Hacer una remodelación siempre aporta un aire nuevo a cualquier vivienda. Sin embargo, recientemente ha comenzado a tomar fuerza el concepto de reforma integral, con la que es posible conferir un valor añadido al inmueble.
La palabra «integral» hace referencia a un todo; por consiguiente, una reforma integral requiere la renovación de todas las estancias de una casa. Pero, ¿cuánto puede revalorizar una vivienda y qué se necesita para llevarla a cabo?
Según la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), una reforma integral a un piso de 90 metros cuadrados, con una inversión mínima de 50.000 euros, puede incrementar su valor en un 20% o más.
Los jóvenes españoles prefieren alquilar una casa a comprarla, y el resto solo invierte entre 829 y 1.049 euros en renovar sus viviendas, mucho menos de lo que cuesta mantener un vehículo al año. Pero hay que destacar que reformar el parque inmobiliario de un país es, más que una inversión, la única forma de adaptarlo a los tiempos actuales y a las nuevas necesidades.
El primer paso es hacer una lista de las instalaciones que se van a reformar, así como de las necesidades que se desean cubrir. A continuación, se debe realizar el cálculo estimado de cuánto costará.
También conviene acudir a profesionales o contratistas de confianza que puedan aconsejar durante todo el proceso, además de elegir la calidad de los accesorios y elementos a renovar, como los grifos, los suelos, la pintura y los muebles, ente otros.
Un estilo de decoración minimalista elegido con gusto, y elementos que hagan del inmueble una vivienda ecológica eficiente, favorecerán el presupuesto, la amortización de la inversión y la futura venta.
Otro detalle que puede parecer una nimiedad, pero que es importante, es que hay que tener en cuenta el tiempo que costará conseguir todos los permisos pertinentes para realizar las obras. En el caso de contratar a un profesional o arquitecto, generalmente este se encarga de tramitarlos.
Por otro lado, es necesario hablar claro de lo que se quiere. Si la casa no está quedando como se había imaginado, hay que decirlo rápidamente, aunque eso signifique hacer cambios en el plan de trabajo y en el presupuesto.
Finalmente, hay que recordar que la paciencia puede ser un recurso muy valioso. Una reforma integral requiere tiempo y no conviene presionar a los profesionales, ya que eso podría influir negativamente en los resultados.
Referencias: