Después de 60 años del extraño hecho ocurrido en el paso Dyatlov, uno de los misterios más sonados de la historia de Rusia, siguen siendo noticia los nuevos análisis e investigaciones. En este caso, donde se mezcla lo paranormal con las teorías de la conspiración, han tenido cabida todo tipo de explicaciones. Se han contabilizado más de 75 hipótesis: contacto extraterrestre, ataque tribal, pruebas nucleares, Yeti ruso… Aquí te contamos todos los detalles del misterioso y nombrado caso Dyatlov.
Desapariciones misteriosas:
20 Desapariciones extrañas que nadie puede explicar
El día 23 de enero de 1959, un grupo de jóvenes, dos mujeres y ocho hombres, casi todos estudiantes o profesionales graduados del Instituto Politécnico de los Urales, se congregaron en Ekaterimburgo con la finalidad de comenzar un viaje para escalar, acampar y practicar el esquí en los Montes Urales. Además se habían propuesto llegar a la cima de uno de los montes llamado Gorá Otorten de 1.234 metros de altura, aunque en los mapas del momento marcaba una altitud de 1.182 metros.
Los Montes Urales conforman una cordillera que aunque no son las más altas, si se comparan con otras en el mismo continente, son bastante extensas y separan Europa de Asia en forma simbólica, ya que no se trata de los límites oficiales. Estas montañas recorren de norte a sur la parte oeste de Rusia y son ricas en minerales, piedras preciosas, semipreciosas y carbón. El sector minero de Rusia ha explotado estas tierras desde el siglo XVIII.
Los integrantes del grupo eran:
Un último integrante llamado Nikolái Popov se retiró de la excursión antes que esta comenzara. Todos los integrantes del proyecto eran excursionistas experimentados y tenían conocimientos de supervivencia. La ruta que eligieron para su viaje fue de categoría III, considerada la más difícil.
El día 25 de enero de 1959 el grupo llegó a la ciudad Ívdel. Desde ese lugar irían hasta un pequeño pueblo llamado Vizhai, el último habitado antes de comenzar la expedición. Un camionero los llevó hasta el sitio. Ahí descansaron un día y finalmente el 27 de enero comenzó el viaje con destino a la primera parada en el monte Otorten.
Al día siguiente, Yuri Yudin, uno de los integrantes de la expedición, se sintió seriamente afectado por una lumbalgia que lo había estado molestando desde una excursión anterior. El problema de espalda se hizo sentir cuando cargó su equipamiento de viaje, por lo que tuvo que despedirse de sus compañeros y regresar, lamentando mucho no poder realizar la expedición, pues en esas condiciones no podía emprender un viaje tan demandante. De esta forma el grupo quedó conformado por nueve personas. Años después Yuri Yudin declaró: “Si yo pudiera hacerle una única pregunta a Dios sería: ¿Cómo murieron mis amigos?”.
De acuerdo a unos diarios y a unos rollos de fotos que se encontraban en las cámaras que se lograron rescatar en el lugar del incidente, el 31 de enero el grupo llegó al lugar donde se prepararían para la segunda etapa del viaje. En este sitio tomaron fotos donde aparecían contentos y entusiasmados. Prepararon los equipos y dejaron todo arreglado para dar inicio a la segunda parte de la excursión.
El 1 de febrero comenzaron a escalar el paso. Según investigaciones posteriores se concluye que el grupo pretendía atravesar el paso para llegar a un campamento que se encontraba del otro lado de la montaña, sin embargo, el tiempo empeoró y debido al temporal se desviaron del trayecto y comenzaron a caminar hacia el oeste.
Así arribaron a la cumbre de la montaña Jólat Siajl (cuya traducción literal del idioma mansi es “la montaña de la muerte” o “la montaña de los muertos”) que se encuentra en la zona noroccidental de la cadena montañosa. Allí acamparon y decidieron esperar a que el clima mejorara para luego continuar. Hasta aquí se tienen evidencias ciertas de lo que habían vivido estos nueve exploradores.
Ígor Dyatlov, uno de los integrantes y líder de la expedición había acordado previamente comunicarse, a través de un telegrama, con el club deportivo de la universidad desde el pueblo Vizhai (que fue su punto de partida) una vez que retornaran del viaje.
