía M1 o M12 hasta llegar a la parada Am Kupfergraben.
Ernst von Ihne se sumó al desafío de construir el Museo Bode de Berlín en la punta de la isla, la cual estaba aislada por el paso del ferrocarril. Además, está el hecho de está ubicado en una zona triangular porque era el único espacio disponible en la Isla de los Museos de Berlín.
Con las remodelaciones, este edificio (que es uno de los museos de Berlín más importantes) obtuvo tragaluces nuevos y tratamientos en la Gran Cúpula, que fue restaurada con sus decorativos que avivan el juego de luces de la entrada principal.
En cuanto a su arquitectura, aún conserva las bases del arte Barroco que lo hicieron destacar, y también está la bóveda de monedas de casi 60 metros de largo que se ubica en el sótano del edificio.
Al ingresar al Museo Bode en Berlín se pueden ver a los gobernadores prusianos y también las escaleras y la copia del monumento ecuestre de Schlüter al Gran Elector.
Son muchas las obras del Museo de Bode y están todas distribuidas en sus tres pisos. El tercero es el de las esculturas y el más popular, mientras que la planta baja (con acceso para usuarios en sillas de ruedas) tiene una iluminación maravillosa que favorece las esculturas y pinturas de grandes artistas que allí se exponen.
Los pasillos de cada piso están notablemente decorados con pinturas inspiradas en el arte renacentista y barroco proveniente de Italia. Sin embargo, la decoración también toma parte de obras góticas de todo el mundo.
Con la reunificación de Alemania en 1989 se decidió que el Museo Bode de Berlín sería la casa predilecta para albergar variedad de obras de arte bizantino, monedas, esculturas y algunas pinturas de importancia cultural.
La colección de esculturas tiene en su exposición obras de arte que datan de la Edad Media temprana hasta el siglo XVIII. Es una variedad de arte superior que incluye obras maestras icónicas como las de Donatello, Gian Lorenzo Bernini y Tilman Riemenschneider.
Por otro lado está La colección de arte bizantino, la cual cuenta con una exposición de sarcófagos, mosaicos, esculturas e imágenes hechas de marfil proveniente de los tiempos del Imperio Romano y de los primeros períodos del Egipto bizantino.
Se llama sala de monedas (o Münzkabinett) debido a su colección numismática. Es la más importante del mundo con monedas y medallas más raras en su haber; hay ejemplares de diferentes tamaños y formas.
Sin lugar a dudas, el Museo de Bode es uno de los museos que más variedad tiene si de arte bizantino se trata y, ahora que tienes nociones, sabes qué puedes ver en el Museo de Bode: esculturas —como “El Busto de Flora”—, pinturas, sarcófagos y otros tesoros históricos de la humanidad.
El arte bizantino (300 al 1500 d.C.) que se muestra tiene obras que nacieron en regiones de países como Italia, Grecia, Turquía, África y Rusia. A decir verdad, Alemania tiene la colección de objetos bizantinos más importante del mundo.
También tienes qué ver en el Museo de Bode la colección de monedas y medallas que data del 700 a. C. hasta los tiempos modernos. Estas se exhiben sobre varios gabinetes sellados que contienen al menos 4000 monedas de forma individual.
Los visitantes del Museo Bode no solo pueden disfrutar de la historia que guarda el lugar, sino que también tiene acceso a la tienda del museo para llevar souvenirs o lo que guste. Si te animas a viajar a Alemania no puedes dejar de lado la Isla de los Museos y mucho menos dar un paseo por cada uno de ellos. Por supuesto, el Museo de Bode de Berlín será tu primera parada para viajar a un mundo repleto de historia. Y, en caso de que tengas dudas, puedes dar un paseo virtual por el Bode 360 para revisar las colecciones y consultar en línea con cuáles otros tesoros te puedes encontrar.