El cine, a nivel mundial, tiene etapas interesantes y han surgido movimientos que sirvieron como influencia para las nuevas olas que se aproximaron década tras década, y una de ellas es el neorrealismo italiano. A continuación, en esta entrada te contamos de qué va el realismo italiano, su historia y cuáles fueron las 25 películas que quedaron para la posteridad en este género cinematográfico.
La Nouvelle Vague:
Origen, características, directores y 15 películas que cambiaron el cine
Cuando se habla del neorrealismo italiano (1942-1955) se refiere al estilo particular de hacer películas que se popularizó en Italia en los años cuarenta tras los hechos de la Segunda Guerra Mundial. Históricamente el neorrealismo se convirtió en un movimiento de alta importancia en el cine y sirvió como influencia para producciones posteriores (como las de la Nueva Ola francesa de 1950), ya que se alejó de todo lo que se acostumbraba a ver en Hollywood.
En 1930 solo se veían “películas de teléfono blanco”, que eran metrajes ambientados en hoteles y clubes nocturnos de lujo; y eran, más que nada, películas estadounidenses que vendían una vida soñada. Pero eso no reflejaba la realidad de los italianos en aquellos tiempos donde crecieron bajo el régimen Benito Mussolini y los tiempos seguidos a la WW2.
No obstante, la realidad de las familias italianas empezó a proyectarse cuando los directores de cine enfocaron su vista en la verdad política, social y económica del país.
Ya en 1943, sin Mussolini en el poder, inició el movimiento del neorrealismo italiano (neorealismo) que funcionaba el realismo cinematográfico con temas socioeconómicos (la Resistencia, desempleo, pobreza) y políticos a modo de crítica y visibilización.
Para aquel entonces, el cine y el neorrealismo literario reemplazaron a sus vertientes originales —que eran más pomposas y entusiastas— y dejaron ver las realidades de las demás personas a modo de homenaje a la verdad y la libertad.
A continuación, enlistamos a los cineastas del realismo italiano que se encargaron de dejar huella en toda la historia del cine gracias a sus visiones sobre la vida y a la forma en cómo la plasmaron en sus películas.
Vittorio De Sica (1901-1974) empezó en el mundo de la actuación cuando tenía 16 años y apareció en comedias románticas en las que destacó por su gran atractivo físico. Y su amor por el cine creció tanto, hasta que empezó a dirigir largometrajes en 1940 acompañado de su socio Cesare Zavattini. Algunos de sus filmes destacados son: “Sciuscià”, “Ladri di biciclette”(que le valió un premio Oscar) y “Umberto D.”.
Roberto Rossellini (1906-1977) fue uno de los directores de cine italianos que desde pequeño se vio interesado por el arte y comenzó a hacer películas de aficionados en la adolescencia; le gustaban las técnicas de la edición de fotografías y vídeos, así como también el doblaje y las tramas. No fue sino hasta 1943 que el cineasta italiano empezó a poner en marcha sus proyectos y regaló al mundo joyas como “Roma, città aperta”, “Paisà” y “Germania anno zero”.
Luchino Visconti (1906-1976) tuvo contacto con el arte en general en sus primeros años de vida, y ya en la adultez se metió en el mundo cinematográfico cuando comenzó como ayudante del director Jean Renoir, al tiempo que preparaba los guiones de sus primeras películas “Ossessione” y “La Terra Trema”, dos de los metrajes más destacados del neorrealismo italiano.
Federico Fellini (1920-1993) fue otro de los encargados de proyectar el cine neorrealista italiano de la posguerra, y un visionario que añadió otra forma de ver la realidad de su época. Fue un apasionado del arte y el circo que entró al mundo del cine gracias a su amigo Aldo Fabrizi, y trabajó junto a Rossellini y Alberto Lattuda en sus grandes obras.
