En los grados de autismo, se consiguen alteraciones en las habilidades para la interacción social, intereses, conductas y comunicaciones. No obstante, estas no se manifiestan de la misma forma en todos los casos, por esto se habla de varios niveles de autismo que existen, explicados a continuación.
Todas las dimensiones del ser humano y cómo cuidarlas para un desarrollo y bienestar integrales
El autismo grado 1, es el nivel más leve del Espectro Autista, ya que su sintomatología no impide al niño tener una vida autónoma, aunque puede requerir de cierta ayuda. Los niños con este grado de autismo muestran dificultad para crear relaciones sociales, con frecuencia muestra reacciones o respuestas inusuales al relacionarse con otras personas.
De igual modo, reflejan poco interés para establecer lazos sociales, aunque una vez establecidos son capaces de comunicarse y darse a entender. A distinción de otros grados de autoestima, en estos casos los niños desarrollan procesos cognitivos de forma adecuada. Si se le brinda la ayuda requerida, se pueden matricular en un colegio común.
Generalmente, los niños con este diagnóstico se caracterizan por una buena capacidad de memoria, si bien poseen una rigidez mental que puede rayar en la obsesión y afectar el funcionamiento de uno o varios contextos. A la vez, estos niños suelen tener intereses y actividades disminuidas en sus interacciones sociales, que los limitan a la hora de tener contacto con los demás. A la vez, tienen una esfera de intereses reducidos, al igual que problemas para alternar distintas actividades y dificultades para organizarse.
Los síntomas de los grados de autismo en niños pueden diferir en cada uno. No obstante, en términos generales, quienes poseen este nivel, muestran algunos síntomas comunes. Varios de estos pueden considerarse como fortalezas, mientras que otros pueden llegar a ser un reto. Entre algunas de las fortalezas se incluyen:
Mientras que entre los retos se encuentran:
El autismo grado 2, mejor conocido como trastorno desintegrativo infantil, esta alteración puede tomar tiempo en aparecer. Esto es principalmente a que los primeros dos años pasan de forma normal, hasta que más adelante, en el periodo del desarrollo, van perdiendo paulatinamente las habilidades aprendidas. En los casos de autismo en niños de 5 a 10 años, se observan como dificultades notorias en la comunicación verbal y no verbal, a la vez que pueden contestar de forma “extraña” en una conversación y desarrollar un lenguaje limitado.
Normalmente, tienden a las conductas repetitivas que incluyen manierismos y estereotipias motoras, además de un aislamiento de quiénes lo rodean. Tampoco es sencillo que hagan frente a los cambios, además de tener un sistema de intereses y actividades bastante reducidos que se interponen con el funcionamiento en distintos contextos. Es habitual que exhiban algo de resistencia y ansiedad al momento de cambiar el objeto de su atención. Si se les brinda ayuda, son capaces de realizar algunas tareas cotidianas de forma independiente.
Quiénes hayan sido diagnosticados con grado 2 de autismo requieren de mayor apoyo que las personas con autismo nivel 1. Suelen tener mayores dificultades para sostener una conversación.
Aún si reciben apoyo, las personas con esta condición pueden tener dificultad para comunicarse de forma coherente, siendo más probable que conteste de un modo que pueda considerarse inapropiado o sorprendente. En estos casos pueden:
El autismo grado 3 es el más profundo dentro del Espectro Autista, además de ser el más conocido por la mayor parte de las personas. Dentro de este autismo severo, se presentan graves deficiencias en las habilidades de comunicación verbal, no verbal y social, interfiriendo de esta forma en la interacción con otras personas.
No acostumbran comenzar una interacción social y reflejan una comunicación bastante limitada empleando estrategias poco usuales. Por lo general, su forma de comunicarse es directa únicamente con personas muy cercanas a ellos. Su vocabulario es reducido y utilizan palabras ininteligibles por lo que a duras se entiende lo que dicen.
También exhiben poca capacidad al momento de expresar emociones y empatía. De igual modo, difícilmente logran hacer frente a cualquier cambio, por mínimo que sea, y con frecuencia manifiestan conductas inflexibles en distintos ámbitos de la vida cotidiana. De por sí, sus movimientos son estereotipados que obstaculizan su desenvolvimiento en diferentes contextos, por tanto, no tienen capacidad para llevar un estilo de vida independiente y autónomo.
Varias personas que se encuentran dentro del Espectro Autista poseen un alto coeficiente intelectual (CI). Aunque hay quiénes cuyo CI es de 75 o cerca, siendo el límite de lo que se conoce como discapacidad intelectual.
Una característica, del autismo severo es un nivel de coeficiente intelectual de bajo a muy bajo, aún cuando son evaluados con herramientas de pruebas no verbales. No obstante, hay que recordar que no hay que confiarse siempre de las apariencias. Afortunadamente, pueden aprender formas de comunicación como lenguaje de señas, tableros de ortografía o distintas herramientas que actúen como dispositivos de comunicación.
Las personas con autismo nivel 3 pueden ser muy elocuentes, demostrando que algunos casos pertenecientes a estos grados de autismo, pueden ser más capaces de lo que parecen a simple vista.
La mayor parte de las personas con autismo suelen evidenciar conductas repetitivas y de autoestimulación. Aquellas personas con funcionamiento superior son capaces de agitar sus manos, mover sus dedos o mecerse. Con frecuencia, controlan estas conductas por ciertos periodos de tiempo cuando es requerido.
Existe la probabilidad de que este grado severo de autismo incluya comportamientos extremos e incontrolables, siendo los más comunes: portazos, gemidos y balanceos violentos.
Como se mencionó previamente, en el autismo grado 3 se presentan comportamientos extremos provenientes de la sobrecarga sensorial, dolor físico o frustración. Incluso pueden expresarse por medio de conductas aterradoras, si estas no pueden controlarse, pueden tornarse peligrosas. En algunos casos, no es del todo seguro que los miembros de la familia convivan con adultos o adolescentes con este diagnóstico.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que el autismo grados más leve pueden presentarse conductas donde se lastimen a sí mismos como: autolesiones, golpearse en la cabeza, o comer cosas que no sean alimentos.
Por otra parte, la agresión pese a ser particularmente extraña en autismo severo, no es del todo inaudito, especialmente en casos que presenten síntomas graves (o con otros problemas como ansiedad severa). Pueden actuar dando golpes, patadas o mordidas.
También es frecuente que busque alejarse o escaparse, aún si no hay una causa o detonante que parezca obvio o siquiera algún destino previsto. Simplemente son propenso a fugarse. Para complicar más la situación, grado 3 de autismo no suelen dominar las herramientas necesarias para pedir ayuda. Por lo que, caen en el riesgo de exponerse a situaciones donde peligren sus vidas. En ciertos casos, suele recomendarse el uso de alarmas, cerraduras especiales o herramientas de identificación para evitar intentos de fuga.
En los diagnósticos de niveles de autismo 1, 2 y 3, se busca determinar hasta qué punto el espectro autista afecta las capacidades de las personas para comunicarse y cuidar de ellos mismos. Los grados de autismo permiten describir la gravedad del espectro, además del apoyo que se le debe prestar a la persona.