Las plantas en el hogar pueden llenarlo de vida y color, sin embargo, muchos prefieren optar por versiones de plástico ya que no requieren de ningún tipo de cuidado.
Afortunadamente, la tecnología en el hogar ha vuelto a salir al rescate creando una solución perfecta para quienes adoran las plantas pero no pueden cuidarlas como es debido.
Se trata de Hexa, un pequeño robot con forma de araña cuyo único objetivo es velar por las plantas del hogar.
Hexa, una araña mecánica que persigue la luz solar
Hexa –nombre que se debe a seis patas– es un robot que se asegura de que la planta reciba la luz solar que necesita, recorriendo los diferentes rincones de la casa en las horas apropiadas para tomar luz y ocultarse cuando sea necesario.
Además de ubicarse en lugares con sol, también gira de manera que la luz se distribuya uniformemente por toda la planta. Y, como cada planta tiene necesidades diferentes, Hexa es capaz de ofrecer justo lo que requiere la planta que transporta en cada momento.
Usa sus patas para comunicarse
Hexa está preparada para cuidar las plantas de la mejor manera posible, así que, cuando la planta necesita agua, mueve sus patas a modo de recordatorio. Y para dejar claro que la planta está feliz y en buen estado, Hexa se mueve y baila.
Además interactúa con las personas y lleva incorporada una cámara que incluye visión nocturna para cuidar de la casa por las noches.
Tianqi Sun, el creador de Hexa, explica que le gusta experimentar con la tecnología y la botánica para poder desarrollar algún tipo de interacción entre humanos y plantas:
“Si los seres humanos siempre intentan romper la configuración con tecnología, ¿qué hay de las plantas? No sé la respuesta, pero me encantaría tratar de compartir algunas de estas tendencias y tecnologías humanas con las plantas. Con una base móvil robótica, las plantas pueden experimentar movilidad e interacción. Espero que este proyecto pueda aportar algo de inspiración a la relación entre la tecnología y la configuración predeterminada natural”
Los préstamos personales, conocidos legalmente como crédito al consumo, han adquirido gran relevancia en la economía española durante los últimos años. Se han convertido en uno de los principales productos financieros para las entidades bancarias, tanto por su fácil colocación como porque la tasa de interés suele ser superior al resto de los préstamos, por lo que es un negocio muy rentable.
Los bancos, al igual que otras empresas que se dedican a los préstamos, ofrecen tentadoras propuestas a las que muchos consumidores impulsivos no pueden evitar sucumbir. Estos créditos representan la oportunidad de contar con dinero de forma casi inmediata para realizar ese soñado proyecto que se tenía en mente, o simplemente para darse un capricho.
Es obvio que a veces es necesario acudir a un préstamo con el fin de
cubrir alguna eventualidad para la que no de dispone de fondos, o porque una evaluación
del coste/beneficio de dicho préstamo indica que es conveniente su utilización
para llevar a cabo algún plan.
En cualquiera de los casos, es imprescindible la racionalidad, el
estudio a fondo de todas las alternativas que ofrece el mercado y conocer en
detalle sus condiciones, así como entender claramente todo el marco regulatorio.
Un préstamo es un contrato que implica un compromiso ineludible y antes
de dar el paso es necesario saber en qué nos estamos metiendo.
¿Ahorrar o pedir un
préstamo personal?
En el caso de que lo que se pretenda comprar no sea necesario de forma inmediata, lo más recomendable es ahorrar durante un periodo de tiempo que permita reunir el dinero para cubrir su coste completo. Aunque parece que ahorrar es un hábito que se está perdiendo…
Imagen: jokiewalker
Según las últimas estadísticas del Banco de España y de la Asociación
Nacional de Establecimientos Financieros (ASNEF), los préstamos personales
crecen vertiginosamente mientras que el ahorro refleja un decrecimiento
significativo en los últimos 20 años. Esto último preocupa especialmente a los
expertos, ya que el ahorro es un factor fundamental en la macroeconomía de cualquier
país.
Tomar la decisión entre ahorrar para lograr el objetivo, o comprometerse
con un préstamo personal requiere de varios cálculos. En el segundo caso, hay
que considerar que, después de todo, se deberá contar con una suma mensual destinada
a pagar la deuda, la cual se podría ir ahorrando.
Es necesario incluir en la evaluación cuánto puede haber aumentado el
precio del bien que se quiere adquirir cuando se haya logrado reunir el dinero,
comparado con los intereses que se deben pagar por el préstamo.
Por ejemplo, un crédito a 48 meses por una suma de 5.000 euros, con un
interés del 8% equivale a que, transcurrido este tiempo, se habrán cancelado
858.88 euros por concepto de intereses para un total de 5.858.88 euros pagados,
con una cuota mensual de 122.06 euros.
En el ejemplo anterior, el total de los intereses equivale a un 17.18%
sobre los 5.000 euros. Si por caso se tratara de un viaje, la pregunta clave
sería si en el lapso de 48 meses el precio de dicho viaje aumentaría ese
porcentaje o más.
