La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en la industria musical ha desatado una intensa polémica. Según un informe reciente, las pérdidas económicas estimadas por el uso no autorizado de obras musicales por parte de sistemas de IA podrían alcanzar los 1.200 millones de euros en todo el mundo hasta 2028. Esta situación ha desencadenado una ola de preocupación entre artistas, compositores y sellos discográficos, quienes temen perder el control y los derechos sobre sus creaciones.
A pesar de los temores, un 43% de los encuestados cree que la IA puede abrir nuevas formas de creatividad en la música. Algunos ejemplos citados son la reciente canción de los Beatles creada con IA, el caso de David Guetta clonando la voz de Eminem el año pasado, o el de Pet Shop Boys, quienes afirmaron utilizar la IA como herramienta de ayuda y co-creación.
Según la encuesta, el 63% ve probable que la IA se adopte en el proceso creativo de composición y redacción de letras, así como en la grabación, edición y masterización (58%). Un 44% asegura que se utilizará para la creación completa de canciones.
El 90% de los autores exigen reconocimiento, consentimiento y remuneración por el uso de sus obras con IA.
Sin embargo, la inmensa mayoría de autores y creadores musicales, alrededor del 90%, exigen reconocimiento, transparencia, consentimiento y remuneración cuando su obra se utiliza en el contexto de la IA generativa en la música. Un estudio de la Universidad de Stanford citado en el informe reveló que ningún gran desarrollador ofrece actualmente una transparencia adecuada, siendo el modelo mejor valorado el que obtiene solo 54 puntos sobre 100.
Universal Music Publishing Group, Concord y Abkco han demandado a Anthropic por infracción de derechos, reclamando hasta 137.800 euros por cada obra infringida.
La falta de transparencia y regulación ha llevado a algunos casos a los tribunales. Una de las primeras demandas en el sector de la música, presentada en octubre de 2023, fue la de Universal Music Publishing Group, Concord y Abkco contra Anthropic, una empresa de IA respaldada por Amazon, y su servicio de asistente de IA Claude. Las tres editoriales reclaman hasta 137.800 euros por cada obra infringida.
Mientras la IA promete nuevas oportunidades creativas, también plantea desafíos legales y éticos sin precedentes para la industria musical. La búsqueda de un equilibrio entre proteger los derechos de los artistas y aprovechar el potencial de esta tecnología será crucial en los próximos años.