Alberto Lattuada (1913-2005) fue un arquitecto, escritor y director italiano que entró en la industria cinematográfica italiana en 1933 como decorador de escenarios, y ya en 1943 estaba a cargo de la dirección de su primera película. Entre sus mejores obras están “ Il delitto di Giovanni Episcopo”, “Il cappotto” y “Fräulein Doktor”.
Giuseppe de Santis (1917-1997) está entre los cineastas neorrealistas italianos más top de los años 40 por películas como “Riso Amaro” y otros metrajes que reflejaron la realidad del país. Antes de estudiar en el Centro Sperimental di Cinematografia de Roma, estudió literatura y filosofía, al tiempo que trabajaba como periodista para la revista Cinema; y todo ese estudio lo ayudó a plasmar su visión en las obras que proyectó.
El tema de los actores del neorrealismo italiano sigue siendo sorpresa para muchos, ya que las primeras películas neorrealistas italianas se caracterizaron por no contar con un elenco profesional (pocas veces) para interpretar los diferentes roles, ni siquiera los principales. No obstante, varios nombres que resonaron en el cine del neorrealismo italiano fueron:
Directores de cine italianos como Rossellini, De Sica y Visconti, usaron este método con niños y adultos para muchas de sus películas porque querían hacer de su obra algo natural y con una narrativa más fluida.
El realismo italiano tiene varias características que lo hacen único. Por ejemplo, se centra en personajes e historias realistas, es decir que acerca mucho más al espectador a las vivencias del día a día. Otros rasgos del neorrealismo italiano, además del enfoque estético y práctico del cine, son los siguientes:
Las películas del cine neorrealista italiano a menudo se hacían en locaciones comunes de la ciudad, y de esta forma se buscó ofrecer una historia más realista con la que los espectadores pudieran conectar.
Por otro lado, los presupuestos destinados para las películas en italiano eran muy reducidos. Básicamente fue una manera de enlazar todo con la situación que estaba viviendo Italia en medio de la posguerra.
Las películas de Italia en los 40 querían alejarse tanto de los preceptos de Hollywood que, en su mayoría, eliminaban de los guiones los finales felices. Esto se debe al contexto histórico en el que se desarrollaban las historias.
El neorrealismo italiano en el cine se basó mucho en el estilo documental neorrealista italiano tomó sus claves estilísticas del cine documental y algunos directores preferían centrarse en la improvisación de los diálogos de sus personajes.
No obstante, otros cineastas del realismo italiano se decantaban por hacer una crónica de los acontecimientos diarios no tan dramáticos de los ciudadanos y, en el proceso, se apoyaban de un guion más elaborado para la obra.
Otra de las razones por las que preferían el estilo documental es que se hacía más fácil filmar y no era necesario cargar con todas las luces y demás elementos de grabación. Los directores podían moverse de un sitio a otro e ir documentando todo en sus cámaras livianas.
Otra de las características del neorrealismo son los diálogos fluidos que se dan en la narrativa, la cual se centra en la vida cotidiana. Los cineastas del realismo italiano buscaron incorporar conversaciones improvisadas para emular la simpleza de los intercambios sociales de la época.
El neorrealismo italiano en literatura y en el cine tuvieron un enfoque hacia las vivencias de los ciudadanos en el área social y política, y mostraron el repudio del fascismo y la censura que se instaló el reinado de Mussolini.
Asimismo, mostrando las características sociales de Italia, las películas neorrealistas fueron la contraparte de las comedias, melodramas y largometrajes de teléfono blanco, y a menudo dejaron en evidencia las diferencias de clases sociales, la pobreza y la realidad enmarcada en la posguerra.
Con el fin de la censura se empezaron a mostrar temas que antes estaban prohibidos (como los temas sociales y dilemas morales), y se vio expuesta la humanidad como concepto, sin diferencias entre buenos o malos.
La narrativa, tanto en libros del neorrealismo italiano, como en el cine hizo que las personas se engancharan con los protagonistas y sus historias realistas de redención.
Ahora bien, ya que hemos desglosado las características de este estilo de cine, es momento de hablar de las 25 películas del neorrealismo italiano que son esenciales para la compresión del género.
