Antes de la invención de los sistemas de cloacas y de los urinarios, los depósitos de sal encontrados en la orina permitían determinar cuántas personas vivían en un lugar y en un tiempo determinado.
Tras realizar varios estudios en Aşıklı Höyük, Turquía, el mundo de la arqueología se ha encontrado con una sorpresa que tiene que ver con una inusual concentración de sales procedentes de la orina humana y también de animales de cría.
Los niveles de sales encontrados atestiguan importantes cambios en el modo de vida de los habitantes de esa región hace milenios.
Un equipo de arqueólogos estaba investigando sobre el modo de vida en Aşıklı Höyük cuando encontró un enorme depósito de sal que, tras ser analizado, reveló provenir de la micción de miles de personas. La sorpresa radica en que no se esperaba que en esa zona viviera tanta gente al mismo tiempo.
Las muestras se fecharon con una antigüedad aproximada de 10 mil años cuando, de acuerdo al descubrimiento del equipo, la región vivió una explosión demográfica sin precedentes en la zona debido al florecimiento de la agricultura y la ganadería.
Este último dato también se determinó mediante el estudio de sales procedentes de la orina, ya que, en las zonas donde se aposentaba el ganado, también había un importante aumento de la cantidad de sales.
Lo que indican estos datos es que esa sociedad en particular dejó de ser cazadora y recolectora en esos años para convertirse en una sociedad agrícola y ganadera.
Tras estudiar más de 100 muestras de estas sales se logró deducir que unas 1800 personas y sus animales de cría (ovejas y chivos) comenzaron a orinar de manera frecuente (al menos una vez al día) en determinados lugares durante mil años.
Uno de los hallazgos más interesantes de esta expedición es que toda una región experimentó una verdadera revolución agrícola y ganadera en esos mismos años, en pleno neolítico. No se trata solo de una aldea aislada o de un pueblo, sino de toda una región que aprendió a manejar al ganado y a seguir rigurosas normas de cultivo.
Otros estudios realizados a partir de las capas de osamentas de animales encontradas sugieren, incluso, que los habitantes de la región fueron capaces de seleccionar a sus animales y mejorar sus características miles de años antes de que Gregorio Mendel formulase sus famosas leyes que dieron origen a la herencia genética.
En este caso, los restos de orina han sido fundamentales para conocer un dato histórico tan importante como es el momento preciso en que la gente de Aşıklı Höyük abandonó su condición de nómada para pasar a ser sedentaria.