¿Serán reemplazados los médicos por robots en el futuro? Esta pregunta está presente en la mente de cada profesional de la salud a medida que van saliendo más artículos sobre usos de la Inteligencia Artificial en medicina.
Algoritmos que predicen enfermedades cardiovasculares analizando el fondo de los ojos, algoritmos que le ganan a los mejores especialistas en el diagnóstico de diferentes enfermedades, algoritmos que son aprobados por la FDA para hacer diagnóstico médico… Pero, ¿cuánto realmente se va automatizar la medicina?
Según informa Alejandro Mauro –Jefe de Informática Biomédica de Clínica Alemana de Santiago y moderador de Foro Salud Digital, con importante aporte informativo a través de su cuenta de Twitter–, los estudios más optimistas indican que únicamente un 0,4% de la actividad médica será automatizada y los más pesimistas indican que podría llegar a un 10%.
La medicina no es una ciencia exacta, sino una disciplina que lidia constantemente con la incertidumbre, y esto hace que sea difícil su automatización. No obstante, aunque no seamos reemplazados por robots, la IA sí se integrará profundamente en nuestra actividad y el nivel de integración dependerá de la especialidad.
Las siguientes especialidades médicas realizan una actividad repetitiva basada en el análisis de datos:
Si uno va a un congreso internacional de radiología hoy diría que esta especialidad va a ser completamente reemplazada. Es sorprendente cómo la presentación de algoritmos tomó parte de estos congresos y artículos de revistas. No obstante, los radiólogos no serán reemplazados completamente por la IA.
La IA es muy buena para identificar patrones en imágenes, pero cometen más errores que los humanos cuando tienen que dar un diagnóstico, por lo tanto, lo que sucederá en los próximos años es que todas las imágenes serán analizadas inicialmente por un algoritmo. Éste descartará las imágenes que son normales y presentará al radiólogo las que considera anormales. El radiólogo revisará la predicción del algoritmo y aceptará o modificará los respectivos informes.
Son especialistas en ver patrones en la piel y analizar cómo se modifican en el tiempo. La IA ha demostrado que puede predecir diversas patologías de la piel bastante bien, no obstante, no será esta especialidad reemplazada por los algoritmos, ya que estos serán utilizados por los médicos de atención primaria (que tienen limitado conocimiento de las enfermedades de la piel) y servirán para hacer una selección del paciente que necesita ser enviado al dermatólogo.
Esto tiene un importantísimo impacto en salud, ya que hoy muchos pacientes son derivados al dermatólogo por el desconocimiento del médico de atención primaria sin que se justifique su derivación. Esto optimizará el tiempo del dermatólogo que verá los casos que requieren de un especialista para definir el tratamiento.
Probablemente una de las especialidades más impactadas por la IA en cuanto al diagnóstico. El diagnóstico de un oftalmólogo está basado en ver patrones del ojo a través de equipos médicos. Estos equipos han ido evolucionando en el tiempo adquiriendo capacidades de automatización.
El primer algoritmo aprobado por la FDA para reemplazar la capacidad diagnóstica de un médico fue en oftalmología. El tratamiento seguirá en sus manos.
Estas especialidades médicas están basadas en datos y llevan a cabo actividades más creativas:
A medida que se vayan reemplazando los microscopios por monitores de alta resolución y que todos los preparados de anatomía patológica se escaneen, se realizará una gran transformación de esta especialidad. Hoy un patólogo puede ver únicamente un pequeño porcentaje de un preparado al microscopio, mientras que un algoritmo puede analizar el 100% del mismo.
Al igual que los radiólogos, los algoritmos tienen más falsos positivos que los humanos, por lo que servirán para descartar muestras normales y focalizar al patólogo sobre una imagen de un preparado que requiere revisión experta.
La medicina forense se basa en encontrar patrones dentro de muestras que se obtuvieron y los datos que se recabaron de un hecho a investigar. La IA asistirá en la búsqueda de esos patrones e integrará información que mejorará la comunicación con los investigadores.
La toma de decisiones rápida genera estrés y la cantidad de datos que existen hoy para tomar una decisión son un desafío. La IA permite hacer uso de la información disponible para predecir un diagnóstico o sugerir un tratamiento. ¿El paciente debe hospitalizarse? ¿Debe realizarse un procedimiento invasivo? ¿Es seguro enviarlo de regreso a su casa?
La oncología de hoy está muy ligada a la genética y al uso de nuevos medicamentos biológicos. La información genética es extremadamente difícil de procesar por los humanos, pero no por las máquinas. Los oncólogos basarán sus terapias en algoritmos que integren los datos clínicos con los genómicos y la evidencia disponible.
La tecnología ha cambiado profundamente a la cirugía en los últimos años, pasando de hacer grandes cirugías abiertas a cirugías mínimamente invasivas guiadas por robots.
Esos robots hoy están siendo manejados por humanos, pero hay varias iniciativas para crear algoritmos que integren imágenes (tomografías, visión de ordenador) a las decisiones quirúrgicas. Las cirugías del futuro podrían ser realizadas por robots mediante supervisión humana.
El seguimiento de las enfermedades infectocontagiosas requiere hoy de especialistas que integren datos clínicos con resultados de exámenes. Lamentablemente, muchas veces el equipo de infectología no es interconsultado a tiempo, tomándose decisiones que no son las mejores para los pacientes.
La IA permite encontrar patrones sospechosos de enfermedad infecciosa y alertar a los infectólogos para que visiten a un paciente con urgencia.
Llamamos especialidades poco impactadas a aquellas que, a pesar de ser repetitivas, están basadas en la interacción médico–paciente:
Las especialidades que tendrán un impacto muy marginal son las que tienen alta interacción con los pacientes y sus actividades son menos repetitivas:
No. Nos van a seguir facilitando la vida, haciendo más fácil lo que hoy es complejo. Los humanos tenemos características muy necesarias en la medicina que no pueden ser reemplazadas por una máquina, como la creatividad, la imaginación, la intuición, las emociones o la ética.
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