Si la respuesta resultara afirmativa, quizás sería conveniente coger el
préstamo; en caso contrario, a lo mejor convendría ahorrar unos 200 euros mensuales
durante dos años. Claro que también es
importante plantearse si se está dispuesto a pagar la cuantía de los intereses
por darse el gusto ahora, lo cual entraría en la categoría de atracción fatal,
pero asumido de una forma consciente.
Cuáles son los aspectos
financieros relevantes de un préstamo
Los tres elementos que, de una manera inseparable, definen el importe
total a pagar son:
Imagen: pressfoto
La cantidad solicitada,
lo que se define como capital
El interés, que será
aplicado al dinero requerido
El tiempo en que se va a
pagar la deuda contraída
Es obvio que, a mayor capital y mayor tiempo, el total a pagar por concepto de intereses también aumentará. Al respecto, es de suma ayuda utilizar un simulador de préstamos que permite evaluar diferentes escenarios sin compromiso: indica el proyecto, el importe que quieres solicitar y dale al botón, introduce el resto de datos para terminar el proceso y recibirás un correo con la información precisa.
El TIN y el TAE
Un punto importantísimo a tener en cuenta es la diferencia entre el tipo de interés nominal (TIN), que es la
tasa que se aplica según la entidad bancaria, y la Tasa Anual Equivalente (TAE), la cual incluye otros conceptos,
representando la realidad en cuanto al retorno que percibirá la institución que
presta el dinero y que es finalmente lo que el cliente pagará.
Muchas entidades atraen a los consumidores con un TIN muy atractivo pero
luego el TAE dice otra cosa, por lo que es altamente recomendable estar atentos
a estas cifras.
Los gastos asociados
Igualmente, a la hora de adquirir un préstamo se debe estar al tanto
acerca de otros gastos asociados, como por ejemplo: la obligatoriedad de adquirir
un seguro, comisiones, honorarios, y penalizaciones por demoras o por reembolso
anticipado.
En este sentido, la Ley vigente obliga a las instituciones a informar
muy claramente al cliente, por lo que cualquier empresa que no lo haga no es
del todo fiable.
La tasa de interés
Imagen: freepik
Otro detalle crucial es saber si la tasa de interés es fija o variable,
lo que debe ser un elemento a considerar de acuerdo a la conveniencia del
consumidor ya que ambas figuras tienen sus pros y sus contras.
En el primer caso existe mayor seguridad del importe final que se va a
pagar, pero en el segundo se parte de un porcentaje normalmente mucho más bajo,
lo que implica que las primeras cuotas serán más convenientes en términos del importe
mensual.
La importancia de cumplir
con los plazos
Finalmente, hay que tener muy presente que se debe pagar el crédito de una forma estrictamente puntual ya que, en caso contrario, se pasará a un archivo de clientes morosos, siendo muy conocido el de ASNEF.
Con un simple retraso en el pago del préstamo, el sistema de la entidad
transfiere la información de forma automática a la base de datos, donde permanece
por un lapso de seis años o más. Estos listados son las fuentes de consulta por
parte de las instituciones para verificar la solvencia o el historial de los
clientes.
Normativa legal vigente
para los préstamos personales
Los préstamos personales se rigen por la Ley de Crédito al Consumo, conocida como la Ley 16/2011, que consta de 36 extensos artículos. Los aspectos más relevantes de la mencionada normativa son los siguientes:
Image: perig76
La entidad debe informar claramente al cliente de
todos los cargos, los cuales se reflejarán en el TAE y deben estar a la vista y
no como elementos adicionales a TIN. Esto aplica tanto a la hora en que el
consumidor solicita la oferta como en el contrato y en toda la publicidad del
producto financiero.
Igualmente, la entidad debe informar acerca de la
existencia de otros gastos, como la obligación de respaldar el crédito con una
póliza de seguro y el coste del mismo, si se aplican comisiones por algún
concepto, como la apertura de cuenta o modificación del contrato, así como cuál
es el interés de demora.
La entidad debe realizar una oferta cuya vigencia sea
de al menos 14 días naturales a fin de que el consumidor pueda evaluar otras
opciones durante ese periodo de tiempo.
La Ley no determina el porcentaje de interés máximo a
ser aplicado en los créditos.
El cliente tiene derecho al reembolso anticipado. Si este
fuera el caso, pagará el 1% del total que esté abonando a capital si queda más
de un año para el vencimiento del préstamo y el 0.5% si el tiempo es inferior.
Si la negación de un crédito se debe a que el cliente
está incluido en alguna base de datos donde aparece como moroso, la entidad
está en la obligación de informar de forma pormenorizada al respecto.
Adelanto de dinero
En el caso de necesitar tan solo un adelanto de dinero de una suma pequeña para devolver en un plazo corto de tiempo, la mejor opción es optar por préstamos rápidos, que son fáciles de conseguir y fáciles de cerrar, evitando el papeleo y los tecnicismos de préstamos de mayor cuantía.
Resumiendo, a la hora de solicitar un préstamo personal es importante conocer las normas por las que se rige, así como evaluar varias opciones y simular diversos escenarios.
Ya se vaya a adquirir el préstamo por necesidad, conveniencia, o incluso
por atracción fatal, nunca se debe hacer sin un estudio previo minucioso y,
sobre todo, sin ser consciente del compromiso que ello implica.
En el diccionario de la RAE, la palabra «manía», en una de sus varias acepciones, es definida como una «preocupación caprichosa y a veces extravagante por un tema o cosa determinados». El Larousse, igualmente como una de varias acepciones, la define como «costumbre caprichosa y extravagante».
Ambas definiciones caben en este caso, ya que eso es exactamente lo que tienen esos genios de la literatura que son el tema central del artículo: las preocupaciones, manías y rituales a veces caprichosos, a veces extravagantes, a la hora de escribir esos personajes, tramas y universos que han fascinado a millones de lectores durante muchos años.
Manías
Juan Rulfo, el gran escritor mexicano, escribió su aclamada novela Pedro Páramo en papelitos de distintos colores en los que redactaba las distintas situaciones presentes en la novela y, según los colores, Rulfo establecía jerarquía e importancia dentro de la historia; luego los pasaba a limpio.
Juan Rulfo
Stephen King, el maestro del terror, también tiene sus manías para escribir, al igual que sus rituales. Se levanta temprano en la mañana, pone música y se sienta a escribir (en un trailer que está en las afueras de su casa, con música rock como ambiente musical). Cuando escribió La Torre Oscura se despertó de un profundo sueño con toda la historia en la cabeza; se sentó a escribir y no paró sino hasta días después, habiendo terminado todo ese primer tomo de la historia. King dice que obtiene sus ideas para historias al ver una cosa, o quizás dos, que sean interesantes; luego se pregunta “¿Qué pasaría si…?” y de ahí en adelante, de la respuesta a esa pregunta, obtiene una historia.
Manías “nobel”
Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, generalmente comienza a escribir a las siete de la mañana; es maniático del orden y tiene muchas figuras variadas de hipopótamos a su alrededor.
Gabriel García Márquez, otro Premio Nobel, eterno padre de Macondo y de los Buendía, Eréndira y tantos otros también tenía sus manías: escribía descalzo y vestido (nunca en pijama), y siempre debía tener una flor amarilla en la mesa. No llevaba notas de las ideas que se le ocurrían para cuentos o novelas, simplemente tomaba aquellas que pululaban en su mente, no las olvidaba y las desarrollaba posteriormente en sus obras.
Gunter Grass
El autor de El Tambor de Hojalata, Gunter Grass, alemán y también ganador del premio Nobel de Literatura, escribía solo durante el día y creaba de cinco a siete páginas. Mientras leía y oía música tomaba un largo desayuno entre las nueve y las diez, trabajaba después de comer y luego un descanso vespertino durante el cual bebía café. Retomaba su trabajo y escribía seguido hasta las siete de la noche.
Rutinas y revisiones
García Márquez también era rutinario: se despertaba a las cinco de la mañana, leía dos horas, se bañaba y desayunaba; luego revisaba el manuscrito del día anterior y continuaba. Decía que no tenía bloqueos, y sí mucho trabajo. Para probar sus historias, algunas veces las relataba a un grupo de gente en algún seminario o conferencia para ver cómo reaccionaba la gente ante ellas, y luego escribía lo contrario a lo que había dicho.
La rutina de la autora norteamericana Louisa May Alcott, mundialmente conocida por su novela Mujercitas, consistía en escribir hasta trece horas diarias seguidas sin descanso. Lo hacía de pie, y las hojas las colocaba en un atril que situaba en el centro de una habitación. Obtenía las ideas de su propia vida (Mujercitas y su saga, junto a Ocho Primos y su secuela, fueron casi netamente retratos de su vida familiar, y Relatos de Hospital se nutrió de las experiencias que obtuvo Louisa mientras fue enfermera en el frente de la Guerra Civil Norteamericana). Alcott escribió hasta el día de su muerte.
Louisa May Alcott
La inglesa Jane Austen también tomaba temas y tramas de su vida y de la gente que vivía su alrededor para crear sus historias. Era igualmente una escritora muy estricta consigo misma y constantemente revisaba y modificaba sus textos, llegando incluso a reescribirlos completamente. Escribió varias de sus novelas en un escritorio portátil que su padre le regaló al cumplir 19 años, y nunca se separó de él. Siempre estaba dispuesta a experimentar con nuevos enfoques e ideas, y nuevas experiencias que luego serían mostradas en sus novelas, no entregaba nada a su editor sin que antes lo hubiese leído y comentado su hermana Cassandra, y discutido ambas, incluso. Sus otros familiares también tenían voz y voto en sus personajes y tramas, y a menudo ella tenía en cuenta las sugerencias de aquellos en quienes más confiaba.