La fecha acordada era el 12 de febrero, sin embargo, ese día no se supo nada de los excursionistas. En este tipo de travesías es normal que se pueda alargar la fecha de regreso debido a cualquier desviación o contratiempo, por lo que en un primer momento no existió ninguna señal de alarma de que algo pudiera haber ocurrido.
Los días pasaron sin ninguna noticia del grupo. El 18 de febrero los familiares y amigos decidieron pedir ayuda a la universidad. El 20 de febrero un grupo de voluntarios conformado por estudiantes y profesores comenzaron a buscarlos con resultados infructuosos. Luego de tres días militares y policías se suman a la búsqueda. En un vuelo realizado por la zona, el día 26 de febrero se logra ver restos del campamento abandonado en la cima del monte Jólat Siajl.
La carpa encontrada estaba en muy malas condiciones, tenía pequeñas y grandes rasgaduras en los costados, cortes hechos desde el interior de la tienda de campaña, como si no hubiesen tenido tiempo de abrir el cierre. Las pertenencias de los excursionistas estaban dentro, incluso sus zapatos y botas. Cerca de la tienda se pudieron identificar un grupo de huellas que se dirigían a un bosque cercano. A pesar de que estas señales se perdieron a pocos metros, el equipo de investigación se adentró en el bosque en busca de los integrantes de la expedición.
Al comienzo del bosque, cerca de un gran pino, encontraron restos de una hoguera y los cadáveres de dos integrantes del grupo: Yuri Doroshenko y Yuri Krivoníschenko, ambos chicos desnudos, solamente con la ropa interior puesta. Los dos se encontraban tumbados sobre su espalda con la mirada perdida en el cielo.
En el pino encontraron restos de piel y sangre y algunas ramas cercanas al suelo partidas. También los cuerpos de los chicos presentaban marcas y raspaduras en los rostros y antebrazos. El rastro de la piel encontrado en el árbol hizo pensar que trataron fallidamente de trepar.
A una distancia relativamente cerca, en el mismo bosque, encontraron a otros 3 montañeros muertos, bastante separados unos de otros; el primer montañero fallecido encontrado en este grupo fue Zinaída Kolmogórova (a 300 metros del pino donde se hallaron los dos primeros cuerpos), después Rustem Slobodin (a 480 metros del pino) e Ígor Dyatlov (a 630 metros).
Según las fotografías, el cuerpo de Ígor Dyatlov fue encontrado sobre su espalda, con la mirada fija en el cielo, al igual que Yuri Doroshenko y Yuri Krivoníschenko, y los brazos sobre el pecho, aunque otras versiones aseguran que tenía asida una gran rama en las manos como si se estuviera defendiendo de algo. Rustem Slobodin fue encontrado boca abajo con quemaduras en la cara y Zinaída Kolmogórova con quemaduras en las manos y cara, su cuerpo fue encontrado en posición lateral. Estos tres cadáveres estaban vestidos pero descalzos.
Aún faltaban cuatro personas que no aparecían. Fueron buscados por 2 meses sin resultado. El 4 de mayo encontraron estos cuerpos, enterrados a cuatro metros de profundidad bajo la nieve, en un barranco perdido dentro del bosque, a una distancia aproximada de 75 metros de donde estaban los dos cuerpos que se encontraron primero.
Este hallazgo fue aún más aterrador. El cuerpo de Semión Zolotariov estaba en el barranco con las cuencas de los ojos vacías. Lyudmila Dubínina estaba de rodillas, con el pecho apoyado sobre una roca, sin lengua y también con las cuencas de los ojos vacías, además, le faltaban parte de los labios y tejido facial. Nikolái Thibeaux-Brignolle y Aleksandr Kolevátor estaban juntos chocando sus espaldas. Los cuatro tenían ropas y algunos de ellos estaban calzados. Se cree que tomaron la ropa de sus compañeros después que estos fallecieron.
Las fotos y diarios escritos permitieron reconstruir los hechos del viaje hasta el lugar donde fueron encontrados. La autopsia de los primeros cinco cuerpos encontrados reveló que ninguno presentaba lesiones mortales.
