Hace miles de años, los babilonios estudiaron los cielos día tras día, verificando la posición de las estrellas y los planetas conocidos, así como la Luna y el Sol con respecto a la Tierra, a fin de comprender mejor los ciclos de la vida, llegando a la conclusión de que podían dividir el ciclo solar en 12 partes iguales, regidas cada una por un grupo de estrellas. Había nacido el sistema astrológico, también conocido como zodíaco.
Hoy en día el horóscopo es uno de los oráculos más consultados en el mundo y cientos de diarios, revistas y páginas web, así como programas de radio y de televisión se dedican al tema. El estudio, elaboración y comprensión de las cartas astrales es todo un arte que conlleva años de estudio.
También, desde hace muchos años se habla de la existencia de un treceavo signo llamado Ofiuco (la serpiente), planteamiento que fue desechado por los astrólogos hace tiempo.
Advertencia astronómica ignorada
Una publicación reciente de la edición británica de Cosmopolitan reavivó a Ofiuco al plantear, erróneamente, que los signos zodiacales habían sido modificados y ahora serían trece. Cundió el pánico, había que rehacer todo: para que el nuevo signo entrase, sería necesario modificar las fechas de los otros signos y muy probablemente todos habríamos cambiado de regentes.
Increíblemente, el error de la revista se basó en una lectura apresurada de la sección infantil de la web de la Asociación Nacional de Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA), quienes explican cómo surgió el zodíaco y mencionan lo ocurrido con Ofiuco.
También en la página de la NASA puede leerse claramente que la astrología y la astronomía son cosas diferentes, pero por lo visto, a alguien en Cosmopolitan le pareció poco importante esa advertencia.
Consecuencias impredecibles para la astrología actual
Los especialistas afirman que de haber sido efectivo el cambio del actual zodíaco, solamente la actualización de la información hubiese causado pérdidas millonarias y, con toda probabilidad, el final de la astrología tal como la conocemos, derrumbando con ella a una buena parte de las técnicas de videncia existentes.
La confianza de la gente en las predicciones del horóscopo y demás herramientas del estudio de los cuerpos celestes para conocer el futuro es enorme y de ningún modo pueden cambiarse los signos zodiacales.
La NASA, por su parte, ha reiterado que la astronomía es una ciencia independiente de los estudios astrológicos, con los que no tienen ninguna intención de interferir.