León Tolstoi era, de igual manera, extremadamente meticuloso en sus escrituras y revisaba estrictamente sus manuscritos cada día, hasta varias veces. Tolstoi, uno de los más renombrados escritores rusos de todos los tiempos, autor de Anna Karenina, La Muerte de Iván Illich y Guerra y Paz, tenía en su esposa Sofía Behrs a su copista y editora más férrea. Sofia copió el manuscrito de Guerra y Paz siete veces (cualquiera que haya leído esa novela recordará su extensión y sabrá apreciar infinitamente más el enorme trabajo que realizó Sofía tantas veces, y a mano).
Isaac Asimov, el célebre escritor de ciencia ficción, creador de las leyes de la robótica y de inolvidables novelas tales como La Serie de los Robots y Fundación, era un arduo trabajador: escribía por 8 horas durante toda la semana en espacios pequeños y cerrados, sin ventanas y con bombillos. A diferencia de Tolstoi, nunca revisaba más de dos veces sus textos porque, según él, perdía el tiempo.
Isaac Asimov
Los místicos
Tanto la escritora chilena Isabel Allende, autora de novelas como La Casa de los Espíritus y Eva Luna, como Jack Kerouac, uno de los escritores Beatniks más apreciados por los lectores alrededor del mundo y autor de la clásica novela En El Camino, se alejan bastante del pragmatismo casi militar de las rutinas y manías de sus otros colegas y abrazan más el misticismo y la espiritualidad a la hora de escribir, y ambos usaban velas.
Allende, como buena latina, tiene mucho del realismo mágico en sus manías al escribir: al iniciar su trabajo enciende una vela y si esta se apaga hasta ahí escribe ella. Realiza conjuros y también tiene fetiches: comienza los libros cada 8 de enero.
Kerouac también se acogía bajo el manto del misticismo y lo religioso como preludio de la sesión de trabajo, y no estaba exento de manías al escribir: tenía un ritual en el que encendía una vela, con cuya luz escribía, y luego la soplaba al terminar la labor. También, antes de empezar a escribir, se arrodillaba y rezaba a Jesús por la preservación de su lucidez y energía. Le encantaba el número 9 y, por ello, como parte de su rutina, ponía la cabeza en el suelo y lo tocaba nueve veces con la punta de sus dedos.
Jack Kerouac
Otros maniáticos
Francis Scott Fitzgerald, autor de grandes clásicos de la literatura universal como El Gran Gatsby y Tierna es la Noche, entre otras, nunca pudo tener un horario que llamase normal para escribir, empezaba a hacerlo a las cinco de la tarde y no paraba sino hasta la madrugada. Decía que escribía en arrebatos creativos, de los cuales lograba escribir hasta ocho mil palabras seguidas. A medida que pasaba el tiempo, incluía la bebida en el proceso, ya que decía que sin ella no podía crear. Se convirtió en un maniático de la ginebra y su ciclo llegó a ser el de escribir, tomar, escribir, tomar. Se sabe a dónde lo llevó esa triste costumbre caprichosa.
Por su parte, Mark Twain, padre de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, iba a su estudio en la mañana y ahí permanecía escribiendo hasta las cinco de la tarde. Nunca almorzaba, y no le gustaba que le molestaran mientras creaba sus historias. Si su familia le necesitaba para alguna cosa, simplemente tenían que soplar un corno (una trompa) y él salía a su encuentro, y una vez terminada su jornada diaria, leía sus escritos del día a su familia después de la cena.
Henry Miller
Henry Miller era extremadamente metódico y espartano a la hora de trabajar, llegando incluso a redactar sus ‘mandamientos’ o reglas para la escritura. Entre ellas se incluía no escribir más de una obra seguida, no ponerse nervioso, mantenerse calmado, salir y ver gente y sentirse humano, olvidarse de los libros que se quiere escribir y concentrarse en el que se está escribiendo, trabajar sólo con y por placer y poner siempre la escritura por delante. Todos los cumplió.
George R. R. Martin, autor de la saga Canción de Hielo y Fuego (fuente de la serie Game of Thrones de HBO), detesta darles pistas a sus lectores sobre el futuro de sus personajes. El autor asemeja su proceso creativo de la saga a la crónica de una guerra mundial vista de todos los ángulos posibles. Dice, en entrevistas, que la imaginación es lo único que le limita en su labor literaria.
Para cerrar, Ernest Hemingway. Con sus propias palabras habla de su proceso creativo, y todo lo que encierra para él:
“Cuando trabajo en un libro o en un cuento escribo cada mañana tan pronto como pueda hacerlo, después de la primera luz del día. No hay nadie que te perturbe y hace frío, y vienes a tu trabajo y te calientas mientras escribes. Lees lo que has escrito y dado que siempre te detienes cuando sabes qué sucederá luego, continúas desde ahí. Escribes hasta que llegas a un lugar donde aún tienes tu jugo y sabes qué sucederá luego, y te detienes y tratas de vivir hasta el otro día, cuando empiezas de nuevo. Has empezado digamos que a las seis de la mañana y puedes continuar hasta el mediodía o terminar antes. Cuando paras te sientes vacío y al mismo tiempo nunca vacío, sino lleno; así como cuando le has hecho el amor a alguien que amas. Nada puede lastimarte, nada puede pasar, nada significa nada hasta el otro día, cuando lo haces otra vez. Es la espera hasta el otro día lo que lo hace tan difícil de superar”.