Ossessione es el primer largometraje de Luchino Visconti, y está basado en “El Cartero Siempre Llama dos Veces”, la novela de 1934 de James M. Cain. Este filme es considerado a menudo como el que abrió camino a las demás películas del neorrealismo italiano.
Ossessione narra la historia de amor que nace entre un trabajador y la esposa del propietario de una trattoria. Este romance trágicamente termina en el asesinato del dueño del lugar, ubicado en las llanuras del Po.
La película de Michelangelo Antonioni, que es dirigida y escrita por él mismo, retrata cómo es la vida de las personas que residen alrededor del río Po, en la Italia de 1940.
Junto a Zavattini, De Sica estrenó esta película que muestra las graves consecuencias de la locura adulta en un pequeño niño que se enfrenta a la desintegración de una familia que no repara en destruir su inocencia.
Esta fue una de las primeras películas de Roberto Rossellini (la primera de la Trilogía de la Guerra) que se enfocó en contar la historia sobre la dificultad de vivir en una sociedad sin ser censurada y, en contraste, mostró la lucha de las personas en medio del fascismo y la guerra.
La segunda entrega de la Trilogía de la Guerra de Rossellini trata sobre la vida en una finca rural aislada que había sido tomada por fascistas locales. Pero, a su vez, también es un reflejo de cómo la barrera del idioma puede tener graves consecuencias.
Vittorio De Sica dirige esta película que se centra en un par de limpiabotas de Roma que han ahorrado dinero para comprarse un caballo, pero sus travesuras cambiaron el curso de la historia y terminaron en prisión, donde verán caer o fortalecer su amistad.
También conocida como “Outcry”, la película de Aldo Vergano es un drama bélico que se presenta como un homenaje a los combatientes italianos que regresaron de la WW2 y se encontraron con un país dividido entre ricos y pobres.
Esta es la última parte de la Trilogía de Guerra de Roberto Rossellini, que se enfoca en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. En esta historia el protagonista es Edmund, un niño de 12 años, que busca incansablemente la forma de mantener viva a su familia entera.
Roberto Rossellini presentó “L’amore”, una película que se basó libremente en la novela “Malavoglia” de Giovanni Verga, y que tiene como núcleo la vida de los habitantes de la clase trabajadora de un pequeño pueblo de pescadores en la costa de Sicilia.
Esta historia de Rossellini se centra en un fotógrafo del pueblo recibe una cámara mágica de manos de un extraño que se hace llamar Sant Andrea. Lo extraño de este nuevo artefacto es que, cuando se usa, puede eliminar a las personas malas. No obstante, surge la interrogante sobre el origen de este hombre misterioso.
Este filme de Vittorio de Sica fue aclamado mundialmente y se ganó el premio Oscar a la mejor película de habla extranjera. La película ubica al espectador en la Roma de posguerra asolada por la pobreza, donde un hombre tiene la dicha de tener un nuevo trabajo, pero le roban su bicicleta, la que necesita para ir a su sitio de trabajo.
Para tratar de recuperarla, su mujer empeña toda la ropa familiar para rescatar la bicicleta (ya empeñada) y, en todo el proceso, Antonio y su hijo van a la calle en busca de su medio de transporte, en un intento desesperado de hallarla.
Esta película tiene lugar en un pequeño pueblo de pescadores en la costa este de Sicilia, Italia, donde queda expuesta la explotación de los pescadores de clase trabajadora que se ganan la vida con esta actividad. La obra de Visconti es una especie de adaptación de la novela de Giovanni Verga, “La Casa del Níspero”.
Bajo la dirección de Giuseppe De Santis, “Riso Amaro” se centra en una pareja de delincuentes que huyen de la ley y, al final de todo, terminan trabajando en un campo de arroz. No obstante, eso no significa que abandonaron sus fechorías, pues ahora traman invitar a sus compañeros a que participen en el próximo robo.
