Joan y Richard Bowell acogieron en su propiedad de un acre situada en la isla de Syros, en las Cícladas (sureste de Grecia), a una gata callejera con sus dos crías recién nacidas. Esto ocurrió en el año 2010 y fue el principio de lo que se convertiría en el santuario para gatos God’s Little People Cat Rescue.
Durante 8 años, la pareja siguió adoptando gatos abandonados y hambrientos, hasta llegar a tener en su propiedad 65 felinos. Como en el caso del rescatador estadounidense Tony Alsup, que lo dejo todo para rescatar perros y gatos con un autobús escolar, Joan y Richard terminaron haciendo del santuario su vida.
Su deseo era abrir otro santuario en Nueva York, pero para eso tendrían que buscar a alguien que se quedara al mando en Grecia.
En el mes de agosto, publicaron un anuncio en Facebook ofreciendo trabajo a una persona con todos los gastos pagados y un salario modesto a cambio de que administrara God’s Little People. Respondieron más de 35.000 candidatos. 35.000 personas que optaron por dedicar su vida a ayudar a los animales, y a velar por su bienestar.
En el anuncio, que se extendió con gran rapidez por las redes sociales, Joan y Richard Bowell dejaron bien claro que cuidar de tantos gatos no es una tarea fácil. Es necesario limpiar constantemente, visitar al veterinario muy a menudo y, por supuesto, proporcionar comida y agua a los animales, además de amor y cariño a raudales.
Estas condiciones de trabajo no supusieron ningún impedimento para los voluntarios de 90 países que se mostraron interesados. Todos los candidatos parecían tener algo en común: su amor por los gatos.
«Esta avalancha de respuestas ha restaurado nuestra fe en las personas», comentaron emocionados los Bowell.
Después de pasar algunas semanas estudiando todos los mensajes y correos electrónicos, Joan y Richard encontraron a la persona perfecta: Jeffyne Telson, de Santa Bárbara, presidenta y fundadora de ResQcats. Esta protectora de animales ha conseguido encontrar un hogar para aproximadamente 3.000 gatos durante los últimos 20 años.
Cuando los Bowell y Telson se reunieron por primera vez, aseguraron que fue como encontrar a un alma gemela.
Por otra parte, gracias a que el caso del santuario para gatos en Grecia llamó la atención de numerosos medios de comunicación, Joan ha aprovechado la popularidad en las redes sociales para recaudar donaciones a cambio de los dibujos y creaciones artísticas que ella misma realiza y comparte en Etsy, siempre inspirándose en sus peludos.
«Necesitamos apoyo para comprar comida y cubrir los gastos médicos. Además, todas las semanas hay que visitar al veterinario y es preciso pagar la gasolina», explica Joan en su página de Facebook.
Los que puedan ayudar con una donación, también pueden colaborar apadrinando a alguno de los animales.
La respuesta obtenida para cubrir el puesto en el santuario de gatos es un claro síntoma de la creciente sensibilidad social hacia los animales. Ante el interesado y cruel desmarque de las autoridades en temas de protección animal, todos los países necesitan a gente como Joan y Richard para impartir justicia.
Referencias: