El viejo sueño de tener un robot que limpia la casa ya es una realidad y, aunque parezca mentira, cada vez son más los hogares en los que parte importante de las tareas quedan en manos de los robots domésticos.
Robots humanoides:
Qué son, características y los robots humanos más increíbles desde 1495 hasta hoy
Su proliferación en el mercado se debe a que no solo existen robots que se encarguen de las labores de limpieza, sino que también están presentes en los momentos de estudio, de ocio y de entretenimiento.
A continuación te desvelamos qué robots para el hogar existen en la actualidad, cuáles están a punto de salir al mercado y qué tipo de robot doméstico existirá en el futuro…
Hacer que un robot cumpla con las exigencias necesarias para que sea seguro y pueda incorporarse a un hogar no es fácil. Seguramente por eso se ha tardado tanto en dar el salto entre los robots industriales, que hemos visto en cadenas de montaje de vehículos u otros productos, y los robots domésticos.
Pero ahora que se ha logrado ese paso, hay un creciente mercado de robots para casa que se dedican a las tareas más diversas. Los más populares hasta ahora se dedican a labores de limpieza, pero hay mucho más de lo que son capaces…
Hasta ahora los robots de limpieza para el hogar más conocidos son los robots aspiradores. Popularmente conocidos como “rumba” debido a la primera marca comercial de estos robots (Roomba), se trata de robots bastante sencillos que se mueven de manera autónoma y recorren la casa al tiempo que barren y aspiran los desechos y el polvo que encuentran en su camino.
Estos robots para casa tienen forma de disco, son muy aplanados y tienen un cerebro computarizado que los guía.
Cambian de dirección cuando encuentran un obstáculo (como una pared) y, por su escasa altura, caben debajo de nuestros muebles o debajo de la cama, esos lugares que nadie recuerda limpiar.
Lo mejor con estos robots de limpieza es que, quien los usa, puede desentenderse por completo de ellos durante mucho tiempo.
Ahora hay tantas opciones en el mercado que escoger el mejor de los robots aspiradores para la casa no es nada fácil. Hay que tener en cuenta varios factores, como el precio, que puede variar bastante según las funciones y la potencia que tengan.
Las condiciones del hogar también influyen, por ejemplo, en el caso de que haya mascotas, el robot aspirador pasará mucho tiempo recogiendo pelo,¡ y sus cepillos se ensuciarán con más frecuencia. Varias marcas de robots aspiradores disponen de modelos específicos para hogares con mascotas. Los escalones, el cableado e incluso el tipo de suelo son factores a tener en cuenta antes de elegir un robot u otro.
Dependiendo del precio del robot, puede realizar el recorrido aleatorio o elaborando un mapa de la estancia. En este caso, la inteligencia artificial de los robots para la casa es tal, que se aseguran de pasar por todos los rincones sin dejar nada sin limpiar.
Otro punto muy importante a tener en cuenta es el ruido. Cuanto mejor limpien, en principio, más potencia tendrán y, por lo tanto, más ruido generarán. Por eso los mejores modelos suelen de incluir en sus diseños sistemas de aislamiento para reducir el ruido.
Los robots friegasuelos son otro tipo de robots de limpieza, pero puede decirse que son “hermanos” de los anteriores. De hecho, muchos también son robots aspiradores. La diferencia es que los robots friegasuelos tienen la capacidad de lavar y cepillar el suelo, usan agua y hasta trapean.
Algunos robots friegasuelos primero aspiran y luego limpian con un sistema de mopas que va recogiendo la suciedad y la humedad. En otros casos, tienen un sistema de succión y un depósito que les permite manejar pequeñas cantidades de líquido derramado.
En estos robots limpia suelos los cepillos son muy importantes y hay que tener en cuenta que el trabajo de succión genera más ruido que el que hacen los robots aspiradores.
Mientras que la mayoría de los robots aspiradores son redondos, los robots friegasuelos normalmente tienen forma cuadrada, lo que les permite llegar a rincones más pequeños y esquinas.
En estos casos hay que tener en cuenta que, cuanto más pequeño sea el robot, más fácil le será hacer su recorrido.
Otro de los grandes segmentos de los robots domésticos es el de los famosos ayudantes o robots de cocina. Se trata de procesadores de alimentos que permiten licuar, batir, trocear, mezclar o amasar los ingredientes de manera automatizada y, en muchos, casos también cuentan con función de cocción, de modo que todo es cuestión de colocar los ingredientes y programar las funciones.
Algunos robots de cocina pueden programarse para que comiencen a funcionar en un horario determinado, como las cafeteras automáticas, claro que las funciones de los robots de cocina son mucho más complejas.
Hay
gran variedad de marcas y modelos de robots de cocina y precios desde los
100 euros, que aumentan según la
cantidad de funciones que el robot es capaz de cumplir.
Si lo que más interesa es picar o licuar, es muy importante la potencia del
motor. En esos casos se recomienda una potencia mayor a 800 vatios. Si
lo más importante es la cocción, puede llegar a 1600 vatios. También es
importante verificar el tamaño del vaso, que puede variar mucho.
Algunos robots de cocina están pensados para que puedan cumplir nuevas funciones con la adición de accesorios, con lo que se van personalizando a lo largo del tiempo.
Para las casas con jardines grandes se ha pensado una solución muy interesante: los robots cortacésped, que mantienen nivelada la altura del césped. Funcionan con un principio muy similar al de los robots de limpieza, aunque suelen ser bastante más caros. Estos robots también tienen ruedas y recorren el área de manera autónoma.
Los robots cortacésped cuentan con un sistema que les permite elaborar el mapa del jardín y calcular la mejor ruta para dejar todo el terreno cortado por igual.
Normalmente tienen una autonomía que va de 1 a 3 horas. Cada fabricante suele informar el número de metros cuadrados que su robot es capaz de podar en una sola carga.
Los robots cortacésped también tienen una amplia gama de precios y características. Todos son capaces de evitar obstáculos fijos y la mayoría se apartará o cambiará de dirección cuando detecte a una persona o animal en su trayectoria. También pueden determinar la inclinación del terreno para evitar volcar o quedar atrapados.
Con estos robots es importante recordar que están diseñados para hacer mantenimiento del jardín, por lo que, si el césped está muy alto, habrá que rebajarlo manualmente antes de poner a funcionar el robot cortacésped. El fabricante siempre indica cuál es la altura máxima del césped que puede cortar el aparato.
Una característica importante en muchos de estos robots es que se pueden programar para que hagan su trabajo una vez a la semana sin que haya que activarlos manualmente. El software se encarga de poner en marcha al robot al llegar el momento programado. Y, como no, existen robots cortacésped que funcionan a control remoto.
Los robots limpiapiscinas han hecho que el trabajo manual de limpiar los fondos y paredes de las piscinas sea cosa del pasado. Ahora existen con robots que recorren el fondo de las piscinas mientras van reciclando el agua y eliminando los desechos que suelen acumularse.
Estos robots aún son caros, pero con estos aliados se logra disminuir de manera importante el uso de químicos desinfectantes y demás aditivos que se incorporan al agua para lograr su total limpieza.
Son aparatos más pesados que los anteriores, dado que se deben mantenerse cerca del fondo. Suelen tener un sistema de orugas en vez de las ruedas convencionales, es decir, están adaptados para el medio subacuático.
Los robots limpiapiscinas son básicamente de dos tipos: los eléctricos y los que se conectan con el sistema de bombeo de la piscina y, por consiguiente, tienen funcionamiento hidráulico.
Entre los factores a tener en cuenta antes de adquirir uno se encuentran la profundidad de la piscina y el material del que está hecho el suelo de la misma. No es lo mismo limpiar mosaicos, cemento, baldosas de cerámica o paneles de goma.
Estos robots suelen tener una autonomía superior a las 3 horas, tiempo suficiente para que hagan el recorrido de toda la piscina. Funcionan con la misma inteligencia que los robots aspiradores o friegasuelos que establecen el recorrido antes de iniciar su trabajo.
Otra de las maravillas tecnológicas en materia de robots que limpian la casa es el robot limpiacristales.
Este tipo de robots son muy livianos y cuentan con un sistema de succión muy potente que los mantiene unidos a los cristales de las ventanas que van limpiando. Debido a lo delicado de su funcionamiento, se mueven más lentamente que los robots de suelo.
Tienen un sistema de limpieza que alterna humedad y secado. Además, cuentan con cables de alimentación largos para asegurar que no se quedan sin baterías en mitad del trabajo, lo cual sería fatal, pues una caída podría dañarlos.
Pensando en eso, los fabricantes les han colocado una cuerda de seguridad que puede soportar un peso mucho mayor al del robot. Esto evita que, en caso de caída, se den contra el suelo.
Para escoger correctamente un robot limpiacristales, vale la pena tener en cuenta las fases que lleva a cabo a la hora de la limpieza, si cuentan con control remoto o no, y cuánto ruido hacen.
Muchos de estos robots limpiadores son capaces de adaptarse a superficies que no son completamente lisas, como las puertas y mamparas de las duchas.
Planchar es una de las tareas domésticas más odiadas, por lo que disponer de un robot que plancha la ropa puede ser uno de los mayores placeres de la vida para muchos.
Este tipo de robots aparecieron en 2014, pero su popularización y perfeccionamiento es más reciente. Hoy son capaces de llevar a cabo el planchado, doblado y hasta el perfumado de lotes de 12, 15 o 20 prendas en cuestión de minutos.
El
sistema no es barato: la comodidad de que un robot se encargue de planchar
puede costar hasta 700€. Por ahora son bastante voluminosos, pero también muy
silenciosos, y no están pensados para calcetines o ropa interior, solo para
piezas grandes.
¿Cómo funciona este invento? El robot usa un brazo en el que se colocan todas
las prendas a planchar de una sola vez. Al encenderlo, el sistema elimina las arrugas mediante vapor de
agua y luego seca y dobla las prendas apropiadamente. El resultado
final es una pila de ropa perfectamente planchada y doblada, lista para guardar
en el armario.
Algunos de los robots que planchan la ropa tienen función de perfumado, para lo cual cuentan con un depósito donde se añade el perfume deseado.
Los robots de compañía son un segmento particular del mercado del robot doméstico y, sin duda, los más complejos. Todos los robots que hemos visto hasta ahora tienen la misión de ayudar en las tareas del hogar, es decir, tienen la misión de facilitar el mantenimiento de la casa.
Los robots de compañía tienen una responsabilidad mucho mayor: interactuar con los humanos de manera directa.
Hablamos de robots inteligentes: desde robots cuentacuentos, profesores, de apoyo psicológico e incluso compañeros sexuales. Los robots de compañía tienen gran variedad de formas y, por supuesto, un software particular para cada caso.
Muchos de los robots de compañía tienen formas y rostros humanoides, dado que esto facilita la imitación de expresiones faciales y la interacción con la gente. En algunos casos están diseñados para reconocer las emociones de las personas, bien sea por el tono de voz en que se les habla o porque analizan las expresiones faciales.
Entre todos los tipos de robots de compañía destacan los que están diseñados para jugar con niños, que cuentan con multitud de funciones divertidas y pueden tener forma de mascota, lo que aumenta la sensación de amistad que se genera entre el niño y el robot.
Pero no es un terreno exclusivo de los niños, de hecho, muchos de los robots de compañía están pensados para brindar su amistad a personas adultas. Muchos de ellos perciben el estado de ánimo del usuario y proponen juegos de mesa o de ingenio, de acuerdo con la edad de la persona que los usa.
También hay robots de compañía que se dedican a ofrecer conversaciones lógicas e inteligentes a los usuarios. Ayudan a disminuir la sensación de soledad de muchas personas.
Como no podían faltar, también hay robots de compañía sexuales. Entre ellos se encuentran algunos que se pueden clasificar como juguetes de alta tecnología. Hay vibradores que son capaces de modificar sus movimientos y recordar qué tipo de programa es el favorito de quien lo usa.
Otros se acercan más al concepto de muñecos sexuales, así que imitan muy bien el aspecto de los seres humanos, cuidando muchísimos detalles. La diferencia es que pueden hablar, modificar la temperatura en las zonas más importantes de su “cuerpo” y tienen como gran ventaja que nunca se quejan. Sin embargo, todavía estamos lejos de la mítica Cherry 2000 de la película de ficción.
Los robots educativos tienen un funcionamiento similar al de los robots de compañía, pero su programación está dirigida a facilitar el aprendizaje de alguna materia o asunto en particular. Un ejemplo claro es el de los robots que le enseñan colores y formas a los niños por medio de una pantalla.
