Cuando se quiere alquilar una propiedad inmobiliaria, es normal que salgan a la luz muchas dudas y miedos. Es una situación en la que le entregas las llaves de tu hogar a alguien y esperas que lo cuide, lo valore, lo mantenga ordenado y, lo más importante, cumpla con todos los pagos a tiempo.
Por eso es recomendable contar con un apoyo como la guía de Alquiler Plus, una empresa especialista en arrendamientos con más de 10 años de trayectoria. Este material reúne todas las claves para entrar en el mercado inmobiliario exitosamente, y en este artículo explicaremos algunas de ellas.
El primer paso es hacer una revisión profunda del punto en el que se inicia este proceso. Se deben evaluar todas las posibilidades para obtener la máxima rentabilidad y luego elaborar una estrategia para hacer llegar el producto a los candidatos correctos.
Eso implica definir el precio de la vivienda –realizando el estudio comparativo y tasación correspondiente– y considerar factores como el PER (Price Earnings Ratio), las condiciones del inmueble, la ubicación, las reformas realizadas, los seguros de alquiler, entre otros.
Una vez que esto se defina, hay que preparar los avisos publicitarios para que la información llegue a los potenciales inquilinos. Aquí hay que recurrir a portales inmobiliarios o publicidad tradicional. Necesitarás varias fotografías de buena calidad para mostrar el lugar desde diferentes perspectivas.
En este punto lo más importante es enfocarse en el tipo de arrendatario se está buscando y qué elementos incluye el alquiler. La vivienda puede estar destinada para una pareja, para una familia numerosa, un joven estudiante, alguien con mascotas, o incluso puede que estés intentando evitar alguno de estos perfiles. Por ejemplo, las personas que arriendan departamentos pequeños en pisos muy altos no suelen permitir mascotas ni niños.
Debes imaginar cómo es ese inquilino ideal y dirigir la búsqueda hacia esas características. Una vez que se tengan varios candidatos, es necesario concertar una visita para conocerse en persona y aclarar dudas. De esta manera se puede elegir la mejor opción.
Cuando el inquilino esté elegido, se debe revisar la Ley de Arrendamientos Urbanos para elaborar el contrato correspondiente. Este debe ser claro y conciso sobre las cláusulas y condiciones, duración, prórrogas, renta, gastos, suministros, reparaciones, penalizaciones y otros elementos propios del alquiler. Así mismo, se debe dejar por escrito todo lo referente a normas de convivencia o reglas de la comunidad.
Para la tranquilidad, seguridad y respaldo del arrendatario y del arrendador, es necesario que todos los parámetros queden expresados y registrados en el contrato. Esta es la garantía del acuerdo que se forma ante ambas partes.
Existen muchos otros detalles que deben ser considerados a la hora de poner en alquiler una vivienda. Se trata de un proceso largo que va desde la evaluación del inmueble, la elección del inquilino, los contratos, los pagos, hasta que el contrato finaliza o se renueva. Por esta razón la recomendación es siempre buscar servicios profesionales que asesoren y acompañen desde el día uno, para que lograr una experiencia segura y de máxima rentabilidad.