Los gobiernos internacionales saben que una economía robusta y en crecimiento es el combustible que impulsa a cualquier país. Las oportunidades que las naciones ofrecen a los nuevos emprendedores son cada vez más ingeniosas.
Así sucede en Estonia. Sí, Estonia. Un pequeño país báltico miembro de la comunidad europea que, desde finales del 2014, ofrece a los emprendedores interesados obtener una residencia digital o virtual.
La idea ya ha captado a más de 24 mil emprendedores de todo el mundo, que ya se han anotado, por 100 euros, en esta aventura que pretende incrementar la inversión y la creación de empresas en ese país. En total, ya han sido creadas unas 3000 empresas.
Es una suerte de revolución electrónica, la última apuesta de este territorio en el que casi todas las gestiones administrativas se realizan por Internet. ¿Su mayor atractivo? La aportación al Estado es muy inferior a la media.
Apoyo al emprendedor global
El origen geográfico de los solicitantes incluye 143 países, aunque el ranking lo dominan los siguientes: Finlandia, Rusia y Ucrania, pero también hay ciudadanos latinoamericanos de Brasil, Argentina o México, según el portal web oficial del servicio.
El documento, que es aprobado y enviado por cualquier consulado o embajada de Estonia en el mundo, no brinda la ciudadanía a los solicitantes ni elimina el requisito de obtener una visa. También puede ser retirado en el mismo país en cualquier puesto fronterizo o comisaría policial.
Antes de su emisión, estas mismas autoridades realizan una revisión exhaustiva, para comprobar que el solicitante no tenga antecedentes delictivos.
Beneficios y requisitos
¿Qué puede hacer un emprendedor con la también llamada e-Residency? Entre otras cosas, crear empresas en Estonia, administrarlas desde cualquier lugar del mundo, cifrar los documentos, abrir cuentas bancarias en esta nación y operarlas desde el extranjero.
Para solicitarla, hay que entrar en el sitio web oficial, cumplimentar los formularios, pagar los 100 euros, suministrar una foto de carnet y el documento oficial de identidad del país de origen.
La residencia digital de Estonia es la primera de este tipo en el mundo. Una vez obtenida, “ofrece la libertad para comenzar y desarrollar un negocio con enfoque global, bajo un ambiente de la Unión Europea”, según se desprende del portal web oficial para alcanzar este beneficio.
Para los negocios relacionados con la consultoría, el sector informático, de ventas y con el mundo digital, esta es una opción a considerar.