Otros robots educativos se especializan en determinadas áreas o niveles de enseñanza, por ejemplo, algún idioma. Es mucho más fácil aprender inglés si se cuenta con un compañero para practicar y escuchar la pronunciación y que, además, esté disponible todo el tiempo.
Entre los diferentes robots educativos destacan los que están diseñados para niños porque tienen que combinar el factor diversión con la enseñanza para que los pequeños estén atentos a lo que dicen pero, al mismo tiempo, sientan muchos deseos de participar.
Por eso, es común que estos robots tengan forma de robots, es decir, que se parezcan a los de las películas o los dibujos animados, como Robocop u otros similares.
Estos robots educativos combinan funciones recreativas, como disparar dardos o bailar, con funciones educativas: le hablan al niño en otro idioma o le piden resolver acertijos.
Hay algunos que relatan historias en forma de cuento que explican las materias del colegio. También hay robots educativos especializados en lenguajes de programación con los que los niños se introducen en el complejo mundo de la informática.
Y también existen robots educativos para adultos. Pueden ofrecer clases centradas en cualquier área de conocimiento, llevar programas de estudio e incluso pueden evaluar el rendimiento de los alumnos mediante un sistema de exámenes.
Entre los robots domésticos se cuentan también los asistentes para el hogar. Se trata de robots capaces de ayudar a las personas a realizar muchas tareas en casa, desde el simple transporte de cargas hasta la ayuda y cuidado de pacientes.
En materia de cargas, hay robots que se programan para que identifiquen a su dueño y le siguen a donde vaya. Pueden cargar hasta 18 kilos y moverlos de sitio. Así ayudan a quienes no pueden o no desean levantar tanto peso.
Hay un segmento muy importante de robots asistentes para el hogar cuyas funciones están dirigidas a atender a personas con discapacidades motoras o con enfermedades que dificultan al paciente desenvolverse normalmente.
Como verdaderos enfermeros, miden la presión, recuerdan a los pacientes su régimen de medicinas, mantienen al día el inventario de las mismas, llevan cuenta de las dosis suministradas…
Algunos monitorean las señales vitales del paciente y pueden programarse para enviar alertas de emergencia a los servicios médicos en caso de que algún valor se altere de manera significativa.
Existen robots asistentes para el hogar que recuerdan qué tipo de comida es la preferida y, en el caso de querer pedir comida a domicilio, se encargan de marcar el teléfono.
También pueden ayudar a llevar la agenda diaria, recordando los compromisos, haciendo las veces de despertador o conectarse con el supermercado para hacer un pedido online. En algunos casos también tienen acceso a las cuentas bancarias para automatizar el pago de facturas.
Otra función importante de los robots asistentes del hogar es la vigilancia y la seguridad. Estos robots están provistos de sensores de movimiento, cámaras, micrófonos, un sistema de altavoces y conexión con el teléfono del usuario. Pueden ser fijos o móviles y patrullan la casa con un programa definido a priori.
Si el robot vigilante detecta movimiento en el hogar, puede activar las alarmas, encender las luces, o enviar una alerta al usuario. Éste, por medio de una aplicación, puede advertirle al intruso que está siendo vigilado y grabado, lo cual suele ser suficiente para disuadirle. Otra opción que tiene es llamar directamente a la policía.
Existen robots asistentes para el hogar que, conectados a una casa provista de domótica, se convierten en verdaderos mayordomos, pudiendo automatizar todas las necesidades del hogar. Por ejemplo, conectados a la nevera, tienen acceso al inventario de comida. Cuando el nivel se acerca a un mínimo, envían una señal al supermercado para solicitar nuevos víveres.
La domótica permite que un robot doméstico centralice muchas funciones: puede activar otros robots, como los aspiradores y limpiacristales, programar el riego del jardín, mantener una temperatura constante dentro de la casa, reproducir música en el momento de llegar a casa, subir o bajar persianas, encender y apagar luces, etc.
En Japón se hizo popular un robot holograma con forma de mujer que, aparte de hacer todas las tareas de coordinación domótica, además es robot de compañía, ofreciendo una conversación fluida.
