El antiquísimo juego de los retos es común en todos los países, aunque con diferentes nombres. Tradicionalmente se gira una botella y a quien apunte el pico se le asigna una prueba. Existe una gran gama de desafíos, que incluye desde retos leves hasta retos extremos, pero siempre dentro de los límites del respeto y la integridad porque la idea es divertirse sin lastimar a nadie.
Entretenimiento en casa:
Cómo divertirse en casa con actividades, juegos y hobbies para niños y adultos
A continuación te presentamos 80 retos locos que, acompañados de algunos otros ingredientes, donde no debe faltar la música, te liberarán del estrés y te harán pasar ratos memorables.
Los retos bobos o retos estúpidos para hacer en casa se han vuelto casi tradición, pero que no por eso dejan de ser divertidos, además de que podemos agregarles otros aderezos con un poco de imaginación. Son estupendos para cuando la gente está un poco aburrida y se pueden jugar en familia ya que también son retos fáciles para niños.
Se trata de colocar un objeto en la cabeza y que no se caiga. Éste es uno de los retos para fiestas de niños más usados, ya que pueden hacerlo varios simultáneamente y gana el que logre mantener el equilibrio por más rato.
Consiste en hacer una creativa exhibición de ballet. Se recomienda mirar un vídeo para observar los movimientos y de esta manera el juego también se convierte en una actividad cultural. El Lago de Los Cisnes de Tchaikovski es perfecto.
El intérprete tiene que imitar a una gallina, batiendo los brazos como si fueran alas y haciendo los movimientos adecuados con el cuerpo. Igual que en el caso anterior, se aconseja ver un vídeo. La Gallina Turuleca es un clásico y su baile hace que esta actividad sea uno de los famosos retos divertidos para niños.
Aquí el reto consiste en que el protagonista chupe un limón sin hacer muecas y el grupo le asignará un puntaje dependiendo del desempeño. Por la risa que da mirar la cara de quien hace la prueba, éste es uno de los retos divertidos en casa que todos prefieren.
Este reto se basa en que el participante se mantenga parado de cabeza durante el mayor tiempo posible. Dependiendo de su edad y agilidad, también se puede cambiar por algunas vueltas de carnero.
Se trata de que la persona que realiza el reto se coma un plato de gelatina o un pedazo de tarta sin utilizar las manos, sino directamente con la boca. Este es uno de los retos difíciles de lograr que suele divertir mucho.
Este es otro de los retos chistosos. En este caso se debe componer un poema o canción alusiva a alguna de las personas del grupo, resaltando sus características de forma cómica y acompañando las palabras con gesticulación.
En este caso, quien está haciendo la prueba debe tratar de tomar la mayor cantidad de agua con la cabeza para abajo y el vaso al revés, sin atragantarse, lo cual hace que éste sea uno de los retos fáciles y divertidos preferidos por la gente.
Esta actividad consiste en vendar los ojos y también atar las manos para que el protagonista no pueda tocar a nadie. Después, cada persona se va acercando en silencio y debe ser reconocida por su olor.
Se debe imitar a un borracho y hacer cosas simpáticas, tales como dar tumbos o caerse, además de hablar con la lengua enredada y decir incoherencias, lo que convierte a esta prueba en uno de los retos graciosos.
Las serpientes reptan, sacan la lengua, muerden y se enroscan. En este reto se trata de imitar a este reptil durante un rato y, dependiendo de la imaginación del protagonista, puede resultar muy ameno.
En este reto se le asigna un producto a quien hace la prueba, por ejemplo un jabón, y debe inventar un anuncio resaltando sus cualidades y agregando otras imaginarias y graciosas.
Los tipos de retos para amigos extremos de este apartado se suelen usar en reuniones donde el grupo se tiene confianza. Son retos para jugar y divertirse sanamente, aunque muchos suelen llamar a esta actividad retos y castigos, ya que las pruebas a veces no resultan fáciles para los más tímidos.
La lista de retos que se expone a continuación se refiere únicamente a retos extremos en casa, ya que en siguientes apartados están otros juegos de retos extremos divertidos que involucran a los vecinos o son para realizar en ambientes exteriores. La gracia de estos retos en casa radica, sobre todo, en las dotes histriónicas de los participantes.
