Joshua Broggi, investigador de la Universidad de Oxford, lleva adelante el proyecto “Woolf University” junto a otros 13 investigadores. Mediante esta iniciativa se han propuesto crear la primera universidad 100% blockchain del mundo.
La tecnología blockchain permite, a un coste muy bajo, registrar cada operación en una red distribuida e integrada por miles de ordenadores en el mundo. Con este proceso es imposible – incluso para los avezados que utilizan trucos hackers avanzados– modificar o eliminar cualquier registro que haya sido anotado.
El blockchain no utiliza mediadores, por lo que el registro se realiza de forma inmediata. Esta tecnología aporta una gran transparencia a los registros y facilita la trazabilidad de las operaciones.
Según señala El País, la implementación de “Woolf” en la Universidad de Oxford reducirá los gastos en personal administrativo y en materiales de oficina. Los procesos administrativos serán automatizados a través de los llamados smart contracts, que establecen las directrices y normas que deben seguir los ordenadores utilizados mediante el blockchain.
En el 2017, la Comisión Europea destacó a través del informe Blockchain in Education los beneficios de esta tecnología en el ámbito de la educación. Las áreas más beneficiadas son las que corresponden al control de las calificaciones, los pagos, la acreditación y los registros de movimientos de los estudiantes. El estudio destaca la importancia del blockchain en cuanto a la inmutabilidad de los registros, ya que es imposible modificarlos.
“Woolf” también facilitará los procesos de toma de decisiones en la Universidad de Oxford; el reclutamiento de profesores se realizará a través de esta tecnología. De esta manera, el proceso de selección evitará la aplicación de criterios subjetivos de los integrantes del comité de evaluación, que en algunos casos contravienen las bases de la convocatoria.