Un nuevo informe del club RACC ha dado cuenta de que en las carreteras catalanas se evidencia una novedad con los radares. De todos los que están habilitados para la regulación de la velocidad, cuatro de cada diez no se encuentran bien señalizados.
La organización ha hecho un llamamiento para que se cambie la localización de estas señales de aviso, teniendo en cuenta los dos elementos que la componen: la de la distancia y la ubicación.
Lluís Puerto, director de la Fundación RACC, comunicó al portal de elperiodico.com que la norma española estipula la instalación de señales para alertar sobre la ubicación de los radares. Sin embargo, no especifica nada sobre la distancia.
Por ahora, el código catalán no tiene prevista la señalización en la red viaria.
Radares regularizados
Lluís Puerto explicó que los radares deberían estar regularizados por las mismas normativas de las videocámaras, en cuyo caso “las autoridades están obligadas a informar sobre su presencia”.
El informe dado a conocer establece que más de la mitad de estos radares, un 58%, están desplegados en vías que no corresponden, ya que en ellas existe poco riesgo o uno muy bajo de que se produzca algún siniestro.
Por otra parte, en los lugares en los que existe un riesgo más alto solo hay un 3% de los radares.
Bien conservados
Un aspecto positivo del informe es que un 97% de estos aparatos sancionadores mantiene una vida útil efectiva.
Las autoridades locales han informado de que en Cataluña hay casi 4 mil kilómetros controlados con radares móviles. La relación de concentración con respecto a toda España es del 26,1%.
Estos datos indican que esta comunidad es la que cuenta con una mayor supervisión dentro del territorio español.
Entre las solicitudes del club RACC a la Administración, destaca que se realice un análisis para considerar una mejor redistribución de este tipo de aparatos, para trasladarlos a las vías donde su presencia sea más necesaria.