Se trata de inventar piropos subidos de tono y decírselos a cada uno de los presentes, o a quienes se elijan, pero como si se los estuvieran gritando en público.
Este es uno de los retos de qué probabilidad hay y consiste en adivinar de qué color llevan algunos de los presentes su ropa interior. Acto seguido, las personas señaladas deben mostrarla, para que se compruebe si es correcto o no.
Uno de los integrantes del grupo imita con mímica a alguno de los amigos que se encuentran presentes y el protagonista del reto debe adivinar de quién se trata. Este es otro de los retos para hacer en casa más entretenidos; se puede repetir muchas veces y es apto para todas las edades ya que es uno de los retos leves.
Esta prueba es otra de las favoritas entre los retos extremos para hacer en casa. Se trata de que cada amigo anote una idea, que después el protagonista debe gritar a toda voz por el balcón o la ventana. Frases como “acabo de salir del closet”, o cosas por el estilo pero más subidas de tono, son las preferidas.
Este es uno de los retos extremos para hacer en casa que resulta más difícil para algunos. Se refiere a contar una historia acerca de alguna experiencia sexual mediante gestos. Suele causar mucha risa, sobre todo, si quien hace la prueba sufre de vergüenza.
Este reto consiste en que el protagonista se debe dejar maquillar y peinar por el resto del grupo. Pero lo más divertido es que después debe salir a comprar algo, por lo cual este es uno de los retos para hacer en casa preferidos.
Este es otro de los retos extremos para amigos que más se suelen usar. Quien hace la prueba debe responder, sólo con un Sí o un No, a cada uno de los presentes. Las preguntas que se suelen hacer apelan a lo sexual y también indagan sobre si están enamorados de alguien del grupo.
En este reto se imita al cantante del sexo opuesto que decida el grupo, lo cual puede ser con voz y movimientos, o escuchando la canción y gesticulando. Para hacer el show más real, lo ideal es usar ropa del sexo contrario pidiéndola prestada a alguno de los amigos.
Bailar la danza del vientre es uno de los retos locos que más divierten, especialmente si el que hace la prueba es un hombre. Para llevar a cabo este juego se recomienda ponerse una vestimenta apropiada. Igualmente, lo ideal es mirar un vídeo antes.
Los perros mueven la cola, lamen a sus dueños, levantan la pata para orinar, se revuelcan y a veces se restriegan de forma indecorosa sobre las piernas de los humanos. En esta ocasión, quien hace la prueba deberá imitar esas conductas.
Hacer de stripper es otro de los retos extremos muy populares y divertidos entre jóvenes amigos. Se utiliza un música acorde y el protagonista se irá quitando la ropa tal cual lo hacen los profesionales.
Esta prueba consiste en que el protagonista suba y baje las escaleras del edificio en ropa interior y calcetines. También se puede cambiar por darle una vuelta a la manzana trotando, pero esto podría acarrear algún problema con la autoridad.
Este es otro de los retos extremos para jóvenes que suelen divertir mucho. Se refiere a llamar a los programas de radio donde participa la audiencia y tratar de cantar una canción en vivo.
Los siguientes retos divertidos para jóvenes involucran a los vecinos. Aquí la idea es que todos la pasen bien, ya que no se trata de reírse a costillas de la gente, sino con la gente.
Se refiere a dar una serenata a la vecina, preferiblemente que sea una persona mayor. Puede ser debajo del balcón si vive en un piso bajo, o caso contrario en la puerta. Lo ideal es que la canción se acompañe con algún instrumento musical, así sean unas campanitas o una pandereta.
Este es uno de los retos para niños de 12 años que se suelen usar, existiendo también otras ideas para retos de este estilo muy originales. El protagonista debe llamar a la puerta de un vecino y, poniendo cara inocente, pedir que lo ayuden a pelar una mandarina.
El desafío que aquí se describe es otro de los retos para adolescentes que puede resultar muy divertido, sobre todo por lo inesperado. Quien hace la prueba pregunta por alguna persona mayor de la casa elegida, y le pide que le enseñe algunos pasos de chotis, muñeira o sevillanas (dependiendo de la región donde se viva).