Solo el cadáver de Rustem Slobodin presentaba una fisura en el cráneo y Zinaída Kolmogórova un golpe en el costado, ambos presuntamente producto de un golpe con un objeto romo. Sin embargo, la versión oficial de los resultados de la investigación sobre la muerte de estos excursionistas fue que murieron de hipotermia, tanto los dos rusos desnudos que encontraron primero como los otros tres que estaban a corta distancia de ellos.
La autopsia de los cuatro cadáveres que encontraron después de dos meses de búsqueda, reveló que todos tenían lesiones mortales en sus cuerpos. Lyudmila Dubínina tenía fractura en su cuello y en las costillas. Semión Zolotariov también tenía fractura de costillas y los otros dos cuerpos presentaban fracturas en el cráneo.
La causa de muerte que arrojó el informe preliminar oficial fue “fallecimiento por politraumatismo producto de causas indeterminadas”. Oficialmente se declararon muertos por hipotermia a tres excursionistas y por accidente en la montaña al resto.
Un dato importante es que consiguieron restos de radioactividad en las ropas de algunos de ellos. También es curioso el testimonio de los familiares después de los funerales, que afirmaron que los cuerpos se tornaron de un color extrañamente oscuro.
Después del entierro el caso se dio por cerrado y el paso Dyatlov se clausuró por al menos tres años. El paso Dyatlov toma este nombre por el líder del grupo Ígor Dyatlov. En mayo de 1959 se declaró que la causa de las muertes fue “una fuerza desconocida que los excursionistas no pudieron superar”. En el cementerio Mikhajlov de Ekaterimburgo existe un monumento en honor a los nueve excursionistas.
El incidente del paso Dyatlov ha dado origen a una gran cantidad de teorías y especulaciones desde el mismo momento en que aconteció. Se han contabilizado más de 75, aquí están las más populares.
Una de las teorías que se manejaba era que los excursionistas murieron a causa de un ataque de una tribu local llamada Mansi. Esto explicaría la forma en que abandonaron la tienda de campaña y las lesiones de muchas de las víctimas. Sin embargo, el pueblo Mansi era pacífico y no se encontraron evidencias de otras huellas en los alrededores.
Una vez descartada la idea del ataque Mansi, se manejó la tesis de atacantes no humanos. Esta teoría explicaría el daño en el rostro de Dubinina, aunque la visita de carroñeros luego de su muerte también podría explicar esto. En 2014, Discovery Channel sacó un documental que apoyaba esta tesis, se tituló El Yeti ruso: las vidas del asesino.
El explorador estadounidense Mike Libecki investigó el caso 55 años después de la tragedia y dijo tener pistas de que los excursionistas no estaban solos, incluso afirma tener una fotografía que muestra a este extraño ser (el Yeti) en las montañas.
El tono de la piel de las víctimas y el hecho de haber encontrado radiación en la ropa que tenían puesta algunos de ellos parecen reforzar la teoría de que habrían sido asesinados por algún tipo de arma radiactiva que quizás estuviera probando el gobierno de la Unión Soviética en ese lugar.
Otro argumento que respalda esa hipótesis es que otros excursionistas que se encontraban en las montañas dicen haber visto extrañas luces en el cielo cerca de Kholat Syakhl en esos días, lo que puede ser interpretado como explosiones en la distancia.
Las explosiones (según esta teoría) fue lo que causó que salieran en esas condiciones de la tienda de campaña. Lev Ivanov, líder de la investigación del caso Dyatlov, aseguró en 1990 a un periódico kazajo que las luces tenían relación directa con el fallecimiento de los excursionistas.
Las extrañas luces vistas por otros excursionistas en otros puntos de la montaña también es un fuerte indicio para muchos de que (en lugar de ser experimentos del gobierno de la Unión Soviética) se trataba de seres de otros mundos. En 2011, la serie History Channel Ancient Aliens, dedica un capítulo al paso Dyatlov titulado Zonas del mal, presentando la hipótesis de que pudieron ser alienígenas quienes causaran la muerte de las víctimas.
