Todos en algún momento hemos escuchado acerca de los productos comerciales, más no muchos son capaces de comprender la influencia real que de estos elementos tienen sobre el mercado competitivo. Es importante estar plenamente consientes que cuando se habla de los productos de consumo, es un fenómeno mucho más profundo que solamente un componente dentro de la ley de la oferta y la demanda.
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Para descubrir qué es un producto, lo primero que tenemos que hacer es comprender bien la función que cumplen las necesidades dentro del ciclo de la economía y cómo las mismas definen la oferta y demanda que exista dentro del mercado por cierto tipos de productos de consumo.
Dicho de una manera sencilla, tenemos que los productos comerciales son un conjunto de artículos fabricados por una empresa; cuyo diseño y función está destinada a satisfacer las necesidades de sus consumidores finales. Pero, los productos de consumo no son elementos únicamente destinados a compradores independientes.
La economía es un fenómeno social el cual consiste en una cadena de ciclos productivos que están interconectadas entre sí por un conjunto de actividades. Y justamente, son productos consumibles el principal estímulo de cualquier tipo de procedimiento o protocolo que finaliza con la construcción de productos de consumo listos para ser ofertados en el mercado competitivo.
Comprender qué son los productos y de qué forma estos pueden llegar a influir sobre los patrones de consumo tanto de los seres humanos como de las propias industrias, es analizar con detenimiento cómo la naturaleza lo ha llevado a la creación de tecnologías y actividades específicas para satisfacer necesidades vitales; y de qué manera a medida que las comunidades de seres humanos fueron haciéndose más grandes estas fueron convirtiéndose en los productos comerciales que conocemos hoy en día.
Y aunque todo esto pudiese parecer algo bastante abrumador, jamás hay que perder de vista que dentro del mundo moderno, siempre que existan necesidades, habrá dentro del mercado competitivo una amplia gama de productos de consumo diseñados específicamente para satisfacer todas y cada una de ellas.
Realmente no importa si se trate de la demanda por bienes de conveniencia o, por el contrario, se trata de algo más delicado como el conjunto de necesidades específicas que estimulan la producción de bienes de especialidad. Lo cierto es que mientras exista un mercado, siempre habrá productos de consumo diseñados con la finalidad de satisfacer la demanda por bienes y servicios.
En lo que se refiere a los productos del mercado, siempre hay que tener presente que ningún bien o servicio es capaz de prevalecer dentro del mismo si no existe una necesidad que respalde dicha existencia. Por este motivo, muchos expertos señalan que las empresas más exitosas no son las que diseñan los mejores productos comerciales, sino aquellas que aprenden como inducir la necesidad por los mismos dentro del público.
Sea como sea, la realidad es que los productos de consumo son un elemento clave dentro del ciclo de la economía. Pues, los mismos son los principales impulsores de cada una de las actividades y procedimientos necesarios para diseñar, formar y comercializar.
Aunque es muy cierto que el consumo desmedido se ha convertido en uno de los problemas más grandes de la sociedad moderna, sería algo risible achantarle la culpa de todo a la enorme cantidad de productos comerciales que existen actualmente dentro del mercado. Pues algo que la mayoría tiende a pasar por alto, es que los productos de consumo no son una prueba de cómo el desarrollo tecnológico actual ha dotado a los seres humanos con nuevos recursos y herramientas precisas para solventar los problemas.
No es necesario ser un experto en marketing para entender que todos los productos de consumo comparten una serie de características en comunes. Esto sin tener en consideración la finalidad para la cual el propio producto fue diseñado y el tipo de recursos necesarios para su fabricación y comercialización posterior.
Si nos concentramos en el sistema de clasificación del producto más clásico, lo primero que se tiene que tomar en consideración es si la necesidad que este satisface es a través de la fabricación de un bien específico o, por el contrario, se trata más de una actividad que está asociada a alguna empresa que se especializa en brindar algún tipo de servicio.