Silvia Mendoza es profesora de idiomas, literatura y cultura. Blogger y anglófila diplomada de UniLeón que muere por el té, el café, la música, el cine y mil cosas más. | Twitter |
Madrid
y la literatura configuran uno de los matrimonios más estables de la cultura
española, una relación indisoluble que es el orgullo de los madrileños. La capital de España tiene diez estaciones de
metro con nombre de escritor@s.
¿Pero
cuántos sabrían decir qué dos literatas tienen estación de metro, cuál es la
línea metropolitana más literaria o cuál es el único poeta extranjero que tiene
estación propia?
Concha Espina fue finalista al Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones y en una de ellas (1926) perdió por tan solo un voto. A pesar de esta proyección internacional, seguramente sean pocos los viajeros de la línea 9 de Metro que recuerden cuál es su obra más conocida, “La Esfinge Maragata”.
Más suerte tuvo Vicente Aleixandre, el poeta que, en 1977, fue galardonado con el mayor reconocimiento literario mundial. Durante años, su casa –conocida como La Velintonia– fue el centro neurálgico de la Generación del 27. En ella se leyeron por vez primera “Sonetos del amor oscuro” de Federico García Lorca y en ella Aleixandre ejerció como anfitrión de poetas de la talla de Pablo Neruda o Miguel Hernández.
Hasta
el año 2018, la estación Vicente Aleixandre era conocida como Metropolitano y
se encuentra en el distrito de Moncloa (línea 6 de metro).
Escritor y lector compulsivo
El
poeta cordobés Luis de Góngora no ha sido merecedor, al menos hasta la fecha,
de una estación metropolitana en la capital madrileña, pero sí el poeta con el
que mantuvo una terrible enemistad: Francisco de Quevedo.
De
Quevedo se han escritos ríos de tinta, pero hay algunas curiosidades sobre su
biografía que no son por todos conocidas: además de escritor prolífico, era un
ávido lector, hasta el punto de crear distintos artilugios que le permitiesen seguir
leyendo mientras comía o cuando estaba en la cama.
Cuando
falleció, su biblioteca albergaba más de cinco mil ejemplares y siempre que
hacía un viaje se hacía acompañar de un centenar de ellos. Libros que, sin duda,
se habría llevado para recorrer la línea 2 del Metro de Madrid, en donde se
encuentra “su estación”.
Uno
de los grandes poetas de las letras hispanas y “padre del modernismo” es Rubén
Darío, el más internacional de los poetas nicaragüenses. La estación que honra
su memoria se encuentra en la línea 5, bajo el Paseo de Eduardo Dato.
Junto a Lope de Vega y Calderón de la Barca, Tirso de Molina –pseudónimo de Fray Gabriel Téllez– es considerado uno de los grandes dramaturgos de las letras españolas, autor de obras inolvidables como “El burlador de Sevilla”, “Don Gil de las calzas verdes” o “El convidado de Piedra”. Actualmente, la estación de Tirso de Molina se encuentra en la plaza homónima y pertenece a la línea 1.
Cinco reinas bajo su tutela
Además
de Concha Espina, la otra estación que evoca a una de nuestras grandes
literatas es La Latina. Se encuentra en la línea 5, bajo la plaza de la Cebada,
en el barrio del mismo nombre.
Con
este sobrenombre se conocía a Beatriz Galindo, la cual era capaz de hablar en
latín con gran fluidez y traducir perfectamente a los clásicos con tan solo
quince años.
Estos
méritos no pasaron desapercibidos a Isabel la Católica, que la nombró maestra
de latín de la reina y de sus hijas. Bajo su tutela estuvieron nada más y nada
menos que cinco reinas: las castellanas Isabel la Católica y Juana La loca;
Catalina –reina de Inglaterra–, e Isabel y María, ambas reinas de Portugal.
Nuestro
recorrido literario se completa con las estaciones de Menéndez Pelayo y Miguel
Hernández, ambas en la línea 1; Antonio Machado (línea 7); y las de Antonio
Saura y Blasco Ibáñez, en la línea ML-1.
Transcurre el año 145 a.C. cuando Roma ha enviado a uno de sus más prestigioso generales, Quinto Fabio Máximo Emiliano, a Lusitania con el propósito de dar un merecido escarmiento y, de paso, intentar poner fin a la resistencia de un sencillo pastor, Viriato, que tiene en jaque a las guarniciones situadas en el territorio.
Esta parte del objetivo no pudo realizarse, salvo con la intervención de la traición. Traición que llevaría a cabo tres de sus lugartenientes, en el año 139 a.C., previo pago de una importante cantidad por parte del gobernador romano Servilio Cepión.