Se basa en la teoría del ultrasonido según la cual el oído humano no percibe el sonido, pero este es capaz de trastornar la mente. Esta hipótesis fue popularizada debido a un libro llamado Dead mountain, que fue publicado en 2013 por Donnie Eichar. Según esto, los exploradores fueron víctimas de ataques de pánico por lo cual salieron huyendo de la tienda de campaña inadecuadamente vestidos y en medio de una tormenta que les impidió encontrar el camino de regreso.
Otra explicación que se manejó, sobre todo a nivel de las autoridades del país, fue la de una avalancha. El sonido producido pudo advertir del peligro y hacerlos huir de esa forma. También explicaría las serias heridas infligidas al último grupo de excursionistas encontrado. Sin embargo esta teoría desató rápidamente controversias, pues no había señales de avalanchas recientes en la región y los árboles no presentaban signos de daños.
El fenómeno del “desnudo paradójico” produce en el afectado una alteración mental que lo hace sentir un golpe de calor extremo e inducirlo a quitarse toda la ropa en temperaturas de frío extremo. Algunos montañistas han muerto víctimas de este trastorno. Es una de las teorías expuestas en un artículo de la revista International Science Times sobre la posible explicación a las muertes de los excursionistas.
Otras teorías bastante discutidas y aceptadas por muchos:
Los documentos se desclasificaron con la caída de la Unión Soviética. Muchos investigadores accedieron a ellos para conocer los detalles que pudieron ser censurados años atrás. Anatoli Guschin fue uno de los primeros investigadores en darse cuenta que faltaban algunas hojas de los archivos originales.
Así mismo desaparecen parte de las evidencias encontradas en las tiendas de montaña en el rastro dejado por los excursionistas a través de fotos y diarios. En este tiempo, el caso Dyatlov vuelve a tomar vigencia y se convierte en un fenómeno que da lugar a entrevistas, películas, libros y adaptaciones televisivas.
A partir del 2017 un grupo de investigadores virtuales abrieron una página en internet llamada “Dyatlov pass”, donde se publica toda clase de información relacionada con el caso. Incluye foros de discusión. Otros sitios virtuales entre los que se encuentran DrossRotzank, Dyatlov en Cuarto Milenio y Enigma Diario Rusia tocan el tema del paso Dyatlov.
En febrero 2019 las autoridades rusas abrieron el caso nuevamente para dar una explicación del paso del diablo y acabar con las leyendas. El portavoz del fiscal general, Alexander Kurennoi, dejó claro que solo se considerarían tres teorías: una avalancha, un huracán o una losa de nieve. Al final se dictaminó que la muerte fue provocada por una avalancha. Esta declaración volvió a generar polémicas y las diferentes hipótesis se reactivaron nuevamente.
En el año 2020 el gobierno ruso hizo un vídeo que fue transmitido a través de la televisión, para comunicar que tenían el caso Dyatlov resuelto. La posición oficial fue la misma del 2019: la avalancha. Este fue el vídeo:
En el año 2021 una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo ha revelado un estudio donde se analiza, a través de un modelo de simulación, la forma en que un fenómeno conocido como avalancha de losa puede explicar algunas de las lesiones presentadas por las víctimas que hasta ahora no se habían podido aclarar.
El director de Simulación de Nieve y Avalanchas Johan Gaume (Suiza) y Alexander Puzrin (Rusia), profesor especializado en deslizamientos de tierra, junto con otros científicos, estudiaron el caso y desarrollaron un modelo para simular la manera en que el corte en la ladera que hicieron los excursionistas para montar la tienda de campaña, provocó una avalancha que ocurrió horas después y dejó pocos rastros en el sitio. A pesar de estos estudios Puzrin afirma:
«La verdad, por supuesto, es que nadie sabe realmente qué sucedió esa noche. Pero proporcionamos una fuerte evidencia cuantitativa de que la teoría de la avalancha es plausible».
El incidente Dyatlov se convierte en parte de la cultura rusa, tomando más vigencia luego de la caída de la Unión Soviética. El caso es expuesto en libros, documentales, entrevistas en los medios de comunicación, incluso se realiza una película basada en este caso.
