Hoy día se ha avanzado una barbaridad en el espinoso asunto de los videojuegos violentos y su aceptación en la sociedad. Ahora bien, ¿qué ocurriría si se demostrara científicamente que el uso de videojuegos con contenido abiertamente violento reduce la hostilidad del individuo que juega con ellos? Seguro que muchos ni se lo creerían.
Pero lo cierto es que un estudio de la Universidad Internacional de Texas A&M ha demostrado que los que se escandalizan ante la visión de un título de este tipo están muy lejos de la verdad (y, por ende, deberían de dejar de escandalizarse tanto). Según el Doctor Christopher J. Ferguson, esta forma de entretenimiento genera un estado emocional más estable y apaciguado, descargado, podríamos decir, además de reducir considerablemente el estrés.
“103 jóvenes adultos en estado de frustración fueron seleccionados para jugar a algo que no fuese un videojuego, a un videojuego no violento, a un videojuego violento de temática ‘el bien contra el mal’ y a un videojuego violento en el que podían actuar como ‘chicos malos’. Los resultados sugieren que los juegos violentos reducen el sentimiento hostil en los jugadores”, asegura el doctor.
El estudio también insinúa que los juegos de esta temática podrían usarse en adolescentes y personas adultas con el fin de estabilizar su situación emocional, así como para aplacar conductas agresivas o caracteres belicosos.
Este nuevo y sorprendente descubrimiento abriría también un debate muy interesante sobre si juegos como Hitman, Grand Theft Auto o God of War deberían venderse a todos los públicos o seguir etiquetados exclusivamente para uso y disfrute de mayores de 18 años. ¿Tú qué opinas?