Como decía, la campaña fue un éxito y, una vez dada por terminada, el ejército expedicionario recibe la orden de regresar a Roma. El camino habitual es recorrer la Vía Heraclea, que posteriormente será la muy conocidaVía Augusta. Es el itinerario elegido. Con lo cuál los soldados que no han sido licenciados inician su camino hacia casa.
Tras días de camino, llegan a una zona que parece ser la idónea para tener un merecido descanso. Nos encontramos ya en el año 138 a.C. Es allí, donde el cónsul en Hispania, Junius Brutus, ha decidido fundar un asentamiento.
Ruinas de La Almoina, actualmente en el centro de Valencia, entre la catedral, la basílica y el Almudin.
El lugar es idóneo, pues está cerca del mar, con lo cual tiene una buena salida marítima, y en una isla fluvial, formada por la bifurcación del río Turia, que le supone una importante protección de cara a los posibles intereses de conquista de otros pueblos.
No nos olvidemos que el lugar, se encuentra equidistante de dos de los núcleos de población iberos más importantes en esa época: el asentamiento de Arse (Sagunto), y el de Saetabis (Xàtiva), lo cual permitía el control de un territorio, en el que no había ninguna ciudad Romana, cerca.
Un río
de vida
Es indudable que el río Guadalaviar, tras nacer en la Muela de San Juan, a casi 1.700 metros de altitud, tiene una larga bajada a lo largo de las laderas de la Sierra de Albarracín, hasta llegar a la planicie y unir sus aguas al río Alfambra. Cambia allí su nombre y pasa a ser el río Turia.
A partir de ese momento, más sosegado su caudal, emprenderá una labor de vida. Una labor de vida, pues son multitud las zonas que recibirán la riqueza de sus aguas para ir creando y desarrollando una importantísima riqueza agrícola y ganadera que ha llegado hasta nuestros días.
Centrándonos en el asentamiento de Valentia Edetanorum, recién creado, es la riqueza que trae el río Turia, la que dará lugar a una de las vegas mas importantes, no solo de la zona, posiblemente de toda la península: la Huerta Valenciana.
Así las cosas el
lugar no podía ser mejor para dar descanso a los sufridos legionarios romanos.
Un río
protector
Como comentaba, al estar ubicado el asentamiento en una isla formada por el río Turia, también representaba un problema: el hecho de poder salvar el río, tanto hacia fuera como hacia dentro.
El tema se resuelve por medio de los vados naturales, y en la construcción de diversos puentes, en principio muy sencillos –no estaba la economía para grandes dispendios, en ese momento–, que las continuas avalanchas y riadas se encargarán de destruir al cabo de los siglos venideros.
El mundo ha cambiado, y mucho, especialmente desde que internet irrumpió en nuestras vidas. Las redes sociales han creado una nueva manera de comunicarnos y no siempre sabemos quién se encuentra al otro lado de la pantalla.
Gracias a la tecnología deepfake, el sitio web This Person Does Not Exist (Esta persona no existe) produce una nueva fotografía de un ser humano (hombre, mujer o niño de cualquier edad y origen étnico) cada vez que se refresca la página, una y otra vez.
Pero por imposible que pueda parecer, no son fotografías reales, aunque nadie lo diría. Son imágenes creadas por una red de confrontación generativa, un tipo de sistema de aprendizaje automático que crea nuevos ejemplos modelados a partir de un conjunto de especímenes con los que se entrena el sistema.
Millones de caras de humanos que no existen, pero que tiene un nivel de detalle que las hace completamente convincentes: un niño de ojos helados que puede reír o llorar en cualquier momento; una joven preocupada de que sus poros puedan mostrarse…
Esta web ha alimentado los temores actuales sobre cómo la inteligencia artificial puede engañar, confundir y, en general, causar estragos en el comercio, la comunicación y la ciudadanía.
Pero, ¿estas personas que no existen son diferentes, en realidad, de todos los perfiles de Tinder en los que deslizaste a la izquierda, o las caras en la multitud en el metro a las que quizás nunca vuelvas a ver?
Internet ha mejorado nuestras vidas, pero también las ha perjudicado. Hoy cualquiera puede entrar fácilmente en una discusión acalorada con una cuenta de bot que genera respuestas aleatorias, o con un agente de servicio al cliente automatizado que combina solicitudes de entrada con respuestas de salida.
Mike Hughes, también conocido como ‘Mad Mike’, de 64 años y creyente de que la tierra es plana, murió el pasado sábado tras un corto vuelo en el desierto de California.
Hughes construyó un cohete de vapor con sus propias manos, el cual fue el causante de su muerte.
Las imágenes del cohete artesanal muestran su paracaídas desplegándose inmediatamente después del despegue y siendo destruido por la estela, dejándole sin ningún tipo de seguridad ni mecanismo que frenara su descenso.
Hughes, ferviente creyente de que la Tierra es plana, planeaba ir lo suficientemente alto como para conseguir ver la curvatura de la tierra con sus propios ojos y confirmar así su teoría.
Con la ayuda de su compañero Waldo Stakes, Hughes estaba tratando de alcanzar una altitud de 5,000 pies (1,525 metros) propulsado por su propio cohete a vapor, según Space.com.
El lanzamiento se estaba filmando para el llamado «Canal de la Ciencia», que ha recibido fuertes críticas por alentar las acrobacias arriesgadas de Hughes.
En un tuit, el Canal de la Ciencia dijo que Hughes había muerto persiguiendo su sueño.
Marlowe, Corneille
o Maquet son autores desconocidos para el gran público…, pero no así “sus
obras”.
Coloquialmente
se les conoce como “negros literarios”, una profesión que se podría definir
como aquella en la que se contrata a una persona para escribir a cuenta de otra.
Estos autores forman parte de la literatura más marginal, de esa que apenas se
cuenta.
Los
“escritores fantasma”, el calco literario del término anglosajón “ghostwriter”,
han existido en todas las épocas de la historia y su labor ha abarcado todo
tipo de géneros (memorias, biografías, ensayos, monografías…).
Los
grandes tampoco se libran
La sombra de la duda subyace tras la figura de William Shakespeare (1564-1616), que muy probablemente utilizó a Christopher Marlowe en algunas de sus obras.
Christopher Marlowe
No eligió a un segundón, fue uno de los más famosos del periodo isabelino y el introductor del verso blanco. Son muchas las voces autorizadas que le señalan como el autor de tapado de “Enrique IV”.
Los
franceses tampoco se libran. Después de una agria polémica en el país vecino y
de un análisis detectivesco más propio de un asesinato que de una autoría
literaria, se ha llegado a la conclusión de que “El
Tartufo”, “Don
Juan” y “El
avaro” no fueron escritas por Moliére (1622-1673), sino por Pierre
Corneille, un contemporáneo suyo.
Pierre Corneille
A pesar
de todo, el caso más flagrante lo encontramos en Alejandro Dumas padre (1802-1870).
Es conocido que recogía datos y esbozaba los argumentos que luego escribiría un
ejército de negros a su servicio, para finalmente retomar la labor literaria y darle
al conjunto su toque más personal.
Se
sospecha que llegó a tener en nómina más de setenta escritores fantasma. El más
famoso fue, sin duda, Auguste Maquet, que participó “activamente” en el proceso
de creación de “Los
tres mosqueteros” y “El
conde de Montecristo”.
Auguste Maquet
La
relación entre jefe y empleado se fue deteriorando con el paso del tiempo hasta
que, finalmente, Maquet tomó la determinación de denunciar a Dumas. Un juez
condenó a este último a pagar a su negro literario una elevada cantidad de
dinero. Esto está muy bien pero, ¿quién conoce dos siglos después a Maquet?
Howard P.
Lovecraft (1890-1937), el maestro de la literatura de terror, vivió a ambos
lados de esa sinuosa frontera. Durante un tiempo fue el escritor en la sombra
de los relatos de Harry Houdini, el conocido escapista. Para él escribió un
relato titulado “Bajo las
pirámides” (1924).
H. P. Lovecraft
Posteriormente
llegaría su momento de gloria literaria, pero cuando falleció –a la edad de
cuarenta y seis años– dejó varios relatos inconclusos que acabaría terminando
August Derleth.
Autoría
desde el más allá
Charles
Dickens (1802-1870) tiene el honroso mérito de haber escrito una obra desde el
más allá y a golpe de dictado. No se habían cumplido todavía tres años de su
fallecimiento cuando publicó “El
misterio de Edwin Droad”. Al impresor –Thomas Power James– no le tembló la
voz al explicar que Dickens se la había dictado durante una sesión de espiritismo.
Ya en
nuestro país, Alejandro Sawa (1862-1909) fue el prototipo de escritor decimonónico
bohemio y maldito. Al parecer, fue la fuente de inspiración de Ramón
Valle-Inclán para crear a Max Estrella, el protagonista de “Luces
de Bohemia”.
Alejandro Sawa
En 1890
Sawa coincidió en París con el escritor nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), por
aquel momento exiliado en el país galo. Ambos establecieron una fuerte amistad
que se tornaría en laboral, en donde Sawa actuó como escritor en la sombra.
En fin,
la creación artística está llena de tabúes y leyendas, y los escritores por
encargo forman parte de sus renglones torcidos y malditos.
Aunque no lo parezca, dormir al menos
siete horas diarias puede considerarse como una eficaz estrategia para el
desarrollo muscular. El sueño es un elemento fundamental para la recuperación y
el entrenamiento.
En los programas de actividad deportiva, el descanso
adecuado permite asimilar el trabajo físico más eficientemente, lo que ayuda a
alcanzar una mejor tonificación y mayor volumen muscular.
Con la ejecución de los distintos ejercicios
se llegan a producir microfracturas en las fibras musculares que al ser
restauradas por el mismo organismo ayudan al crecimiento y fortalecimiento de
los músculos trabajados.