El escritor y periodista Yuri Yarovói publicó en 1967 la novela Of the highest rank of complexity, con una trama inspirada en el accidente del paso Dyatlov, aunque con un final diferente y bastante más positivo en el que solo muere un montañero desaparecido: Ígor Dyatlov.
Este escritor era buen conocedor del caso ya que participó en la búsqueda del grupo en 1959 y en la investigación posterior. Este libro estuvo censurado pues fue escrito durante la época de la Unión Soviética. Cuando murió Yuri Yarovói, en 1980, todos los documentos recopilados del caso (fotos del paso Dyatlov fotos, investigaciones, textos, etc.) se perdieron de forma misteriosa.
Anatoli Guschin, investigador del caso Dyatlov, escribió un libro titulado El precio del secreto del Estado, nueve vidas, según él la teoría válida sobre la muerte de los exploradores es que fueron víctimas de un arma experimental del estado. El accidente, incidente, es causado por encontrarse en un sitio donde se realizaban pruebas por parte del gobierno de la Unión Soviética.
Lev Ivanov, el director de la investigación de 1959, publica en el año 1990 un artículo donde admite que el grupo encargado no tenía ninguna explicación lógica del accidente. También dice haber recibido órdenes de altos funcionarios para cesar la investigación. Su tesis se inclina a la explicación paranormal y el avistamiento de ovnis.
Esta periodista, investigadora y escritora, publica una novela con el nombre de The Mystery of Dyatlov Pass, con amplias citas sobre los diarios de las víctimas, archivos oficiales y entrevistas con diferentes investigadores. El nombre de su libro es el mismo que le dio una televisora local en el año 2000 a un programa sobre el paso Dyatlov, documental basado en la historia de los excursionistas.
En la actualidad existe en Ekaterimburgo una fundación con el nombre de Dyatlov que cuenta con la cooperación de la Universidad de los Urales. Su objetivo es convencer al gobierno de buscar una explicación coherente sobre lo sucedido en el paso de Dyatlov. También tienen un museo que mantiene viva la memoria de los exploradores, en él se encuentran sus diarios de viaje, ropas, fotos, etc.
El libro del Paso Dyatlov, de Alekséi Rakitin, expone la hipótesis según la cual Yuri Krivoníschenko, Aleksandr Zolotariov y Aleksandr Kolevátov eran dobles agentes de la CIA y la KGB y por eso fueron eliminados al igual que sus compañeros. También añade testimonios que afirman que fueron recogidos más de nueve cuerpos en el lugar de los hechos.
En el año 2013 hacen la película ruso-británica El paso del diablo escrita por Vikram Weet y dirigida por Renny Harlin. El rodaje se realizó en el norte de Rusia. Se le dio el enfoque de película de terror.
En estas preguntas se resumen los conceptos más importantes, tocados en el artículo, acerca de este misterioso accidente que aún hoy genera controversia y especulación en la explicación de las causas que lo provocaron.
En el paso de Dyatlov mueren un grupo de nueve jóvenes excursionistas en el año 1959. Debido a las extrañas circunstancias de sus fallecimientos y la falta de una explicación lógica del suceso, muchas historias se han contado y todavía hoy en día se están buscando las causas reales que originaron ese fatal desenlace.
El paso Dyatlov queda en una cadena de montañas llamada Montes Urales. Esta cordillera está situada en el occidente de Rusia y conforma una separación simbólica entre los continentes de Europa y Asia.
Dyatlov es uno de los nueve integrantes del grupo de excursionistas que fallecieron en la expedición a los Montes Urales en 1959. Estudiaba Ingeniería de Radio y era el líder del grupo. En honor a él, el lugar donde murieron lleva su nombre: paso Dyatlov.
El paso Dyatlov es uno de los misterios más nombrados del siglo XX. La polémica generada debido a las inexplicables causas que originaron el fallecimiento de los nueve excursionistas todavía está vigente. A pesar de los esfuerzos de diferentes investigadores y entes del estado ruso por explicar la causa y dar cierre al caso, existen muchos cabos sueltos y muchas cosas por aclarar, por eso el misterio del caso Dyatlov continúa.