Consiste en disfrazarse de portera tradicional, y barrer el portal del edificio entonando una de las viejas canciones típicas del folklore a viva voz. Obviamente, esto debe llevarse a cabo a una hora en que salga y entre mucha gente.
Este reto es muy viejo y generalmente se utiliza para molestar, pero en este caso se ha humanizado. Consiste en tocar el timbre de las casas, pero dejando cartas anónimas dirigidas a los vecinos resaltando sus cualidades o expresándoles cariño.
Aquí se trata de llamar a la puerta de algún piso, o de varios, e invitar a jugar al escondite en el edificio. Capaz que hasta muchos aceptan y pasan un rato sensacional compartiendo entre vecinos.
Para cumplir con esta prueba, el protagonista se ubicará en el portal del edificio, a una hora en que haya tránsito, idealmente disfrazado de cura. Se trata de que cada vez que entre o salga un vecino entone el Ave María de Schubert. Al respecto, se recomienda ver el vídeo de Andrea Bocelli.
Este es uno de los retos sencillos que llama mucho la atención. La idea es que quien hace la prueba se vista con una túnica negra y, con una vela prendida, dé una vuelta a la manzana, de noche, entonando cantos gregorianos.
Muchos de los retos extremos en la calle también buscan que la gente se divierta. Para este tipo de actividad son ideales los semáforos, las plazas, el metro, los centros comerciales, los supermercados y las aceras de las grandes avenidas. En estos entornos las posibilidades son múltiples y se prestan a muchas más variantes que las existentes en una casa.
En una esquina, ponerse a mirar el suelo buscando algo afanosamente y, cuando alguien pregunte, contestar con cara compungida que se le ha perdido la felicidad o alguna otra cosa parecida.
Caminar durante una calle poniendo un pie delante de otro en línea recta, como si se estuviera sacando medidas. Esto funciona también en una estación del metro o en un supermercado.
Este juego es de vieja data, sin embargo no ha perdido vigencia. El reto consiste en que el protagonista se mueva por la calle como un tren, cantando una canción y haciendo una coreografía, tratando de incorporar gente.
Esta actividad es adecuada para llevarla a cabo en los semáforos y se trata de que quien hace la prueba pase a caballito, una a una, a varias personas del grupo.
Para este reto el protagonista se debe pintar como mimo y aprender los movimientos que éstos hacen. La idea es pararse en una esquina y entregar una flor silvestre a cada una de las personas que pasen, haciendo la típica inclinación.
Este es otro reto muy viejo pero que siempre produce risa. Se trata de pararse en una esquina mirando al cielo y señalando hacia arriba. Al poco tiempo habrá otras personas también mirando y preguntando.
Para este reto el protagonista debe vestirse desarreglado, como con pinta de loco, idealmente en pijama y despeinado. La idea es decir a las personas que pasan que está perdido y no sabe el camino para volver a casa.
Con el mismo atuendo del punto anterior, se trata de dirigir el tránsito por un rato en una esquina donde no haya semáforo. Esto hay que hacerlo rápido y pendiente de que no haya policía cerca, para evitar problemas.
Se debe gritar en un centro comercial que se ha perdido el juicio. Para completar la escena, varias personas del grupo lo cogen en brazos y se lo llevan como si fuera un loco.
Este reto consiste en pararse en una esquina, o también en un centro comercial, y permanecer inmóvil tipo estatua por el tiempo que determine el grupo.
Aquí la acción se lleva a cabo en una plaza y el protagonista del reto debe convencer a la gente que está allí sentada, o paseando, de que participe en un juego de la rueda.
Este reto se refiere a cruzar por el paso cebra bailando reggaetón con los movimientos más atrevidos posible.
Igual que en caso anterior, este desafío se aplica en el semáforo, pero en este caso el que hace la prueba debe atravesar la calle en cuclillas y dando saltitos como una rana.