El
músculo crece desde la almohada
Todas estas “reparaciones” ocurren durante la
etapa del sueño. Además, cuando duerme, el cuerpo produce una gran cantidad de
la hormona de crecimiento que, entre otras funciones, ayuda al proceso de desarrollo
de la masa muscular.
El descanso apropiado también favorece la
termorregulación del cuerpo y estimula la función cognitiva. Durante el
sosiego, se genera un proceso de restauración y fortalecimiento de la energía
corporal.
La mayoría de las personas necesitan,
aproximadamente, unas siete u ocho horas y media de sueño cada día. De estas,
por lo menos un 80% deberían tener lugar durante la noche.
Sin embargo, al aumentar la intensidad en las
rutinas de entrenamiento, se deben aumentar los periodos de descanso, de esta
forma se permite la recuperación necesaria destinada al crecimiento muscular.
¡Con
las pilas bien cargadas!
Por otro lado, una duración insuficiente de
descanso por la noche podría limitar el rendimiento físico y producir efectos
negativos en la salud metabólica.
Los niveles de testosterona se ven afectados
según la cantidad de sueño que obtenga el cuerpo. Esto se debe a que la mayor
cantidad de producción de la hormona masculina tiene lugar mientras el cuerpo
está en descanso.
De acuerdo con una investigación reciente,
los hombres que dormían menos de cinco horas al día durante una semana
presentaban niveles de testosterona significativamente más bajos que aquellos
que lograban descansar durante toda la noche.
La baja calidad del sueño también altera
la función neuroendocrinal y la glucosa en el metabolismo, por lo que
se vería afectada la metabolización de los carbohidratos, el apetito, el
consumo de alimentos y la síntesis de proteínas.
¿Cuánto
tiempo es mejor?
El Journal
of Clinical Sleep Medicine (USA) publicó un estudio sobre las consecuencias
metabólicas negativas que se pueden generar en el organismo debido a un sueño
deficiente.
Durante el informe se analizó la duración, la
estabilidad y calidad del sueño en unos 225 pacientes representativos que
completaron el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh (ICSP) y el
Cuestionario de Apnea de Berlín.
Los resultados arrojaron
que los participantes con la mejor calidad del sueño
tuvieron una menor prevalencia de obesidad.
Según la investigación, la prevalencia de
obesidad es más baja entre los participantes que informaron de 5 a 7 horas de
sueño por noche y más alta entre los encuestados que manifestaron dormir fuera de ese rango de
tiempo.
No
dormir suficiente puede ser peligroso
La baja calidad del sueño no solo afecta el
rendimiento deportivo o metabolización de los alimentos. Los trastornos del
sueño también se relacionan con el aumento a la sensibilidad del dolor.
Al verse afectado el sistema cognitivo por la
falta de descanso, el riesgo a lesionarse es mayor. También se afecta el
sistema inmunológico y hace al cuerpo más vulnerable a las enfermedades.
Como la alimentación también influye en la
conciliación del sueño, se debe mejorar los hábitos alimenticios para favorecer
un descanso de calidad durante las noches.
Estimular
un sueño de calidad
El consumo de grasas, mayormente de origen
animal, hace más lenta la digestión, por lo que se recomienda reducir su
consumo en las cenas.
Bebidas estimulantes como el café, gaseosas o
alcohol afectan a los neurotransmisores que ralentizan la adrenalina. Por lo
tanto, su consumo debe ser limitado unas pocas horas antes de dormir.
Para garantizar un
buen descanso, se recomienda mantener un ambiente agradable, libre de ruidos y
a una temperatura entre los 18°C y 23°C. También usar ropa liviana y cómoda y
evitar exceso de luz que pueda alterar el reposo.
Realizar una
actividad relajante como leer un libro o escuchar música suave puede estimular
el sueño. La práctica de una rutina de relajación por las noches como meditar o
tomar un baño caliente ayuda a alcanzar la somnolencia con mayor facilidad.
Una alta calidad del sueño y tener una hora
de acostarse estable pueden reducir el estrés, normalizar el metabolismo y ayudar
a tener músculos más grandes y fuertes.
«¡Cuando tenga el sello del dragón, gobernaré el mundo!»
Signature ha presentado un avance oficial de la película «The Iron Mask», que es un título nuevo para la película originalmente conocida como «Journey to China: The Mystery of Iron Mask», o «The Mystery of the Dragon Seal in Malasia». Su estreno está previsto para el 10 de abril.
Se trata de una loca película de fantasía y aventuras, una coproducción China-Rusia-Estados Unidos, con un gran presupuesto y que presenta a dos de los actores principales de la marca: Jackie Chan y Arnold Schwarzenegger.
La trama involucra al viajero y cartógrafo inglés Jonathan Green que viaja a China y termina cayendo en una aventura fantástica.
El extraño elenco también incluye a Rutger Hauer, Charles Dance, Jason Flemyng, Xingtong Yao, Anna Churina y Narupornkamol Chaisang.