Ahora mismo la robótica es una ciencia relativamente nueva. Los avances de inteligencia artificial llegarán aún mucho más lejos y los robots serán capaces de muchas más funciones que las que hasta ahora pueden cumplir. El mercado ofrecerá, próximamente, algunos robots domésticos que realmente sorprenderán.
Aunque ya hay algunas aplicaciones que se instalan en los teléfonos móviles, lo cierto es que la traducción aún no funciona del todo bien.
En pocos años se podrán tener robots traductores que facilitarán la vida a estudiantes de intercambio, hoteles, turistas, etc., donde la barrera del idioma muchas veces es un problema serio.
Una variante muy interesante de los robots traductores son las gafas que narran en voz alta lo que el usuario está leyendo. Aunque no tienen piezas móviles como la mayoría de los robots, se trata de una gran ayuda para personas con deficiencias visuales o con dificultades de comprensión lectora.
Si se combinan con programas de traducción simultánea pueden facilitar mucho el estudio y la comunicación en idiomas distintos al propio.
Algunos de los robots ayudantes del hogar son muy ambiciosos y sus fabricantes se plantean que cumplan una gran cantidad de funciones nuevas. Un ejemplo de ello es el prototipo con forma de perro que desarrolla Boston Dynamics.
Este robot ya es una realidad en su forma original, pensado para actividades de exploración y rescate en situaciones de desastre o de guerra.
La versión doméstica, llamada Spot Mini, es un “perro” fuerte y voluminoso capaz de abrir puertas, transportar objetos, emitir alarmas y muchas más funciones. No obstante, aún no está en el mercado debido a su gran peso y elevado coste.
También se está avanzando en la posibilidad de crear mobiliario robótico, capaz de modificar estancias enteras de forma automática para aprovechar el espacio al máximo
Estos formidables robots ya existen y han empezado a comercializarse los primeros modelos. Se trata de exoesqueletos provistos de servomotores que imitan el movimiento de los seres humanos, lo que permite evitar la fatiga al correr, además de proveer de una capa protectora para el cuerpo.
Fueron diseñados originalmente para producir “supersoldados”, pero también se usan en el campo médico y son especialmente útiles para personas que tienen severos problemas de movilidad, como es el caso del Hybrid Assistive Limb (HAL), creado por La empresa japonesa Cyberdyne.
El uso de exoesqueletos robotizados no solo permite a personas con parálisis integrarse de manera más natural a la vida diaria, sino que tiene amplias aplicaciones en diferentes tipos de trabajos y profesiones. La Chairless Chair (“silla sin silla”), creada por una empresa suiza, es un buen ejemplo de ello.
La robótica, como apuntamos antes, es una ciencia relativamente reciente en la historia. Si bien hubo intentos mecánicos muy ingeniosos en siglos anteriores, los robots, tal y como los conocemos ahora, con un alto grado de autonomía proporcionada por la inteligencia artificial, aparecieron con el desarrollo de la computación y la capacidad de procesar gran cantidad de datos en pequeños cerebros electrónicos.
La palabra robot tiene un origen oscuro; proviene del vocablo checo “roboto”, que significa “esclavo”, y se popularizó debido a una novela de principios del siglo pasado. Se trataba de una etapa de intensa experimentación con la mecánica, aupada por las guerras mundiales.
Una vez que se logró activar y desactivar motores y luces de manera coordinada por medio de programas informáticos, estaba hecho: aparecieron los primeros robots autónomos. No tardó mucho en que esa tecnología se pusiera al alcance de las grandes fábricas.
La industria automotriz, pionera en el establecimiento de las grandes líneas de producción, sacó mucho partido a la existencia de brazos capaces de levantar enormes planchas de acero, apilarlas y doblarlas sin intervención humana. Lo mismo ocurrió en muchísimas fábricas de alimentos, cadenas de envasado, rotativas y una larguísima lista de aplicaciones.
Al principio hubo dos grandes problemas para llevar tal tecnología a la escala doméstica: el volumen de los ordenadores necesarios para hacer funcionar los sistemas, que hacían de estos equipos cualquier cosa menos portátiles, y la cantidad de energía necesaria para hacerlos funcionar.
La aparición de los microchips, así como de algunos materiales de alta tecnología, cada vez más fuertes y livianos, permitió que funciones complejas fueran manejadas por ordenadores que ocupan escasos centímetros y tienen un peso mínimo.
