En septiembre comienza el curso escolar y es también el mes por excelencia de la incorporación al trabajo después de las deseadas vacaciones. Septiembre huele a hojas de un cuaderno nuevo, a forro de libros, a goma de borrar, a cartulina y pegamento y también huele a ILUSIÓN.
15 historias de superación personal y motivación increíbles
pero reales en las que inspirarte para triunfar [+10 vídeos]
Lo interesante a la hora de poner en práctica todo lo que conlleva septiembre es hacerlo “sin morir en el intento” y evitando caer en la temida frustración derivada de la no consecución de los objetivos marcados.
Recomendaciones para alcanzar los objetivos marcados
- Busquemos un buen planificador en forma de agenda, bullet jornal o cuaderno que podamos utilizar para este menester. Puede ser en formato físico y digital, aunque la escritura a mano tiene múltiples beneficios para nuestro cerebro: lo mantiene más joven, mejora la capacidad de concentración y memoria, favorece el aprendizaje y la creatividad y además relaja y reduce el estrés.
- Planifiquemos de forma semanal, para así obtener una visión general de lo que deseamos conseguir en los 7 días que tenemos por delante, y de forma diaria para poder desempeñar las tareas concretas de ese día en particular.
- Pongámonos objetivos pequeños, alcanzables, reales, amables y acordes a nuestra realidad personal. De esta manera evitaremos la frustración y el abandono precoz de nuestros objetivos, consiguiendo así un mantenimiento en el tiempo.
- Aprendamos a priorizar. La mayoría de las veces no es cuestión de no tener tiempo, sino de replantearnos nuestras prioridades.
- Diferenciemos entre tareas urgentes y tareas importantes (matriz de Eisenhower).
- Incluyamos en nuestras agendas momentos de autocuidado a lo largo del día. