Pedro Rodrigues Filho, también conocido como Pedrinho Matador, es un asesino en serie que llamó la atención por su modus operandi: perseguía y mataba a otros asesinos. Igual que Dexter Morgan, el popular personaje de la serie de televisión.
A lo largo de su carrera delictiva cometió, al menos, 70 homicidios, 10 de ellos antes de cumplir los 18 años. Rodríguez Filho fue considerado por muchos el psicópata perfecto.
Nació el 17 de junio de 1954 en Minas Gerais, Brasil. Los médicos que atendieron el parto apreciaron que el bebé tenía una herida en la cabeza, la cual es probable que se debiera a las frecuentes palizas que el padre propinaba a la madre mientras estaba embarazada.
Primeros asesinatos
Sus andanzas como psicópata empezaron a una edad temprana: a los 14 años. Asesinó al secretario de la alcaldía por haber despedido al padre de Pedrinho, al que acusó de robar comida. Lo mató delante del ayuntamiento disparándole con una escopeta. Poco después ajustó cuentas con su segunda víctima: asesinó al verdadero responsable del robo de la comida.
Se trasladó a Mogi das Cruzes, Sao Paulo, donde estuvo involucrado en algunos robos y en la muerte de un traficante de drogas. Allí conoció a María Aparecida Olympia y se enamoró de ella. Vivieron juntos hasta que unos pandilleros la asesinaron.
La venganza de Pedrinho Matador
La muerte de su novia desencadenó el frenesí asesino del psicópata. Buscó a todas las personas responsables de aquel crimen y las torturó y mató. No obstante, la venganza siguió motivando a Pedrinho, pues su propio padre había matado a su madre a machetazos y estaba en prisión. Fue a visitarlo y puso fin a la vida de su progenitor propinándole 22 puñaladas. Fuera de sí, le abrió el pecho, extrajo su corazón y empezó a comerlo.
Fue arrestado el 24 de mayo de 1973 y lo trasladaron en un vehículo policial con otros criminales; entre ellos, un violador. Al abrir la puerta del coche, los policías descubrieron que Pedrinho había matado al violador.
Muerte en la cárcel
Pedrinho fue encarcelado junto a toda clase de criminales, por lo que pudo dar rienda suelta una vez más a sus instintos psicopáticos. Asesinó a 47 de sus compañeros reclusos. En una entrevista comentó que sentía placer al matar a otros criminales y confesó que su método preferido era el apuñalamiento.
Con los crímenes cometidos mientras estaba en prisión, su condena se incrementó hasta los 400 años, no obstante, la pena máxima en Brasil es de 30 años. El que fue considerado un psicópata perfecto quedó en libertad en el 2007.