Perú pasó de ser uno de los países más pobres de Latinoamérica a tener uno de los índices de crecimiento económico más altos en este siglo XXI. De acuerdo a informaciones emanadas de instituciones de carácter mundial como la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en esta nación suramericana se ha reducido la pobreza en un 55% y la calidad de vida de sus habitantes urbanos se ha incrementado notablemente.
Después de períodos catastróficos en los años 80, bajo el gobierno de Alan García, se presentaron reformas con Alberto Fujimori que agravaron la situación por liberarse el precio de los productos y servicios, pero paulatinamente se fueron tomando medidas para acabar con la hiperinflación que pesaba sobre los habitantes de esa nación.
En los años 90 se logró captar capitales foráneos, se modificaron los sistemas tributarios y poco a poco se fue presentando un sistema con alta presión social para la consecución de mejoras en los salarios, en la prestación de servicios básicos y en la construcción de infraestructura para los sectores menos favorecidos.
Toda esta coyuntura se acompañó de incentivos para la creación de pequeñas empresas; se sustituyó el inti por el nuevo sol como moneda nacional, se solicitaron préstamos internacionales y se formularon ayudas para las familias más necesitadas, además de para los mayores de 65 años que carecían de medios para subsistir.
Sin embargo, esa década de los ‘90 tuvo muchos altibajos en su crecimiento bajo fórmulas de mercado abierto. El siglo XXI abrió nuevas expectativas para la economía peruana. En el año 2007 Perú logró ser la nación con mayor crecimiento económico en el mundo, con más de un 9%, y ha mantenido en los últimos años un alza sostenida en sus números macroeconómicos.
Como muestra del incremento de sus ingresos, basados en la venta de sus materias primas, de sus convenios comerciales con otras naciones y a las medidas sólidas adoptadas, en el año 2010 se alcanzaron importaciones por el orden de los 36.000.000 de dólares, una cifra muy significativa si se comparara con la del año 1990, cuando apenas llegaron a poco más de 3.000 dólares.