En los primeros meses del año, el mercado del alquiler residencial en el territorio nacional experimentó una acusada tendencia alcista, según revelan las estadísticas más recientes difundidas por el prominente portal inmobiliario Idealista.
Esta plataforma, referente en el sector, ha constatado que los precios de arrendamiento se incrementaron un sustancial 4,7% respecto al período precedente.
En términos interanuales, el repunte adquiere proporciones aún más abrumadoras, situándose en el 12,6%.
Como resultado de estas alzas sostenidas, el coste medio por metro cuadrado para arrendar una vivienda en España se ha elevado hasta los 12,7 euros al cierre de marzo.
Esta escalada de precios, que no da tregua a los inquilinos, ha provocado que el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, haya expresado su escepticismo hacia los índices oficiales del Ministerio, afirmando que estos «no han tenido reflejo en el mercado».
Además, Iñareta ha lamentado que el acceso a una vivienda digna se torne cada vez más complejo para los segmentos de población más vulnerables, como los jóvenes y las personas en situación de precariedad económica, debido a la insuficiente oferta de inmuebles disponibles.
En el desglose por capitales de provincia, el informe de Idealista revela que en 43 ciudades los precios del alquiler han aumentado en los últimos tres meses. Cáceres lidera esta tendencia alcista, experimentando un encarecimiento del 7,1% durante el invierno, seguida de cerca por Zamora (6,8%), Lugo y Guadalajara, donde los precios se han incrementado un 5,8% en ambos casos.
Asimismo, un total de 27 capitales han registrado precios máximos históricos en marzo de 2023. Madrid encabeza esta lista, con un repunte del 5,5%, mientras que Sevilla (3,6%) y Málaga (2,1%) también han anotado nuevos récords en sus respectivos mercados de alquiler residencial.
En el ámbito nacional, Barcelona y Madrid consolidan su posición como las urbes más costosas para arrendar una vivienda
En la Ciudad Condal, el precio medio alcanza los 20,7 euros por metro cuadrado al mes, mientras que en la capital de España el coste asciende a 18,9 euros. Les siguen San Sebastián (17,1 euros), Palma de Mallorca (15,6 euros), y Málaga y Bilbao (13,8 euros en ambas ciudades).
Los analistas del sector inmobiliario señalan que este encarecimiento sostenido del alquiler responde a múltiples factores, siendo el principal la limitada oferta de viviendas disponibles en relación con la creciente demanda.
Esta escasez se ha visto exacerbada por el éxodo de numerosos propietarios del mercado del arrendamiento hacia la venta, motivados por los elevados precios que se pueden obtener actualmente.
Otro elemento que ha contribuido a esta espiral alcista es el impacto de la inflación, que ha supuesto un incremento en los costes operativos y de mantenimiento para los arrendadores. En consecuencia, muchos propietarios han trasladado estos mayores gastos a las rentas exigidas a sus inquilinos.
Paralelamente, la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo para contener la inflación ha encarecido el acceso a la financiación hipotecaria, lo que ha impulsado a una mayor porción de la población a optar por el alquiler en lugar de la compra de vivienda.
En este contexto, las voces críticas advierten de un agravamiento de la llamada «burbuja del alquiler», que amenaza con relegar la vivienda digna al ámbito de lo inaccesible para amplios segmentos sociales.
Diversos colectivos y organizaciones de defensa de los inquilinos reclaman a las autoridades medidas urgentes para contener estos precios desbocados y garantizar el derecho constitucional a una vivienda asequible.