Cuando se habla de narrador observador también se habla de narrador en tercera persona, en el momento que el autor recurre a este tipo de narración se emplean “él”, “ella” y “ellos”, como pronombres. Lo más interesante de recurrir a dicha modalidad es que puede alejar y acercar a los lectores a la conveniencia del autor.
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Es el momento indicado para hablar sobre el narrador observador o también llamado narrador en tercera persona, ¿qué es? Ocurre cuando el autor de una obra hace uso de un testigo para que se encargue de contar sobre la historia.
A diferencia del narrador en primera persona, que el protagonista habla de su propia vida y la de los demás, el narrador observador explica lo que sucede con los otros personajes, sin embargo, la forma de plasmarlo queda a total criterio del autor.
La función principal del narrador observador es que suelen ser parte de la trama, ellos conocen todo lo que está sucediendo y lo narran desde su perspectiva. Aun así, no se puede olvidar el hecho que existen diferentes tipos de narradores en tercera persona.
Meramente, su función es informar, dar contexto de lo que sucede alrededor de la obra sin dar análisis.
Así como mencionamos en el apartado anterior, existen diferentes tipos de narrador en el cine y en la literatura, a continuación, lo detallamos.
Entre los ejemplos de narrador en tercera persona está el punto de vista omnisciente o, a veces, llamado extradiegético, ¿qué significa? Que se presenta como un individuo o entidad que conoce todo de la historia, el principio, desarrollo y desenlace, a su vez tiene el poder de adentrarse en los pensamientos de los personajes.
Un ejemplo de narrador extradiegético es Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, se presenta un narrador de este tipo y es capaz de conocer los pensamientos de Elizabeth, la protagonista y el resto del elenco, pero no está presente. Es una voz que guía la historia.
Cuando hablamos de narrador omnisciente limitado, también es conocido como testigo.
Sucede cuando se apega mucho al personaje principal, pero una de las cualidades es que no siempre recae en un solo individuo, esto puede alternarse -dependiendo- en gran medida del interés del autor y qué tanto suspenso desee generar.
Si te estás preguntando, ¿qué es un narrador objetivo? Se trata de un narrador externo que se encuentra limitado y no está al tanto de los pensamientos ni tampoco sentimientos del elenco o miembros de la obra. El tono del narrador, en este caso, se basa en la observación.
¿Ejemplos de narrador objetivo? ¡Claro! La novela de Ernest Hemingway en su cuento Hills Like White Elephants, en el que algunas escenas son narradas por su desconocido y proporciona la sensación de leer a alguien que observa desde lejos, desde un escondite.
Ahora bien, tanto en la literatura como en el cine existen ventajas y desventajas de utilizar el narrador observador. Dependiendo de la historia que se está contando, se debe emplear el narrador indicado para lograr el impacto que se desea en la audiencia.
Iniciaremos hablando de las ventajas y la razón de usar un narrador en tercera persona para lograr historias que impacten.
A través de un narrador, el autor tiene la posibilidad de plasmar los sentimientos de los personajes principales dejando de lado la particularidad “yoísta”. Incluso, le permitirá al lector entender la diferencia entre una opinión y un hecho.
Sabemos que todas las historias cuentan con dos personajes principales, sin embargo, con un narrador en tercera persona, los espectadores o lectores podrán entender un poco más a los otros miembros de la trama, por medio de ciertos pensamientos o comportamientos narrados.
Con un narrador observador la historia no se ve limitada, puesto que proporciona una perspectiva más amplia.
Por último, las dos últimas ventajas es que la primera permite generar tensión a los lectores, ya que saben qué personajes sobreviven cuando se habla de suspenso y, al mismo tiempo, también ofrece un nivel de profundidad inquietante e interesante para cualquier lector.
¿Existen desventajas de usar el narrador observador? Lo cierto es que sí. Después de leerlas, entenderás cuáles son y después decidirás si te conviene plasmar la historia utilizando este recurso.
Por más que se trate que el narrador externo sea cercano, en muchas ocasiones, no ocurre así y eso contribuye que el lector no se sienta tan involucrado o identificado con la trama.
Existen ejemplos de narrador observador en los cuales se habla de muchos personajes y podría ocasionar confusión entre los lectores. Dicha situación, tiene una desventaja: que los lectores no sientan empatía por los personajes.
Para entender mucho mejor la narración en modo observador, dejaremos algunos ejemplos y los identificamos con la finalidad de proporcionar una visión más específica de cada uno.
Stardust es una historia típica de Gaiman, es decir, mezcla fantasía con un poco de ciencia ficción y suspenso. En esta obra, el autor opta por un narrador omnisciente que no está presente. Se demuestra en algunas partes del diálogo, por ejemplo:
“Había una vez un joven que deseaba obtener el deseo de su corazón».
Y si bien eso no es, en lo que respecta a los comienzos, del todo novedoso (ya que cada historia sobre cada joven que existió o existirá podría comenzar de manera similar), había mucho sobre este joven y lo que le sucedió que era inusual, aunque incluso él nunca lo supo todo”.
Otro clásico narrado en tercera persona es “Mujercita”, es de los libros más importantes de la literatura estadounidense.
En este caso, el narrador entra en escena para hablar de cada una de las hermanas y hace que la transición sea menos pesada.
“Margaret, la mayor de las cuatro, tenía dieciséis años y era muy bonita, regordeta y rubia, con ojos grandes, abundante cabello castaño y suave, boca dulce y manos blancas, de las que era bastante vanidosa. Jo, de quince años, era muy alta, delgada y morena, y recordaba a un potro, porque nunca parecía saber qué hacer con sus largas extremidades, que se interponen mucho en su camino”.
La primera historia del personaje ficticio escrito por Arthur Conan Doyle apareció en 1892 y es una lectura fácil de digerir, gracias a la narración de un testigo. Es un ejemplo de narrador testigo más convincente en la historia.
El autor español, Arturo Pérez-Reverte, publicó en 1996 uno de ejemplos cortos de narrador testigo. La novela está basada en una sucesión de hechos.
Después de este primer ejemplar, aparecieron más historias sobre este capitán ficticio.
Por medio de los ejemplos de narrador observador se entienden mejor los tipos de narrador en tercera persona. Es una forma de contar historias de una manera más entretenida y que causa intriga en los lectores.