La forma más sencilla de definir qué es literatura es considerarla la expresión de las ideas, pensamientos, culturas e historias a través del lenguaje. El concepto de literatura engloba las obras escritas o registros orales, aunque que también se usa para hacer referencia a las producciones literarias de un determinado momento o localidad. De esta forma, las ramas de la literatura son todas aquellas posibles formas en las que se puede categorizar un trabajo de literatura. Los géneros literarios – que son las clasificaciones literarias según los rasgos comunes – son la narrativa, la lírica o poesía, el drama y el ensayo.
Tipos de géneros literarios:
Características y ejemplos de todos los subgéneros literarios (lírico, narrativo…)
A la narración también se le conoce como el género épico. En este tipo de obras literarias el autor toma el rol de narrador, es decir, se encarga de ir contando los hechos y hazañas que realizan los personajes.
Los cuentos y novelas son buenos ejemplos de a qué se le considera literatura narrativa. Los principales elementos de la literatura tienen que ver con la expresión verbal y lo estético, es por esta razón que las obras de este estilo son ricas en historias glorificadas o fantasiosas, testimonios reales o cargados de sentimientos, contextos y hechos importantes narradas a través de un lenguaje agradable de leer o de escuchar, y que tienen lugar en una realidad ficticia o representada.
La narración es el arte de contar historias. Es por esta razón que en este género es posible encontrar desde fábulas breves y cuentos sencillos para niños, complejas crónicas policiales o criminales, testimonios en primera persona, novelas románticas y esperanzadoras o relatos de terror para los más valientes.
Desde su origen en las epopeyas de la Antigua Grecia, las características principales de la literatura narrativa son el narrador, la realidad, la forma y la trama.
El factor fundamental que diferencia a este género de otros, es la existencia del rol del narrador. Siempre hay alguien que cuenta la historia, es la voz que describe la información y guía al lector a través del relato. Existen diferentes tipos de narrador, y se describen a continuación:
La obra representa una realidad que debe ser descrita para que el lector o espectador pueda interpretarla y reconocerla. No importa si la historia se basa en hechos reales o en ficción.
En los siglos pasados era común el uso del verso en las narrativas, especialmente porque facilitaba recordar las historias que eran transmitidas de forma oral.
El objetivo de la narrativa es que exista “algo” que contar. Estas obras ameritan personajes clave y una sucesión de hechos.
Es muy fácil identificar de qué se trata la literatura narrativa, ya que son las obras a las que normalmente se puede acceder con mayor facilidad. Las bibliotecas, tiendas, escuelas, universidades y hogares están llenos de cuentos y novelas de todo tipo.
Algunos ejemplos de novelas muy populares de son “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, “La divina comedia” de Dante Alighieri o “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes.
Dentro de las ramas de la literatura más antiguas se destaca la poesía o lírica. En este tipo de obras el autor se vale de formas del lenguaje como el verso y la prosa para expresar sentimientos o emociones. Los factores literarios líricos tienen su origen en la subjetividad, lo más profundo del alma y el corazón de quien escribe. El término “lírica” proviene de la antigua Grecia, donde los versos eran recitados o cantados acompañados de una lira.
La manifestación más popular de este género es el poema. Este les permite a los autores reflejar el amor, la alegría, el duelo, la tristeza o cualquier otro sentimiento respecto a una situación, objeto o persona.
Algunas características de expresión literaria lírica son la función emotiva, la estética, y el ritmo.
El género lírico cumple una función emotiva o expresiva, a través del lenguaje. Puede trabajarse en primera o tercera persona.
Aquello que se dice es transmitido desde el más fino estilo estético, romántico y adornado. Utiliza frecuentemente el verso y puede dividirse en estrofas. Existe un “yo” lírico. Recurre al uso connotativo, recursos poéticos, musicalidad y discurso profundamente subjetivo.
No necesariamente debe desarrollar una historia de principio a fin.
La poesía se caracteriza por el ritmo y la métrica, propios de su estructura.
La lírica está muy ligada a la musicalidad, la expresión de sentimientos y el ritmo. Algunos ejemplos de género lírico son la coral, el soneto, ésloga, la canción, el romance, el himno, la elegía, la sátira, la oda y el epigrama.
Entre las obras más destacadas está “Elegía” de Miguel Hernández y “Me gusta cuando callas” de Pablo Neruda.
Las obras dramáticas son historias que – generalmente – se elaboran con el fin de ser representados en un escenario. Por esta razón no suelen tener un narrador. Para comprender cuáles son las características de la literatura dramática hay que revisar que “drama” significaba acción o actuación, para los griegos de antes de Cristo que dieron origen a este arte, por esta razón el drama se vincula al teatro.
El drama es una parte muy importante de la literatura universal y sus características principales son las siguientes:
Si bien el término dramático se ha tergiversado hasta convertirse – en la actualidad – en sinónimo de algo que resulta exagerado, en el ámbito literario engloba todas aquellas obras que están destinadas a representarse ante el público.
Los ejemplos más conocidos de la historia del teatro y la literatura dramática son “Romeo y Julieta” y “Hamlet” de William Shakespeare, o “El fantasma de la Ópera” de Gaston Leroux.
Otra arista importante de qué estudia la literatura es la divulgación de historias, teorías, opiniones o investigaciones. El ensayo es la muestra de que los géneros literarios no sólo tienen un fin estético, sino que también sirven para disertar y masificar diversos temas de interés para la sociedad.
En este tipo de obras el autor puede combinar la subjetividad y la información, emitiendo conclusiones o compartiendo su punto de vista a través del lenguaje.
Algunos rasgos de la literatura de este estilo son los siguientes:
Los ensayos también son un buen ejemplo de qué es la literatura como arte. Existen muchos autores que han dedicado buen parte de su trabajo a este estilo, creando grandes obras de interés colectivo que perduran en el tiempo y permiten ilustrar realidades y contextos.
Algunos ejemplos destacados son “El arte de la guerra” de Sun Tzu, “Tratado sobre la tolerancia” de Voltaire o “Tres ensayos sobre teoría sexual” de Sigmund Freud.
Lo emotivo, la reflexión y la estética son características de la literatura como arte, sin importar de cuál estilo se esté hablando. El arte literario (y qué estudia la literatura en sí) es fundamental para la sociedad y la cultura, y una pieza clave en el desarrollo del lenguaje. Las diferentes ramas de la literatura le ofrecen a los artistas múltiples espacios para expresarse, contar historias, narrar los hechos y plasmarlos de tal forma que sirvan como registro para el futuro.