Ya teniendo esto como el punto de partida, se puede tener una visión bastante cercana de lo que vendrían representando los productos comerciales dentro del mercado competitivo. Pues independientemente de que se trata de un objeto o beneficio intangible que obtiene el consumidor, lo cierto es que la finalidad de los mismos es que la necesidad de quien o quienes estén dispuestos a cubrir con los gastos relacionados con dicho producto sea satisfecha con rapidez y eficiencia.
Otro aspecto a tener en cuenta cuando se piensa en las características asociadas a los tipos de productos que comercializa una empresa, es cómo las mismas se traducen en cualidades que influyen sobre la competitividad del producto. Entendiendo la competitividad, como una serie de elementos que contribuyen a darle forma a los productos comerciales una identidad propia dentro del mercado y los hace atractivos para cierto grupo de personas.
Una vez explicado estos dos principios fundamentales de los productos de consumo, encontramos que entre sus principales características podemos destacar:
En el sentido más amplio de la palabra dentro de la economía, las necesidades pueden ser vistas como todo requerimiento o la carencia de ciertos elementos para el cumplimiento de ciertas funciones a través de la adquisición de productos comerciales. Lo que quiere decir que, tanto las personas como instituciones e incluso empresas pueden juegan el papel de consumidores dentro de la economía.
No se puede hablar de las características asociadas a los productos comerciales, sin tener en cuenta lo que representa el valor de mercado para ellos. Este no solamente determina el precio total del artículo dentro del mercado, también sirve como guía para entender los gastos reales que representa para una empresa cada uno de los procesos requeridos para dejarlo a disposición de los consumidores.
Aunque se trata de un producto que es implementado en su estado natural, cada uno de los productos de consumo posee una composición que lo hace único dentro del mercado. Y este principio también aplica para los servicios y las materias primas empleadas a para fabricar bienes a escala industrial.
Ningún bien o servicio tiene el derecho de ser considerado parte de los productos comerciales, si su propia funcionalidad no está dirigida a satisfacer una necesidad específica.
Dentro de la clasificación de los productos comerciales que se usa actualmente, el empaque es un elemento de extrema importancia para las empresas encargadas de fabricar bienes a escala masiva. Pues este se encarga de proteger al producto de consumo y además, cumple la función de agregarle una característica distintiva que puede ser percibida por el consumidor sin necesidad de tener acceso al contenido.
Todo bien o servicio que desee convertirse en parte de los productos comerciales que ofrece una empresa, involucra una serie de gastos de recursos y de capital que la empresa debe ser capaz de cubrir de alguna manera. Es justo en este punto, en donde la rentabilidad se posiciona como una de las principales características de todos los productos de una empresa.
Aunque pare muchas personas, el tiempo no pareciera representar una característica esencial de los productos comerciales. Cuando se estudia con detenimiento factores como la vida útil de cada artículo o la frecuencia con la que puede llegar a escasear un determinado producto una vez el consumidor se ha hecho con el mismo, todo empieza a cobrar sentido.
Es evidente que no todos los productos comerciales son diseñados con la finalidad de satisfacer una necesidad específica de ciertos sectores económicos. Por lo tanto, es de lógica pensar que existe un sistema de clasificación de productos que permite identificarlos según su tipo y funcionalidad para el actor económico que asume el rol del consumidor.
Pero, para realmente entender cómo se clasifican los productos y cuáles son los productos de consumo que pudiesen existir dentro del mercado actual, lo primero que debemos hacer es centrarnos en los requerimientos y exigencias del consumidor. Estas nos darán una idea mucho más precisa de cuáles son las necesidades de esa persona o entidad y de qué forma pueden ser solventadas a través de la prestación del bien o servicio que está representado por los productos comerciales.
Cantidad, tiempo y recursos son los tres factores principales que hay que tener en cuenta cuando se trata de identificar qué tipo de productos de consumo requiere un cliente. Y cuando se estudian en conjunto, estos nos dan un claro indicativo de cuáles son las expectativas del consumidor y cómo estas se traducen dentro de las categorías de productos de consumo que existen en la actualidad.
