La música concreta, que también se conocer como la “música de sonidos fijados”, es un género único que se originó a alrededor de 1940 gracias a la creatividad del francés Pierre Schaeffer. En el siglo XX, cuando se estaba expandiendo el jazz a nivel global, este compositor empezó a experimentar con sonidos naturales y grabaciones para así crear un estilo innovador que no requiere de partituras ni intérpretes.
Música del siglo XXI:
Características, corrientes, representantes y ejemplos de música moderna
En la década de 1940, hace más de 70 años, Schaeffer revolucionó la armonía musical tradicional, realizando grabaciones de sonidos naturales – en su estudio de radio – y luego experimentando con los sonidos obtenidos. Logró incorporarlos, superponerlos, aumentar o reducir la velocidad a tal punto que cada fragmento quedaba irreconocible.
De esta manera ya no se trataba de trenes andando en la vía, herramientas de un taller o la algarabía de la gente al caminar, sino que estos “ruidos” pasaban a convertirse en algo similar a notas musicales, que terminaban grabados en una cinta haciendo alusión a una canción sin intérpretes. Se considera la primera
Es un género musical en el que la música se elabora a partir de la manipulación y descontextualización de cada sonido (separando, cortando, combinando y más) para crear una revolución sonora que se mantiene hasta la actualidad. El género de la música electrónica – tal y como se conoce hoy en día – no sería posible sin entender qué es música concreta. Pierre Schaeffer es el responsable de este estilo auditivo, estético y técnico, que evolucionó hasta lo que es la música electroacústica en la época moderna.
El trabajo de Schaeffer (y de todos sus colegas que también realizaron grandes aportes) es lo que da origen a la historia de la música concreta, convirtiéndose en el primer paso para transformar material sonoro o los registros auditivos – a través de un proceso de composición musical – hasta lograr un resultado armónico gracias al uso de dispositivos electrónicos.
Se define música concreta a partir de la obra de Schaeffer “Tratado de los objetos musicales”. Allí se reúne la teoría que fundamenta en qué consiste la música de este estilo. El objetivo final es crear composiciones auditivas que cumplan con las siguientes características, para establecer una nueva corriente musical.
El concepto de música absoluta o pura tiene que ver con aquellas creaciones instrumentales que no se relacionan a una idea, poema, teatro, imagen, sinfonía o intención en particular. Es arte y ya, sin el propósito de contar una historia o reflexionar sobre algo.
La música concreta es precisamente esto, una serie de composiciones musicales que se presentan como resultado de trabajo electrónico, sin tratar una temática en particular o fundamentarse en una secuencia de notas.
La grabación de sonidos naturales es la base de este género. La música concreta nace a partir de cualquier cosa que produzca el más mínimo sonido y que – a su vez – pueda ser percibido y grabado por algún dispositivo.
En este caso pueden servir de ejemplo las hojas movidas por la brisa de primavera, las olas que chocan con la orilla de la playa, el tráfico en una avenida concurrida, los pájaros cantando sobre los árboles, las señoras de la esquina conversando, el llanto de un niño, entre otros.
Es importante recordar que, aunque la música concreta no se elabora para ser acompañada de una voz o de un cante, si es posible grabar voces como parte del material a utilizar. Las vociferaciones humanas, una vez que son procesadas, también sirven para componer piezas de este estilo.
Por otro lado, también hay que mencionar que la música concreta puede formarse a partir de un único sonido natural, como el de las gotas de agua. El artista puede capturar una o múltiples grabaciones de un mismo sonido y convertirlas en lo que desee.
Finalmente, para que estos elementos sonoros se conviertan en música, deben pasar por un proceso mecánico y técnico de manipulación. Se fija en una base o soporte. Cada sonido es aislado, cortado, separado en partes, sobrepuesto, acelerado, ralentizado o alterado en cualquier forma posible.
Una vez que el “ruido” se convierte en “sonido”, el compositor puede armar una pieza musical a su gusto, continuando el proceso de transformación hasta lograr un producto final.
Originalmente estas piezas se componían directamente sobre la cinta de grabación, pero con la tecnología moderna este proceso es mucho más práctico y sencillo de hacer. Los instrumentos que se utilizan para este tipo de obras son los siguientes:
Hay varios elementos especiales que marcan cómo se compone la música concreta. Al igual que en cualquier otro proceso creativo o musical, cada compositor tiene una manera de llegar hasta el resultado deseado. Sin embargo, en el caso de la música concreta existen tres pasos fundamentales que deben considerarse para las creaciones que se enmarquen en este estilo.
El primer paso para crear una pieza musical de este estilo es disponerse a capturar los sonidos que serán parte de la composición. Este es justamente lo que diferencia a la música concreta de cualquier otro género musical, ya que no empieza a partir de una nota o melodía en especial.
El autor debe buscar y grabar sonidos, aleatorios o no, que le permitirán crear una armonía.
Cada uno de los sonidos que se graban pueden ser tan manipulados como quiera el autor. Una misma grabación puede dar origen a infinitos resultados sonoros que servirán luego para componer una pieza final.
En este proceso, el autor se vale de dispositivos electrónicos y herramientas mecánicas para transformar el material a su gusto, para lograr hacer que el producto final suene tal y como quiera. Así es como se convierte el llanto de un bebé o el chirrido de un automóvil en una magnífica introducción musical.
Algunas manipulaciones comunes que se suelen aplicar son los siguientes:
Un punto muy importante de la música concreta tiene que ver con la postproducción de la misma. Pierre Schaeffer dedicó gran parte de su carrera a estudiar los resultados, efectos y alcances de sus piezas, por lo que se acostumbra a analizar este tipo de composiciones una vez que están terminadas.
Una “canción” concreta está elaborada a partir de elementos naturales cuyo fin no fue armónico o estético, por esta razón cada resultado es único, contiene una historia particular y causa un efecto irrepetible en los oyentes.
Al tratarse de un trabajo auditivo tan minucioso y complejo, se recomienda que la difusión de la música concreta se haga bajo los más altos estándares sonoros. La radiofrecuencia, los equipos digitales y los audífonos o auriculares son esenciales para disfrutar de los resultados.
Para ilustrar de mejor forma qué es la música concreta, puedes revisar los ejemplos a continuación.
Apostrophe es un ejemplo del representante más reconocido de este género. La música concreta de Pierre Schaeffer. Es parte de su obra Symphonie Pour Un Homme Seul: Concerto Des Ambiguités
A raíz de los experimentos de Pierre Schaeffer, surgieron muchos otros compositores de música concreta desde 1948 hasta ahora. En la actualidad, son muchos los aficionados que prueban su creatividad con este género. Por ejemplo, puedes revisar este fragmento a continuación:
Lo que hoy se conoce como música electrónica, no es más que un resumen de la música concreta. La primera combinación técnica de acústica y dispositivos electrónicos tiene su origen en los estudios y teorías del compositor francés y sus colegas.
Fue la creatividad de Pierre Schaeffer lo que permitió que hoy se relacione la música concreta y electrónica, dando inicio a los experimentos sonoros, la transformación de audios y la tecnología de radiofusión moderna. El aporte de este género fue abrir paso al desarrollo de dispositivos técnicos, investigaciones musicales y nuevas corrientes artísticas en las que el sonido pregrabado de una locomotora puede crear música, al igual que una nota tocada en piano o violín.