El amor es conocido por ser el sentimiento “más hermoso que existe”, durante años la retórica de que el amor y la felicidad son sinónimos se ha quedado presente en cada arista de la sociedad, esta es la principal razón de que exista la novela rosa o novela romántica y en este artículo te explicaremos el porqué.
Verso o prosa:
Definición, características y qué diferencias hay entre verso y prosa
Las novelas románticas durante mucho tiempo han sido consideradas “novela rosa”, en primer lugar ¿qué significa o cómo se asocia al color rosa? El color rosa denota “amor”, “ternura” y “compasión”, es un color que describe el contenido de estos textos.
Entonces, en estos términos, ¿qué significa novela romántica? Se trata de una obra de ficción en prosa que encuentra su objetivo en las historias de amor, en el sacrificio de estar enamorado y tener la certeza de si te caes alguien estará para atraparte antes del descenso.
¿Cómo debe ser la novela rosa perfecta? Según Romance Writers of America, el enfoque debe centrarse en la relación romántica entre dos personas. Otra de las características es que debe tener un final optimista, el cual está compuesto por una línea emocional.
Por lo general, en la novela de romance abundan los sentimientos, la nostalgia y esas ganas de que el amor sea capaz de sobrepasar todo.
Las novelas rosas no nacieron al azar, no fue una jugada del destino, llegaron para quedarse y su historia es mucho más interesante de lo que crees.
Leer novela romántica no es un hábito nuevo, todo inició en la antigua Grecia. Esa sociedad revolucionaria y con sed de futuro se atrevió a tanto que inventaron historias de amor que, para ese entonces, solo eran posibles en los libros.
Después de ese inicio, ¡llegó lo mejor! Para el siglo XVIII y XIX, se creó lo que se conoce como “ficción romántica”, un ejemplo es la novela “Pamela o la virtud recompensada”, del escritor Samuel Richardson de 1740, convirtiéndose en el precursor de las novelas románticas históricas
Sin embargo, el auge de los libros de novela rosa llegó en el siglo XIX. La autora detrás de este “fenómeno” es Jane Austen, cuya novela “Orgullo y prejuicio”es una de las más conocidas del género.
Desde que el género de novela rosa se hizo popular, históricamente son conocidas por ser historias sobre mujeres, para mujeres y por las mujeres. Aunque, con los años los autores se han esforzado por incluir otro tipo de personajes, de diferentes clases sociales, valores y origen.
Este hecho se evidencia en libros de narrativa romántica, puesto que en el principio o las primeras historias de romance se basaban en mujeres blancas con el afán de desafiar las leyes sociales y la lucha para conseguir su propia felicidad, sin importar lo que el mundo esperará de ellas.
Además de esto, la fórmula de la pareja que tenía un final, podía ser feliz o no, se convirtió en la norma o el guion predeterminado cuando se trata de novelas rosas.
El término “felices para siempre”, surgió en dicho contexto y perduró los siglos siguientes. Incluso, se mantiene hasta nuestros días.
Aun así, otras novelas menos convencionales se convirtieron en un escape y en las predilectas del público, como es el caso de “Jane Eyre” de Charlotte Brontë.
Después de pasar de una novela de romance convencional y con guiones que parecían predeterminados, llegó una nueva etapa y con ella un nuevo siglo, el XX. Los romances históricos tomaron otra relevancia e interés de los lectores.
En dicha época, resalta la novela escrita por Georgette Heyer, “The Black Moth”, (publicada en 1921) y otro texto relevante fue ideado por Margaret Mitchell y es la conocida “Lo que el viento se llevó”, en la Guerra Civil.
Aunque, técnicamente, no entra en el renglón de “género de romance”, muchos la encasillaron por el enamoramiento que ocurre, aunque no es el tema central, tuvo una repercusión importante en las novelas rosas, ya que muchos la utilizaron como referencia.
En la era del siglo XX, también surgió lo que se conoció como el “romance gótico”, o también conocido como “suspenso romántico”, un ejemplo claro es la novela “Rebecca” de 1938 de Daphne Du Maurier.
Dicha novela revolucionó el género por incorporar elementos de suspenso y combinarlos con el amor, algo impensable para esa fecha.
Después de este recorrido, llegaron los revolucionarios 50 y 60, más allá de su importancia histórica, los cambios también se sintieron en los textos.