Este reto se puede llevar a cabo en cualquier locación. La idea es que cuando pase alguien atractivo del sexo opuesto se haga como que se está asfixiado y se le pida oxígeno de boca a boca. Hay que tener cuidado porque hay personas que se pueden molestar.
Quien hace la prueba parará a la gente por la calle y les ofrecerá contar un chiste. Es posible que alguien le diga que sí, así que debe tener algunos preparados.
Aquí se trata de cantar a toda voz en el vagón del metro o el autobús, de la forma más desafinada posible. La idea es que no parezca una gracia, por lo cual quien canta no debe reírse ni mirar a los otros pasajeros.
Este reto también es para ser realizado en el metro o el autobús. La idea es que el protagonista comience a sollozar de repente. Seguramente la persona que va al lado le preguntará qué le pasa y entonces le contará que lo ha dejado la novia o el novio y terminará llorando en su hombro.
Con un trapo y algún líquido en espray, el protagonista del reto se pondrá en la tarea de sacarle brillo a un poste de la luz, teatralizando la labor y fingiendo que es muy importante que quede perfecto.
Este desafío se lleva a cabo en un supermercado. Se trata de ponerse frente a los estantes donde están los productos y la gente comprando, y fingir un tic nervioso moviendo todo el cuerpo varias veces.
En este caso, también en el supermercado, el protagonista del reto se pone frente a las patatas, les habla como si les estuviera rezando y les hace exageradas reverencias. Este desafío es uno de los retos más graciosos de observar, por la reacción y las caras que pone la gente.
El cine es otro de los lugares donde se pueden realizar retos divertidos para amigos de gran originalidad, tanto en la cola para comprar las entradas, como adentro del cine.
En este reto, el protagonista llega a la cola del cine vestido acorde a la película o con algún objeto alusivo. Debe estar solo aunque el grupo ande cerca, y poner cara seria sin hacer contacto visual con nadie.
También en el cine, comprarse una caja grande de palomitas y ofrecer a todos los que esperan para entrar en la sala.
Este reto consiste en entrar a ver una película dramática y sollozar muy fuerte en el cine durante toda la función (o hasta que lo permitan).
Para llevar a cabo este desafío es indispensable tener uno de esos juguetes infantiles con una cabeza de caballo y un palo donde los niños se montan. Se trata de llegar a la cola del cine cabalgando y preguntar cuál es el lugar para dejar el caballo amarrado.
El parque es otro espacio ideal para llevar a cabo retos extremos para jóvenes sumamente ocurrentes, por la variedad de opciones que ofrece dado que hay árboles, bancos para sentarse, fuentes con agua, vías para correr o caminar y mucha gente paseando.
Este desafío consiste en abrazar a los árboles y quedarse un rato conversando con ellos, en aquellas zonas con más gente por los alrededores.
Delante de una fuente, agacharse y cantar una canción a peces imaginarios, señalándolos con el dedo y haciéndoles preguntas. Seguramente al poco rato habrá más de una persona asomada.
Pasear por el parque arrastrando una cuerdita y hablarle como si fuera un perro.
Se trata de asumir el rol de un predicador, usando el mismo volumen y tono de voz, y con un libro en la mano. Pero el tema, en vez de ser religioso, versará sobre algo raro, como por ejemplo las lunas de Saturno.
Para realizar este reto se necesita un parlante portátil, que sea más bien potente, y un palito que funja de batuta. El protagonista se subirá en un banco del parque, colocará el equipo de sonido en el suelo y comenzará a dirigir con energía. Se aconseja utilizar la Novena Sinfonía de Beethoven, mirando antes el vídeo de lo que hacen los maestros que dirigen esta pieza.
Para este desafío también se usa el parlante portátil, además de una caña con un nylon y con un pescadito de juguete amarrado, así como una palangana con agua. El que hace la prueba se sube en el banco con la cara pintada de mimo, y hace como que está pescando siguiendo los movimientos de una ópera, para lo cual no hay ninguna mejor que Carmen de Bizet.
Este reto consiste en sentarse en un banco del parque, usando aletas de buceo, y hacerse pasar por tonto, levantándose y aplaudiendo fuertemente a todo el que pase corriendo.
