Desde la antigüedad se ha relacionado las emociones con problemas de salud, creyendo que la personalidad influye directamente en el estado de salud físico. El estrés, por ejemplo, es uno de los mayores causantes de enfermedades mentales.
Por ello se han clasificado los tipos de personalidad, con el objetivo de confirmar que las emociones, el temperamento y el carácter individual tienen influencia sobre distintos malestares, como diabetes, artritis, depresión o problemas cardiacos.
La personalidad es lo que define a una persona. Es una mezcla entre el temperamento (que viene dado por factores hereditarios o biológicos) y el carácter (que lo determina el ambiente, la sociedad y lo que se aprende mediante la experiencia).
La personalidad puede sufrir trastornos y no siempre se encuentra en equilibrio.
Por eso se han realizado diversos intentos de clasificar los tipos de personalidad para poder entender ciertos fenómenos y tendencias del comportamiento que determinan condiciones de índole físico, como por ejemplo los diferentes temperamentos planteados por Hipócrates:
Pero fue en los años 50 cuando dos cardiólogos, Meyer Friedman y Ray Rosenman elaboraron su propia clasificación de los tipos de personalidades y su influencia en enfermedades del corazón:
Es importante tener presente que, más que ser un tipo de personalidad, estos son patrones generales para colocar a cada individuo en una clasificación específica.
Este tipo de personalidad tiene una alta tendencia a sufrir trastornos cardiovasculares debido al alto nivel de competitividad, agresividad y frustración.
Por ello se atribuye a las personalidades de tipo A un alto riesgo de sufrir enfermedades coronarias.
Contrapuestos a la personalidad tipo A.
Sus niveles de estrés son más bajos y disfrutan más de sus logros, tendiendo a ignorar el estrés físico o mental cuando no los alcanzan.
Tienen alto riesgo de desarrollar cáncer debido a la falta de expresión de sus emociones y sentimientos melancólicos.
Este patrón de personalidad tiende a desarrollar tumores o cáncer al no encontrar armonía y lograr manejar las emociones negativas.
Viene de la palabra “Distressed” lo que se traduce como “Angustiado”.
Este tipo de personalidad aumenta considerablemente el riesgo de sufrir trastornos coronarios debido a la depresión y ansiedad.
Existe un standard diseñado especialmente para medir este patrón, pero realmente el autoanálisis objetivo es una manera segura y sencilla.
La principal característica de este tipo de personalidad es el rechazo a situaciones sociales, encuentros con amigos, fiestas… Es decir, son introvertidos que, además, tienden a la inhibición de las emociones negativas.
También influye la preocupación constante y el hecho de ser consciente del concepto negativo que se tiene sobre uno mismo.
Los patrones de personalidad vienen establecidos desde la infancia y tratarlos muchas veces puede ser un reto, pero aceptando y siendo consciente de los síntomas que se presentan a mayor o menor escala, puede ser una solución que poco a poco lleva a un camino más positivo.
Los tipos de personalidad tienen una correlación estrecha con el cuerpo, por lo que identificarlos te ayudará a mejorar.
Lo mejor es intentar hacerlo de forma gradual, buscando ayuda para encontrar las cosas positivas que te mejoren el ánimo y la visión que tienes de la vida en general, tomarte los problemas y dificultades con calma, sin preocuparte tanto, etc.
También es conveniente que intentes socializar más, sobre todo con gente que te resulte agradable y que pueda proporcionarte una mejor perspectiva de lo que te rodea.
Nada es fácil pero siempre hay maneras de manejar las emociones para mejorar los problemas de salud.