Las mujeres dejaron su rol tradicional de “ama de casa” o “madres”, para desplazarse a sitios de trabajo, estudiar en la universidad y listas para comerse la vida laboral que, en algún punto, solo estuvo destinada para hombres.
Incluso, desafiaron la “norma”, de aquel entonces y las letras encontraron otro rumbo: hablar del amor no normativo, ¿qué quiere decir esto? Dejar atrás lo tradicional, la pareja conformada por hombres y mujeres.
Un ejemplo claro es “The Lord Won’t Mind”, el primer romance gay que trascendió los límites de las ventas, esto ocurrió en 1983. Después apareció “Gaywyck”, de Vincent Virga, siendo la primera novela gay y gótica a la vez.
Ahora bien, se conocen los antecedentes de la novela romántica, pero ¿cuál fue la primera editorial que se atrevió a publicar este contenido? Para la década de 1930, la editorial británica Mills & Boon fue la primera, luego otra “casa de libro”, originaria de Canadá, Harlequin Enterprises comenzó a publicar los títulos de Mills & Boon en América del Norte.
En la actualidad, la novela romántica actual abarca un sinfín de temas y han incorporado diferentes clases de protagonistas, en esto se incluye lectores afroamericanos, por ejemplo.
Para finalizar, Romance Writers of America asegura que el 82 % de lectores de novelas rosas son mujeres.
La esencia de las novelas rosas es el amor entre dos personas, la heroína que sacrifica todo por la felicidad de otros y ese héroe que se enfoca en no dejar a la mujer que ama, pero, más allá de esto, es necesario hacer un repaso por las características de la novela romántica.
Para que el amor cumpla su objetivo, por supuesto, debe haber un conflicto que se encargue de entorpecer la relación y que separe a los protagonistas de forma momentánea.
El motivo de los personajes principales es estar junto a toda costa, sin importar si en el proceso sufren o si no encuentran un final feliz, lo cual puede pasar.
Cuando se habla del mundo interior de los personajes, es porque estos están concentrados en sus sentimientos, en la sensación que les da el estar juntos, sin importar si lastiman a alguien más en el proceso.
Es normal hallar en novelas de vaqueros románticas o novelas románticas cortas, arrebatos como estados de ánimo bruscos, el impulso de dejarlo todo por el amor.
Como mencionamos en la historia de las novelas rosas, este tipo de historias suelen ser contadas desde la visión de una mujer.
Muchas autoras románticas optan por añadir a la protagonista como narradora, un recurso que hace la lectura mucho más cercana, sin duda.
Al igual que las telenovelas románticas en los libros permanece la creencia de que todo mal será recompensado por el “amor incondicional”.
Por esta razón, muchas veces los protagonistas se plantean si están haciendo lo correcto en la relación y es principalmente por la sensación de que “hacer el bien atrae el bien”.
En la mayoría de los casos, la novela rosa termina con un final feliz. A veces, con matrimonio, otras con la pareja realizada y con sueños en conjunto.
No obstante, es importante mencionar que todas estas características han evolucionado, en especial por el desarrollo del rol de la mujer en la sociedad.
Las novelas románticas, en la actualidad, incluyen mayor erotismo, heroínas profesionales que trabajan en industrias que en algún momento fueron dominadas por hombres.
Ahora, es momento de hablar de los tipos de novelas románticas y cuáles son los tipos de libros románticos más conocidos por la audiencia, además de esos que no son tan conocidos.
En la primera categoría está el “romance contemporáneo”, es uno de los más conocidos del género. La primera característica es que está ambientada después de 1945 y es capaz de mostrar las costumbres sociales de la época, además de ser bien descriptivas en cuanto al tiempo.
Los romances contemporáneos suelen estar marcados después de la Segunda Guerra Mundial, demostrando lo difícil que fue esa época para amar.
Al contrario del romance contemporáneo, el romance histórico se desarrolla antes de 1945, es decir, antes de la Segunda Guerra Mundial.
Los protagonistas suelen estar sumergidos en problemas relacionados con las leyes sociales.
El suspenso romántico es de las favoritas del público, ya que combina dos géneros poco convencionales. Es decir, la relación central está basada en fundamentos misteriosos que el lector va descubriendo a medida que continúa leyendo.