En el ámbito doméstico, los primeros robots que aparecieron fueron ayudantes de cocina y alarmas de seguridad. Luego se popularizaron los robots aspiradores y, de ahí en adelante, la carrera no ha parado y nada indica que se vaya a detener en los próximos años. Por el contrario, cada vez se hace más clara la tendencia a incorporar la domótica en los hogares.
El futuro nos depara la presencia de muchos más robots de lo que nos podíamos imaginar hace apenas 10 años.
Es casi seguro que en cada uno de los hogares podamos contar con un mayordomo humanoide, al estilo de El Hombre Bicentenario, capaz de encargarse de la mayor parte de las tareas del hogar, así como de interactuar, de manera inteligente, con los usuarios.
También es muy probable que en cada hogar haya robots médicos con conocimientos y autonomía para efectuar diagnósticos y prescribir medicamentos.
La marca L’Oreal está trabajando en una diminuta pegatina electrónica que, aplicándola en cualquier parte del cuerpo expuesta al sol, mide la radiación ultravioleta y previene de enfermedades dermatológicas a través de una app móvil.
Empresas como Honda están desarrollando robots domésticos para ayudar en el transporte de personas y objetos, como el Honda 3E-B18, una scooter vertical capaz de subir y bajar cuestas que se convierte en carrito motorizado.
También serán una realidad en los próximos años las maletas que, literalmente, siguen a su dueño por el aeropuerto y guantes robóticos que permiten, a personas con parálisis y lesiones en la espina dorsal, agarrar toda clase de objetos.
En general, los robots domésticos experimentarán una notable mejora a través de conexión compatible con la nube, lo que les dará la capacidad de aprender y colaborar con otros robots del hogar, convirtiéndoles casi en robots con alma y personalidad propia.
Podrán reconocer gestos, maneras de ser y estados de ánimo específicos de cada integrante del hogar, lo que permitirá, entre otras muchas cosas, darle órdenes e instrucciones al robot simplemente señalando algo o haciendo una mueca, sin decir una sola palabra.
Un robot utilitario que ya está en prueba es el taxi automático, y es cuestión de tiempo que sea parte de la vida cotidiana. En algunos años seguramente sea una rareza ver a alguien conducir activamente por las calles.
En el sector del transporte, Amazon ha puesto a prueba un sistema de envío de pequeñas mercancías en la ciudad de Londres mediante drones capaces de transportar pequeños pesos.
A estos drones, con un sistema de orientación geográfica muy avanzado (como el de los robots de limpieza pero más potentes), se les carga con la mercancía y ellos solos llegan volando hasta el punto de destino. Este tipo de sistemas ya están empezando a utilizarse para trasportar vacunas y equipamiento médico a lugares o zonas remotas o de difícil acceso.
En el ámbito de la salud cobran fuerza los nano-robots, que ya se están testando y son capaces de detectar y eliminar tumores cancerígenos en tan solo 48 horas. También se están desarrollando robots para ayudar a alargar la vida útil de órganos enfermos.
En el campo industrial y ecológico no se tardará en contar con robots capaces de limpiar las calles de manera autónoma o robots que filtren el agua de los mares para ayudar a eliminar los microplásticos.
Un ejemplo ecológico que ya se está probando es el EcoRobotix, un robot agrícola inteligente y totalmente autónomo, que se encarga de mantener los cultivos en perfecto estado y cuyoobjetivo final es eliminar la utilización de herbicidas y pesticidas.
La mecanización de almacenes también está avanzando mucho gracias a los robots. Supermercados como Ocado, en el Reino Unido, dispone ya de un almacén automatizado en el que trabajan más de 1.000 robots de manera autónoma y planean automatizar también el proceso de entrega a los clientes.
El futuro cada vez parece acercarse a mayor velocidad. De los primeros robots de los 50 a la aspiradora Roomba pasó más de medio siglo y, en cambio, en esta última década hemos desarrollado cientos de formas y modelos de robots domésticos con infinidad de aplicaciones y mejoras.
Podemos apostar que, en pocos años, cada persona tendrá su propio robot personal, cuyas capacidades dependerán únicamente de lo que podamos llegar a desear.
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La bicicleta de google era una broma del april fool's day XD