Otro aspecto que se debe tener muy presente con respecto a los tipos de productos de consumo, es la cantidad de la demanda total del mismo dentro del mercado y cómo este se refleja directamente en la disponibilidad de cada producto una vez listo para su comercialización. Con esto en mente, encontramos que los productos de consumo se encuentran divididos en dos categorías principales que están representadas por:
Dentro de la primera categoría de los productos de consumo encontramos todos aquellos bienes y servicios que han sido fabricados específicamente para satisfacer las necesidades de un consumidor particular.
Los productos de conveniencia, son todos aquellos artículos o servicios los cuales el consumidor muestra cierta disponibilidad de adquirir, puesto a que se trata específicamente de productos diseñados para satisfacer necesidades que se presentan de forma constante. En esta categoría entran los artículos de la canasta básica, las compras por impulso y los servicios o bienes destinados para ser usados solo en caso de emergencias.
Dentro de las categorías que existen actualmente para los productos comerciales, tenemos que los productos de comparación están representados por todos los bienes y servicios que existen dentro del mercado; pero que el consumidor acude a los mismos de manera poco frecuente. Generalmente, por la costumbre o confianza que tiene a productos comerciales fabricados por otras empresas.
Por productos de especialidad, nos referimos específicamente a todos aquellos bienes cuyo principal atractivo para los consumidores se desprenden principalmente de algunos atributos asociados directamente a la marca o al producto en cuestión. Los automóviles, las computadoras o los teléfonos inteligentes son los mejores ejemplos de productos de consumo de esta categoría.
Cuando hablamos de productos no buscados, hacemos referencias a una serie de bienes y servicios cuya demanda no es muy grande por parte de los consumidores; ya sea porque los productos de consumo están apenas empezando a darse a conocer o porque se trata de bienes o servicios que los consumidores no asocian con sus necesidades principales. En muchos de los ejemplos de bienes no buscados que existen en internet, es bastante común que en muchas oportunidades las empresas recurran a campañas publicitarias un poco más agresivas para educar a los clientes sobre la importancia de contar con los mismos; como suele hacerse en los comerciales de productos en México para incentivar a los consumidores a solicitar los paquetes más costosos cuando planean adquirir un seguro de vida.
En la segunda categoría de tipos de productos comerciales es la de los bienes y servicios, con una enorme demanda por parte del sector empresarial e industrial. Puesto a que, dichos bienes y servicios son cruciales dentro de cada uno de los procedimientos y actividades que realiza una empresa para poder ofrecer sus productos de consumo al mercado.
Si hablamos de productos de consumo dentro del sector industrial, el bien más importante para cualquier empresa son sus materias primas. Por esto, no es de extrañarse que el precio de las materias primas sea el gasto que más influye sobre el costo total de cada artículo que elabora la empresa.
Desde el punto de vista operacional de una compañía, los bienes están representados por toda la maquinaria y equipos que se requieren para darle forma al producto final que elabora la empresa. En esta categoría de productos comerciales se incluyen todos los servicios requeridos para que estas herramientas puedan funcionar de manera eficiente.
Los insumos vendrían siendo todos los productos de consumo que representan un gasto para la empresa, pero que no poseen ningún tipo de relación con los bienes o servicios que esta ofrece al mercado. Artículos de oficina, software de uso corporativos para controlar el inventario o los vehículos destinados para transportar mercancía son buenos ejemplos de qué vendrían siendo los productos comerciales que representan a los insumos.
Para estar mucho más consientes de la importancia e influencia de los productos de consumo dentro del sistema económico actual, no hay mejor forma de hacerlo que a través de los ejemplos.
Algo que siempre debemos tener muy presente cuando hablamos de productos comerciales, es que la necesidad es aquello que no solamente define el tipo de mercado para un determinado producto. Si no que, también permite hacer un acercamiento a lo que representa dicho producto para el consumidor y de qué forma va a ser implementado.
