Cuando hablamos de la psicología jurídica, es la que estudia la conducta humana en todo lo relacionado con el ámbito legal. Mientras, que la psicología forense que es una rama de la jurídica, debido a que se involucra específicamente con estudiar el estado mental de la persona en el momento específico de un delito, en lugar de su funcionamiento actual.
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¿Qué es la psicología forense?
Veamos ¿qué es la psicología forense? El significado de forense se origina de la palabra en latín fórum, siendo este un espacio público donde se realizaban juicios públicos durante la época romana.
Primero ¿qué hace un forense? Es el profesional encargado de investigar las circunstancias que rodean la muerte, realizando autopsias, exámenes externos, solicitando las pruebas necesarias y analizando sus resultados.
Ahora, esta rama de la psicología por su parte, es responsable de estudiar e intervenir en los procesos judiciales, aportando datos y conocimientos que permiten resolver los casos. Conocidos como psicólogos forenses, su misión es recopilar, estudiar e interpretar de forma precisa los datos psicológicos que puedan ofrecer elementos cruciales de cara al juicio.
La definición de psicología forense, es el estudio del comportamiento y procesos mentales que necesitan explicación o ser determinados en la realización de un juicio oral, ya que el objeto de interés de esta disciplina es permitir la procuración de la justicia. De por sí, se destaca por el estudio de la víctima para determinar adecuadamente las consecuencias psíquicas sufridas posterior al delito.
¿Cómo se diferencian la psicología jurídica y psicología forense?
Veamos, para dejar en claro diferencia entre psicología jurídica y psicología forense, repasemos en que se enfoca cada una. Veamos qué es la psicología jurídica, como la rama que estudia la conducta de los participantes jurídicos en los ámbitos de la ley, justicia y derecho. Es responsable de estudiar, explicar, prevenir y tratar aquellos aspectos comportamentales, psicológicos que se relacionen en la conducta legal de las personas mediante los métodos de la psicología científica, cubriendo diferentes ámbitos y niveles de estudios e intervención
Mientras que la psicología forense, desenvuelta en un ámbito jurídico específico, se caracteriza por el abordaje del comportamiento y procesos mentales que necesitan una explicación durante el juicio, para encontrar una resolución al caso.
¿Cuál es su objeto de estudio?
¿Qué estudia la psicología forense? Su objetivo es destacar el estado mental del acusado al momento del delito e influencia que pudo haber tenido dicho estado en el comportamiento del individuo, para brindar datos y elementos importantes durante el proceso judicial y con esto, ofrecer asesoría a los abogados, fiscales o jueces involucrados en el juicio, con relación a los aspectos psicológicos.
La psicología jurídica y forense busca ayudar a los participantes activos durante el proceso judicial para encontrar una solución. Para esto, los psicólogos de esta área estudian los comportamientos humanos y principios de la psicología, para entender cómo se aplican estos a los criminales, la conducta de los testigos y otros factores similares.
Historia de la psicología forense
La historia de la psicología forense da inicio en el año 1879, cuando uno de los primeros psicólogos reconocidos por la historia, Wilhelm Wundt, fundó su primer laboratorio en Alemania. Dentro de este punto inició el estudio de la relación existente entre la criminalidad y la conducta humana. Desde esas fechas, el ámbito de la psicología jurídica ha seguido creciendo.
Un ejemplo, de los antecedentes de la psicología forense, fue uno de los más importantes investigadores del campo de diferencias individuales, fue el psicólogo Raymond Cattel, se encargó de realizar una serie de investigaciones acerca de la psicología del testimonio. Asimismo, se descubrió que los testigos eran propensos a cometer una considerable cantidad de errores, aun cuando afirmaban estar seguros de lo que vieron.
Dicho esto, por esta época Alfred Binet (otro reconocido psicólogo del siglo XIX), se ocupó de replicar las investigaciones realizadas por Cattell, y así estudiar los resultados de conocidos experimentos psicológicos y el modo en que estos de vinculaban con el comportamiento criminal y la justicia.
Por consiguiente, en los años siguientes se llevaron a cabo investigaciones de este tipo de manera individual, aunque no fue hasta mucho más tarde que la psicología forense, rama de la psicología jurídica comenzó a establecerse como una rama independiente.
Psicología forense en la justicia
Finalizando el siglo XIX, los psicólogos fungían como expertos en varios juicios especiales por Europa. Un ejemplo fue en 1896, otro de los autores de la psicología jurídica, el psicólogo Albert von Schrenk – Notzing dio su testimonio durante un caso de asesinato, haciendo referencia a los efectos de la sugestionabilidad acerca de los relatos por parte de los testigos.
En las siguientes décadas, aparecieron los primeros intentos teóricos de vincular el ejercicio forense con la ciencia de la conducta humana. En 1908, el psicólogo Hugo Munsterberg publicó un libro titulado En los zapatos del testigo, donde defendió la importancia de emplear la psicología dentro del ámbito legal. Han sido varios los psicólogos que buscaron defender esa postura a través de los años siguientes, con algunas innovaciones, como el descubrimiento como la presión arterial siempre se incrementaba cuando alguien mentía (permitiendo la invención del polígrafo), promoviendo un avance en la causa de la psicología forense.
No obstante, no es hasta el año 1923, cuando se tuvo por primera vez un precedente del uso de testigos expertos en los juicios, como el caso Frye contra Estados Unidos. Partiendo de este hito, es cuando la psicología forense acelero enormemente.
Crecimiento de la psicología forense
No obstante, pese a los avances de la psicología forense no se estableció como una disciplina individual hasta transcurrida la Segunda Guerra Mundial. Antes de que estallará este conflicto, aquellos expertos del comportamiento humano podían formar parte en los juicios., pero solo permitían la participación de quiénes no se metieran en el terreno de los médicos, al ser ellos considerados como fuentes de mayor validez.
Poco a poco, la psicología forense logre crecer y ser reconocida hasta los tiempos actuales. Esta especialidad fue oficialmente reconocida por la organización American Psychological Association (APA), en 2001, siendo así una rama joven de la psicología.
Actualmente, son varias universidades que ofrecen cursos especializados en esta rama, con frecuencia mezclando con la psicología criminal. Además, cada vez se ha visto muchas personas que escogen formarse en esta área, tras finalizar sus estudios básicos.
Así pues, la psicología forense ha ido adquiriendo mayor popularidad, siendo estos profesionales bastante solicitados en diversos procesos jurídicos y legales.
¿Cuáles son las principales funciones de la psicología forense?
Ahora ¿qué hace un psicólogo forense? Los profesionales de la psicología forense tienen la responsabilidad de estudiar a los acusados desde una óptica distinta a la adoptada por psicólogos clínicos tradicionales, al igual que el resto de profesionales pertenecientes al área de la justicia. Un forense no debe empatizar con el acusado, como acostumbran hacer los psicólogos, sino que les toca observar la situación desde una perspectiva imparcial.
Por otra parte, los psicólogos que se han especializado en esta rama deben utilizar herramientas de evaluación distintas a las usadas en otros contextos, además de tener la capacidad de contrastar la información recolectada de varias fuentes y así confirmar su validez.
Determinar si existe un trastorno mental
Por lo general, una condena de prisión para un delincuente puede llegar a ser menor en caso de que padezca algún trastorno mental. Debido a esto, han sido varios acusados que buscaron fingir alguna discapacidad o trastorno al momento de verse en esta situación. El psicólogo forense es el encargado de determinar la existencia o no de algún trastorno.
Evaluar una posible discapacidad
En muchas circunstancias en las que toca decidir si un adulto que ha sido acusado no se encuentra en plena posesión de sus facultades mentales, por lo que no sería capaz de valerse por sí mismo. Al suceder esto, las condenas que se aplican son distintas a las de una persona sana que no sufra discapacidad alguna.
