Michel de Nôtre-Dame, o Nostradamus (1503-1566) fue un escritor y médico francés reconocido como astrólogo y profeta gracias a su libro Las Profecías, que data de 1555 y contiene 942 cuartetas poéticas.
De esta colección de rimas escritas en estrofas de cuatro versos se ha hablado largo y tendido, pues muchos le han adjudicado el poder de predecir importantes eventos y acontecimientos futuros.
El bombardeo de Hiroshima, en 1947, o la revolución francesa, en 1789, son algunos de los acontecimientos que supuestamente aparecen en los versos de Nostradamus escritos muchos años antes.
También se dice que el astrólogo predijo el aterrizaje en la luna de Apolo, en 1969, el accidente del transbordador espacial Challenger, en 1986, y la muerte de la princesa Diana, en 1997.
Pero uno de los eventos que ha hecho resurgir la fama de Nostradamus como profeta del desastre en los últimos 20 años ha sido su presunta predicción de los cuatro atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
Después de los ataques, se hizo viral en internet el siguiente verso, presuntamente escrito por Nostradamus:
«Dos pájaros de acero caerán del cielo en la Metrópolis / El cielo arderá a cuarenta y cinco grados de latitud / El fuego se acerca a la gran nueva ciudad / Inmediatamente una enorme llama dispersa salta / En cuestión de meses, los ríos fluirán con sangre / Los muertos vivientes vagarán por la tierra por poco tiempo”.
De acuerdo a las interpretaciones de los versos, hechas por estudiosos de Nostradamus, los “dos pájaros de acero” son los aviones del primer atentado a las torres gemelas.
Y, por si fuera poco, Nueva York encaja con la descripción de la metrópolis que se menciona en los versos, ya que se ubica a 40 grados de latitud norte.
Sin embargo, cualquiera que esté familiarizado con el estilo de Nostradamus se dará cuanta de que este verso no encaja con las típicas cuartetas del autor. Además, no está comprendido dentro de sus centurias, por lo que se puede afirmar que Nostradamus no predijo el derrumbe de las torres gemelas.
Nostradamus escribió sus cuartetos en francés, con versos repletos de metáforas y palabras vagas acordes a su época.
Esto genera una dificultad, que se evidencia en las numerosas traducciones del libro, donde el significado de los versos vería sustancialmente según la lengua.
Los amantes de las profecías y premoniciones se aferran precisamente a la inconsistencia en las traducciones para dar por válidas sus predicciones:
Si alguna traducción no concuerda con los hechos, sencillamente eligen otra con mayor concordancia con el acontecimiento al que presuntamente se refiere.
La mayoría de los que han estudiado la obra de Nostradamus concuerdan en algo: las profecías que se le atribuyen se deben a un ínfimo conocimiento lingüístico.
De entre estos estudiosos, uno de los más notables, el lingüista Peter Lemesurier, que ha escrito al menos una docena de publicaciones sobre Nostradamus, concluye en su libro «Nostradamus, Bibliomancer: El hombre, el mito, la verdad», que el escritor francés no fue astrólogo ni mucho menos profeta.
Lemesurier sugiere que Nostradamus hizo proyecciones de eventos que ya habían ocurrido en el pasado, con pleno conocimiento de que la historia es cíclica.
Así pues, muchos otros estudiosos de Nostradamus afirman que el escritor francés no realizó predicciones, sino que más bien elaboró post-dictions (lo contrario de pre-dicciones), es decir, constataciones de hechos que se hacen realidad una vez ocurrido un determinado acontecimiento.
Por ello, muchos dudan de la veracidad de las profecías de Nostradamus. Incluso se cree que el propósito de sus escritos fue tergiversado con el tiempo, puesto que, si Nostradamus hubiese pronosticado todas las catástrofes que se le atribuyen, ¿no crees que muchos eventos se podrían haber evitado?