Si se analiza todo esto desde una perspectiva evolutiva, los productos de consumo no son más que un aspecto intrínseco de nuestra propia naturaleza como seres humanos. Pero, que se ha ido mutando a medida que las comunidades se fueron expandiendo y nuestro entorno se ha visto modificado como consecuencia de dicho fenómeno.
Una vez se cuenta con una idea mucho más clara de lo que son los productos de consumo y cuáles son los tipos de consumidores que pueden llegar a requerir de ellos; encontrar buenos ejemplos de los mismos se vuelve una tarea extremadamente fácil. Ya que, los productos comerciales forman una parte crucial de nuestro día a día.
Un punto bastante interesante con respecto a los productos comerciales, es ver cómo nuestro propio estilo de vida actual ha traído consigo el desarrollo de nuevas tecnologías para satisfacer las necesidades.
A medida que los poblados comenzaban a expandirse, empezó a surgir la necesidad de desarrollar técnicas para evitar la descomposición de los alimentos. Con el paso de los años, esto trajo consigo la invención de productos comerciales diseñados específicamente para almacenar y conservar la frescura de los alimentos durante un período de tiempo más prolongado.
Nuestra propia naturaleza como especie, ha sido el principal incentivo para el desarrollo de herramientas tecnológicas que permiten modificar el terreno de una región determinada. Todo esto, con el fin de poder garantizar un acceso constante a los recursos esenciales tanto para las personas como para las propias empresas que fabrican productos de consumo.
Es por este motivo, que muchos expertos en economía y sociología ven a los reservorios de agua construidos por el hombre como una muestra real de hasta donde las necesidades del hombre lo han llevado con respecto al desarrollo tecnológico y su influencia en el uso y acceso a recursos naturales.
Cuando hablamos de ejemplos de productos no buscados, los comerciales sobre equipos de seguridad de alta tecnología son una buena prueba de cómo las empresas que fabrican este tipo de productos comerciales utilizan los medios de comunicación para resaltar sus principales cualidades y beneficios asociados.
A pesar de qué el sentirnos seguros es una necesidad recurrente, muchas veces los productos de consumo diseñados para resguardar espacios físicos no representa una preocupación frecuente para muchas personas. Principalmente, por el costo que traen consigo tanto la instalación y el mantenimiento de los equipos como el propio servicio en cuestión.
La madera es uno de los productos de consumo a escala industrial por excelencia. Ya que como materia prima, es un producto que siempre está presente dentro de todo lo relacionado con el mundo industrial.
Tanto como materia prima para fabricar muebles a escala masiva hasta en los artículos más esenciales dentro de la oficina, no cabe duda de que la madera es uno de los productos comerciales que siempre se encuentra presente dentro de cada una de las actividades relacionadas con la producción a gran escala.
A medida que nos adentramos cada vez más en el mundo de los procesos industriales, empezamos a adquirir mayor conciencia en cuanto al valor real de los productos de consumo y su influencia sobre el precio total de los artículos ofertados dentro del mercado.
Y hoy en día, no hay mejor ejemplo de la interdependencia que existe entre los productos comerciales y los procesos industriales que las compañías que diseñan productos electrónicos. Desde la calidad de las materias primas hasta el diseño final del producto, cada uno de sus componentes debe ser cuidadosamente acoplado a la herramienta para que la misma cuente con la capacidad para ejecutar eficientemente la tarea que le fue asignada.
Resulta algo bastante difícil no quedarse impresionado ante la relevancia e influencia de los productos de consumo dentro de la economía como parte de las ciencias sociales. Pero a pesar de lo que muchos puedan llegar a pensar, los productos comerciales son más una prueba de cómo el propio desarrollo del ser humano como especie, ha traído consigo el surgimiento de nuevas necesidades directamente asociadas con el estilo de vida y el surgimiento de métodos, herramientas y procedimientos cada vez más precisos e ingeniosos para solventarlos.