Otro neorealismo de Rossellini que cuenta la travesía de una mujer que intenta escapar de un campo de prisioneros y se casa con un pescador de Stromboli. No obstante, la nueva vida en el pueblo no será nada fácil, pues viven en una constante amenaza de una erupción volcánica.
Roberto Rossellini narra la historia de San Francisco (el santo), historia que está basada en la novela del siglo XIV, “Fioretti Di San Francesco” y en “La Vita di Frate Ginepro”, Es una adaptación que estuvo a cargo de Frederico Fellini (coescritor) y Rossellini en la dirección.
El filme Michaelangelo Antonioni se centra en una hermosa mujer casada con un exitoso empresario que se enfrenta a un cambio agitado cuando se encuentra con un viejo amante, hombre con el cual comparte un oscuro pasado.
Luchino Visconti dirige la película que se centra en una madre que sueña con que su hija sea una actriz reconocida, así que remará contra viento y marea para ver a su pequeña en el casting de la película del director Alessandro Blasetti. Sin embargo, puede enfrentarse a los peligros de confiar en quien no debe.
En este filme De Sica trabajó con actores profesionales y no profesionales para narrar cómo un niño de Milán lucha para sobrevivir después de la muerte de su madre adoptiva.
La película de Giuseppe De Santis explora el impacto que generó una oferta de trabajo respondida por 200 mujeres y el accidente que ocurre en la compañía. El metraje está basado en un accidente real que ocurrió en 1951, donde más de 80 trabajadoras resultaron heridas o murieron al derrumbarse una escalera.
Rossellini está a cargo de la dirección de este largometraje que cuenta la vida de una adinerada pareja estadounidense que vive despreocupadamente en Roma, pero se enfrentan a la trágica muerte de su hijo. Para no sucumbir ante la culpa, deciden ayudar a personas en situación de calle; sin embargo, esto podría traerle problemas.
Umberto D. es otro de los logros de De Sica que habla de la vida de un funcionario jubilado con bajos ingresos económicos que alquila una habitación en la Roma de la posguerra, para hacerla su hogar junto a su leal perro y una criada adolescente. El hombre se ve tentado a quitarse la vida cuando llega la solicitud de desalojo.
Este fue el primer éxito internacional de Federico Fellini, una película autobiográfica ambientada en Rimini, la ciudad natal del director. La historia sigue la vida de cinco jóvenes que deambulan por las calles del pueblo costero al tiempo que van pensando (o no) en el futuro de sus vidas.
El drama de De Sica se centra en la vida de Mary Forbes, una estadounidense que viajó a Italia a pasar unas vacaciones y se enamoró de Giovanni. La mujer ahora debe decidir si subir al tren para reunirse con su esposo y su hija, o quedarse con el italiano que le robó el corazón y se ha convertido en el amor de su vida.
Roberto Rossellini dirige esta película en la que se describe un matrimonio inglés que está al borde del fracaso y se dan cuenta durante un viaje por el campo cerca de Nápoles. El filme es un retrato de emociones encontradas.
La crítica variada ha considerado a La Strada como “la mejor obra” de Federico Fellini, y es que también fue la ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera. El largometraje cuenta la historia de una chica que fue vendida por su madre a un luchador de feria; y ahora debe ser su asistente y trabajar en lo que él desee.
El realismo italiano, aunque comenzó como una reacción al fascismo y a las películas que solo mostraban la vida ostentosa, se convirtió en un género influyente que buscó mostrar la realidad de la sociedad (a modo de crítica y también para hacer visibles los problemas), y tiempo después daría pie a la segunda ola de neorrealismo italiano (1953-1978). Pero no solo se quedó ahí con su influencia, sino que también se extendió hasta Reino Unido, Francia, Brasil, Cuba, México, Bolivia y Argentina (neorrealismo español). Y no se trata de que todos quieren ser italianos; más bien adaptaron sus realidades al neorrealismo en el cine, en sus idiomas natales.