Al momento de diseñar una composición creativa, el artista recurre a diversos principios artísticos para plasmar su intención en la obra a elaborar, a fin de que la misma genere un impacto significativo en el espectador. Si bien no se aplican de forma directa todos los principios de la composición plástica en una sola pieza creativa, éstos se relacionan entre sí, por lo que es fundamental para el amante y el especialista del arte conocer cuáles son estos criterios para poder juzgar y apreciar una obra de forma objetiva. Es por eso que dedicamos este artículo a detallar todo lo referente a los principios del arte más importantes, mostrando gráficamente algunos ejemplos para saber cómo se emplean estos fundamentos del arte y cuál es su relevancia al momento de analizar una obra.
Elementos del dibujo:
Cuáles son las principales características del dibujo (proporción, líneas, formas…)
Equilibrio
El concepto de equilibrio artístico hace referencia a la percepción visual que el artista pretende proyectar hacia el espectador con respecto a los elementos de la composición de una obra específica, es decir, el peso equilibrado de dichos criterios para que se vean estables en la pieza. Este principio se manifiesta de tres formas:
- Simetría: con ambos lados de una obra representados de forma similar, en una misma posición y con el mismo peso visual. Como por ejemplo, se puede observar en una cara.
- Asimetría: cuando un área de la obra con mayor importancia se equilibra perfectamente con otra de menor importancia. Puede ser un círculo grande dispuesto a un lado de la obra y un cuadrado pequeño por otro lado.
- Simetría radial: los elementos de la obra se equilibran a partir de un eje o punto central.
Es esencial que el artista haga buen uso de este principio para evitar alguna incomodidad o distorsión visual al espectador.
Armonía
La armonía en el arte (denominada también unidad) no es más que la unificación que el artista logra para que todos los elementos de la misma tengan conexión entre sí para que funcionen eficazmente y luzcan bien en la pieza. Si se incorporan de forma correcta, la obra de arte lucirá bien y será armónica para la vista del público.
Para ello, se toman en cuenta los siguientes criterios:
- Continuidad: es el hilo conductor para que el espectador dirija su atención a una obra específica. Esto se logra mediante el uso de bordes, líneas, espirales o puntos que sirvan para señalar al público los elementos a apreciar en la pieza.
- Similitud: Este precepto aporta coherencia y unidad a la obra a través de la agrupación de elementos con rasgos similares, como colores, formas, tamaños, entre otros.
- Proximidad y alineación: este criterio se vincula fuertemente con la percepción visual-cerebral del espectador. En pocas palabras, este criterio permite que el admirador de la obra observe los elementos de dicha pieza (así sean diferentes), sean acogidos por la mente, acoplados y agrupados para su valoración efectiva.
- Cierre: Otro elemento relacionado con la acomodación mental es el que presenta una obra de forma predictiva, es decir, rasgos que se no muestran de forma explícita para que la mente del espectador los complete o cierre y experimente una percepción más placentera.
Contraste
Se trata de la diferenciación de elementos presentes en una composición artística y, para muchos especialistas, lo representa todo en una obra; así, aunque sean aspectos totalmente distintos, se complementan el uno con el otro. Considerando esto, el contraste puede darse de la siguiente manera:
- Contraste de color: colores claros y oscuros, opacos y saturados.
- Contraste de forma: rectángulos con círculos, líneas curvas con líneas rectas.
- Contraste de textura: presencia de texturas lisas y ásperas en una sola obra.
- Contraste de detalle: diferencia entre áreas suaves e intensas incorporadas en algunos de los detalles de la obra.
- Contraste de intervalos: combinación de longitudes largas y cortas que contrastan y brindan una sensación de ritmo.
Énfasis
El énfasis en arte no es más que el punto focal de la obra o, lo que es lo mismo, el área que predomina en la composición para que sea de interés visual del espectador. El artista puede hacer uso de uno o más principios artísticos para lograr el enfoque proyectado.
Patrón
Consiste en la disposición de elementos visuales de forma repetitiva o secuencial, agregados a la obra de forma uniforme o combinada; con la finalidad de que dichos detalles se liguen hasta prácticamente conformar un elemento unísono que sea del agrado para el ojo espectador.
Ritmo
La definición de ritmo en el arte está relacionada con la repetición, como pasa con el principio del patrón. Sin embargo, en el caso del ritmo, éste determina la distribución de los elementos visuales dentro de una obra, sea de forma organizada o desorganizada, como pasa con los patrones. Este principio busca agregar dinamismo a la pieza para dar una sensación de movimiento.
Entre los ritmos visuales que existen dentro del arte se encuentran:
- Ritmo uniforme: repetición regular de formas, cuyo ritmo dependerá del espacio libre entre ellas, siendo rápido cuando se deja poco espacio y lento al presentarse mucho vacío.
- Ritmo alterno: como su nombre lo indica, se logra cuando se disponen de forma alterna dos o más elementos visuales diferentes. El ritmo alterno en fotografía, por ejemplo, puede capturar imágenes que presentan patrones como colores, tamaños, texturas y formas dispuestas igual o distinta alternando entre ellos.
- Ritmo por simetría: se logra este principio cuando, al dividir imaginariamente una obra o imagen en dos, un lado se muestre idéntico al otro.
- Ritmo lineal: es un tipo de ritmo comúnmente empleado dentro de la arquitectura, ya que, por medio de líneas, se puede identificar un patrón entre ellas.
- Ritmo radial: también llamado concéntrico, transmite una imagen circular y expansiva que se origina desde un punto central. Un ritmo radial para dibujar puede plasmar formas como espirales, círculos, ondas u otros elementos visuales con rasgos expansivos.
Movimiento
Es el fundamento al cual recurre el artista para lograr que los elementos visuales agregados en la obra brinden la ilusión de que esta pieza tiene movimiento. Este principio está íntimamente relacionado con el patrón y el ritmo, al ser estos dos últimos criterios dos de los recursos más efectivos para hacer la pieza artística dinámica y cinética, aun cuando, obviamente, la obra no pueda moverse físicamente.
Variedad
Este concepto reseña el uso de diferentes elementos visuales para dividir o romper la monotonía que puede presentarse dentro de una obra. Este principio se agrega a fin de que la pieza sea más atractiva e interesante para el espectador.
Proporción
La proporción en el arte es la medida en la que el artista juega con la cantidad de elementos de una composición artística y el tamaño de éstos. Este principio ha ido variando con el pasar del tiempo: en el arte antiguo, las representaciones de dioses y figuras políticas se mostraban de gran tamaño para simbolizar su superioridad; para los tiempos de la Antigüedad clásica, el arte pregonaba belleza en la perfección, por lo que las figuras humanas eran representadas con proporciones precisas.
Es a partir del Renacimiento que el arte hace uso de la proporción para dar a las obras el sentido de la tridimensionalidad.
Gracias a estos principios artísticos: equilibrio, contraste, armonía, movimiento, patrón, variedad, énfasis, proporción y ritmo, una obra de arte puede trascender dentro de la opinión pública y especializada; no obstante, el empleo de estos principios del arte en determinadas épocas no eran comprendidos del todo en su momento, lo que motivó que muchas piezas de artistas hoy consagrados fueran rechazadas o menospreciadas por sus contemporáneos. Sin embargo, ha sido gracias al legado de estos genios creativos que emergieron estos innovadores fundamentos que actualmente permiten valorar y apreciar las obras plásticas que en el presente se atesoran como patrimonio artístico mundial y son fuente de inspiración para los artistas actuales.