Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Por desgracia, y aunque ellos llevan siglos demostrándolo, en nuestro caso casi nunca suele resultar siendo recíproco.
Y la prueba inequívoca de ello pasa por la imposibilidad de ir con nuestra querida mascota querido amigo a muchos espacios comunes donde su sola presencia se encuentra terminantemente prohibida. Pero no todo está perdido.
Por suerte, las cosas están cambiando poco a poco. Y es que la conocida franquicia marca de hamburgueserías gourmet Goiko ya permite acudir a sus establecimientos acompañados de nuestros perros.
La popular casa de hamburgueserías, conocida por su «Chorreo Forever» o por contar con una hamburguesa especial en cada local, se ha convertido recientemente en una marca «Dog Friendly».
¿Qué quiere decir esto? Sencillo. Permite la entrada de perros en casi todos sus restaurantes.
Los locales situados en centros comerciales deberán acogerse a las políticas específicas de cada uno de ellos.
El sorprendente anuncio ha llegado bajo el lema «Yes You Can» y, según sus responsables, merece toda una celebración por todo lo alto. No en vano, ¿quién no quiere reservar en Goiko y disfrutar de sus hamburguesas gourmet favoritas acompañados de sus mejores amigos caninos?
Eso sí, aunque se trate de una cuestión de sentido común, conviene puntualizar que la conocida empresa madrileña ha establecido una serie de criterios y normas a tener en cuenta si quieres asistir a sus instalaciones, ya que se trata de requisitos de obligado cumplimiento:
Es cierto que aún nos queda mucho camino por recorrer en temas de inclusión canina.
No obstante, que una marca de restauración (GOIKO) con más de 100 establecimientos repartidos por toda España, opte por acogerse a la etiqueta «Dog Friendly» es un gran paso que, a buen seguro, terminarán emulando, como ejemplo a seguir, otras muchas empresas no solo del sector de la restauración y la hostelería.
Sin lugar a dudas, desde nuestro espacio apoyamos dichas iniciativas como paso ineludible para lograr una sociedad más justa, amigable e inclusiva.
No solo se trata de adaptarse a las necesidades de los clientes. Juntos podemos hacer que la convivencia vaya un paso más allá. Y es que, como suele decirse: «La diferencia entre un perro y un humano es que tú piensas que le quieres y él te quiere sin pensarlo».