Otra de las cosas qué hace un psicólogo forense, es evaluar si el acusado es una persona dependiente o si en caso contrario, solo busca una forma de que su castigo impuesto se reduzca por parte del sistema judicial.
Evaluación de riesgos
Es muy común que un psicólogo forense deba determinan que probabilidad existe de que un acusado vuelva a cometer un delito si es puesto en libertad. Esta evaluación puede tener peso al momento de que un juez deje a un acusado en libertad condicional o no.
Los ámbitos o áreas de acción de la psicología forense
La psicología forense, como ya se ha ido explicando, colabora directamente con el sistema de justicia. Comúnmente, es asociada con procesos penales, focalizando sus actuaciones en el ámbito criminal. No obstante, hay otras disciplinas a tomar en cuenta, siendo las áreas de la psicología forense son las siguientes:
Derecho de familia
Entre las tareas del psicólogo forense se encuentran los abordajes, valoraciones y en casos de ser requeridos, tratamiento a personas involucradas en procesos de patria potestad, adopción, custodia y guarda.
Cabe acotar, que se ocupan de realizar informes psicológicos que posteriormente serán empleados para fines legales. Corresponde que realicen la respectiva evaluación de competencias parentales e intervención en casos de separaciones.
Derecho civil
La psicología aplicada al derecho civil, le compete hacer las respectivas entrevistas y evaluaciones para dar peso legal, es decir desmentir o justificar, como secuelas psicológicas de víctimas de crímenes.
Adicional se ocupan de valorar a los individuos con discapacidades legales, evaluar casos de tutelas, predecir capacidad volitiva e impugnación de testamentos.
Derecho penal
La psicología penal forense tiene la experticia para evaluar, abordar, diagnosticar y ofrecer testimonio en los casos donde hayan ocurrido actos delictivos como; violencia física, robo, abuso sexual y abuso de sustancias.
Claro, sus labores van más allá del abordaje del victimario, ya que algunas de sus funciones involucran atención a las víctimas por medio de valoraciones psicológicas y evaluar los daños a nivel psicológico.
También llevan a cabo una valoración psicológica en los criminales con fin de especificar, qué tan peligrosos son, además de proyectar a futuro la probabilidad de que recaigan nuevamente en una vida criminal.
Derecho laboral
En el área laboral, los psicólogos forenses evalúan a las personas que fueron víctimas de accidentes en sus sitios de trabajo. También se ocupan de las evaluaciones para confirmar o descartar simulaciones de síntomas. Los casos de acoso laboral (también conocido como mobbing) son competencia de la psicología forense, junto con el acoso sexual y aquellos casos que derivan en el famoso síndrome de burnout.
Psicología jurídica del menor
En el ámbito judicial, se acostumbra a elaborar informes periciales psicológicos en los menores para determinar el nivel de credibilidad de su testimonio, en casos de bullying, ciberbullying o abuso sexual. También son responsable de evalúan el estado psicológico y presencia de maltrato infantil a lo largo de su infancia.
Psicología policial y de las fuerzas armadas
En el caso del ámbito policial, la psicología forense apoya en la selección y formación de personal con respecto a dinámicas de grupo, habilidades sociales, manejo de situaciones críticas, delincuencia, psicopatología forense, entre otros.
Victimología
Los psicólogos forenses se enfocan, particularmente, en las secuelas psicológicas sufridas por la víctima posterior al crimen, así como la credibilidad de los testigos o daño moral. Además, también actúan en casos de violencia doméstica o violencia de género, además de realizar evaluaciones pertinentes en casos de acoso, agresión, abusos y las posibles consecuencias psicológicas tras el crimen.
La psicología jurídica y la psicología forense cumplen papeles fundamentales para el cumplimiento de la ley, sistema judicial y criminología. Ambas rompen con la idea que se tiene del psicólogo estereotipada que se muestran en series y películas. Estas ramas son necesarias para solucionar cuestiones que requieran de una perspectiva más científica.