Suele ocurrir que la mujer es la víctima y el hombre hace el papel de “salvador”, es por ello que tiene alguna profesión relacionada con la “protección”, como detectives o policías.
Está lejos de ser un solo romance histórico, un romance inspirador es aquel en el que prevalece la pureza, las creencias religiosas y toda la visión que la sociedad percibe como “correcta”.
No existe seducción, ni tampoco malas palabras en ningún momento.
Guarda un poco de relación con el romance de suspenso, pero este traspasa los límites de lo creíble. Puede combinar el amor con futurista, con elementos no realistas, es decir, con fantasías.
La diferencia entre el romance paranormal y la ciencia ficción es que el segundo puede tener mundo alterno, desarrollarse en el espacio o algún otro lugar nada convencional.
Dos parejas que no están en el mismo plano terrenal, puede suceder que ella esté en el pasado y él en el presente. Es decir, que para poder estar juntos deben romper las barreras del tiempo.
Al hablar de multiculturalidad, por supuesto, se habla de dos personas que se aman, pero son separados por los preceptos de la sociedad o por el racismo sistemático que continúa presente en diferentes áreas de la sociedad.
En este tipo de novela rosa, la pareja se impone ante el mundo para lograr estar juntos, para así demostrar que el amor es la puerta de entrada y la de salida.
De los géneros de novela rosa más populares y conocidos por la población en general. Libros como “50 sombras de Grey”.
Este subgénero o tipo de novela romántica incluye un lenguaje audaz, escenas de actos sexuales y se atreven de hablar de otra forma de placer pocas veces comentada en los textos como el “bondage”.
Por último, están las novelas “adulto joven”, ¿qué significa? Son historias que se centran en los jóvenes, sus vivencias y cómo son capaces de enamorarse perdidamente, mientras se debaten si deben seguir con su vida, puede ser a nivel laboral o académico.
Siempre se toman decisiones difíciles solo para tener la esperanza de pasar el resto de la vida con el “amor de su vida”.
El último paso del recorrido es hablar de los ejemplos de novela romántica, ¿cuáles son los nombres para historias de amor más populares? En este apartado lo descubrirás. ¡Sigue leyendo!
Es una de las primeras novelas rosas registradas en la historia del género, fue escrita por Johann Wolfgang von Goethe y cuenta la historia de un joven que se enamora -perdidamente- de una mujer comprometida.
En aquella época, se convirtió en el libro romántico más vendido.
Este es un ejemplo de novela rosa latinoamericana, tiene una tonalidad diferente de las novelas románticas estadounidenses o inglesas. En este clásico, el escritor colombiano, Gabriel García Márquez, junta a dos personas que se enamoraron en la adolescencia y se reencuentran en la vejez.
Un fiel mensaje de que nunca es tarde para amar hasta los tuétanos.
El tercer ejemplo es una novela que marcó toda una época y su legado queda hasta este momento. Es una obra de Emily Brontë y su única novela.
Habla de un romance que está lejos de ser lindo, el de Heathcliff y Catherine, quienes no terminan juntos y en su lugar uno de ellos actúa bajo la venganza.
Esta historia de Charlotte Brontë mezcla tanto el amor como el misterio. Cuenta la historia de Jane Eyre, una chica que se convierte en institutriz después de pasar severas humillaciones a lo largo de su vida y descubre que está enamorada, pero nada es como parece.
Esta novela tiene suspenso y romance.
Jane Austen creó una de las novelas más revolucionarias del siglo. Habla de la historia de una mujer que no está dispuesta a seguir las reglas de casarse por conveniencia, la protagonista es rebelde y llena de energía.
La escritora Laura Esquivel publicó uno de los libros románticos más importantes en la historia de México. Una historia que mezcla -a la perfección- el amor y la cocina.
De las novelas románticas contemporáneas, “El cuaderno de Noah”, de Nicholas Sparks es de las más leídas. Cuenta la historia de dos jóvenes que se enamoran y atraviesan múltiples dificultades hasta conseguir su “final feliz”.
El colombiano Jorge Isaacs creó una de las joyas más valoradas en la novela rosa latina. Cuenta la historia de un doctor que se enamora de su hermana adoptiva, María, pero por ella experimenta el más profundo de los amores.
La novela rosa o novela romántica está marcada por el sentimiento universal, algunas tienen diferentes desarrollos, pero todas llegan al mismo punto la búsqueda de un final feliz.