Para cumplir esta prueba el protagonista también se pinta la cara como mimo. Se trata de seguir a una persona a una distancia prudencial imitando su forma de caminar o de correr, y haciendo los mismos movimientos, hasta que se dé cuenta.
Los retos extremos por chat o teléfono y los retos pesados se agrupan, porque muchos de los últimos se realizan usando el móvil para hacer bromas a los amigos y desconocidos, así como llamar a algunos lugares para pedir información.
En este caso se llama a una pizzería y se hacen muchas preguntas estúpidas tales como si las pizzas son redondas o cuadradas, si se pueden intercambiar tales o cuales ingredientes y si le pueden poner duraznos o fresas.
Se llama a una floristería y, como en el caso anterior, se hacen muchas consultas sobre las flores para una supuesta corona que se va a encargar. Al final se dice que se está llamando desde la funeraria X y quien habla se identifica como el muerto.
En esta oportunidad se llama a un psiquiátrico y se indaga sobre si dan merienda, a qué hora, y otras cosas por el estilo, para concluir preguntando si van a hacer alguna fiesta y que cuánto cuesta la entrada.
Llamar a una ferretería y hacer varias consultas sobre tornillos y herramientas, para terminar preguntando si por casualidad tienen clavos de olor.
Este es uno de los típicos retos por mensaje. Quien hace la prueba le escribe por chat a un amigo y le dice como 20 veces que lo quiere mucho. Seguramente el otro cree que está pasando algo y pregunta, pero el primero insiste en que lo quiere mucho y no deja que la conversación se vaya para otro lado.
Este es otro de los retos para amigos por mensaje que resulta muy divertido. El protagonista le escribe a un amigo, diciéndole que hay algunas preguntas que nunca le hizo y que ahora tiene curiosidad, pasando a interrogarlo sobre los temas que se le ocurran.
Aquí se trata de llamar a cualquier número y el protagonista del reto le dice a quien atiende que está internado en un psiquiátrico y se siente aburrido, así que ha llamado a ese número para conversar un rato.
Este desafío es para hacerlo en algún lugar donde la gente espera turno para comprar, por ejemplo una carnicería. Ubicándose al lado de una persona que tenga cierta edad, se finge una pelea con el novio o novia, preguntándole su opinión sobre la discusión a la persona elegida y trasmitiéndosela al supuesto interlocutor.
Este reto se refiere a jugarle una broma pesada a algún amigo, poniendo un anuncio en el periódico con su dirección diciendo que se solicitan gatos para un concurso.
Aquí se trata de comprar condones en una farmacia y preguntar a quien atiende que cómo se usan.
Estos retos extremos para mujeres, aunque también podrían aplicarse para el sexo masculino, suelen utilizarse como retos para chicas. Al respecto, hay que tomar precauciones y el grupo debe estar cerca, porque puede suceder que algún chico se pase de la raya en algunos de los desafíos.
Este reto se refiere a disfrazarse de Caperucita Roja y ponerse en algún sitio pidiendo ayuda para encontrar a la abuelita.
Este desafío se lleva a cabo ubicándose en un lugar clave y la idea es maullar cuando pasa un chico guapo.
Este es un juego de retos para jóvenes del sexo femenino muy usado. Consiste en que la protagonista se pone un atuendo de bruja y corre por alguna acera concurrida montada en una escoba.
En este caso la chica debe vestirse modosita, cual si estudiara en colegio de monjas. Selecciona a un caballero que luzca tímido y le dice que necesita llenar un cuestionario para su trabajo de grado. Después, cuando el chico acepta, pasa a hacerle preguntas subidas de tono.
Este reto se realiza en el metro o el autobús y se trata de tener una conversación hot por teléfono, de manera que la gente escuche y se sienta incómoda. También se vale una pelea con el novio, por haberlo descubierto con otra chica.
Y así concluimos esta lista de retos locos, donde habrá algunos más del gusto que otros, y también seguramente existirán algunos retos extremos que resulten inapropiados o muy difíciles. En cualquiera de los casos los desafíos pueden ser modificados, y esperamos que sirvan para que puedas pasarla bien con tus amigos.