En un giro radical hacia la sostenibilidad, la industria de la moda se encuentra en vísperas de una transformación sin precedentes. Un equipo de investigadores del Laboratorio de Autoensamblaje del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en colaboración con Ministry of Supply, ha desarrollado una innovadora plataforma denominada «4D Knit Dress».
Esta plataforma combina tejidos computarizados especiales con hilos activos y un robot sastre programado, permitiendo la confección de prendas personalizables, sostenibles y adaptables.
Los tejidos activos permiten cambiar la forma, propiedades y funcionalidades de las prendas mediante estímulos térmicos.
En el corazón de esta revolución se encuentran los tejidos activos, capaces de cambiar su forma, propiedades y funcionalidades a través de estímulos térmicos. Las fibras termoactivadas, estratégicamente colocadas en puntos clave del vestido, permiten modificar su estilo mediante la creación de pliegues, nervaduras y ajustes en la cintura, brindando una apariencia personalizada y adaptada a las preferencias individuales.
El proceso de activación térmica se realiza con precisión gracias a un brazo robótico programado, que actúa como un sastre virtual, casi esculpiendo el vestido en el maniquí. David Griffin, investigador del Laboratorio de Autoensamblaje, explica:
«Cuando aplicamos calor, las fibras se acortan, lo que hace que la tela se frunza en un área específica, ajustando efectivamente la forma como si estuviéramos confeccionando la prenda».
Esta innovación reduce el inventario no vendido y promueve un enfoque sostenible en la confección.
Esta innovación no solo permite la personalización de las prendas, sino que también desafía los paradigmas tradicionales de la industria de la moda. En lugar de adquirir múltiples tallas para satisfacer la demanda, los minoristas podrían ofrecer un vestido base para tallas pequeñas y otro para tallas más grandes, adaptando la forma según las necesidades específicas de cada cliente. Esta estrategia podría reducir significativamente el inventario no vendido en las tiendas.
Además, la plataforma 4D Knit Dress promueve un enfoque sostenible en la confección de prendas. Al permitir la remodelación y personalización de un mismo vestido en múltiples ocasiones, se evita el desperdicio y la obsolescencia prematura, desafiando así la cultura de la «moda rápida» y su impacto ambiental.
En palabras de la investigadora Amanda Parkes:
«Esta tecnología nos permite explorar nuevas formas de interactuar con la ropa, redefiniendo la relación entre el usuario y la prenda. No solo se trata de confeccionar prendas más sostenibles, sino de fomentar un cambio en la mentalidad y el comportamiento de los consumidores».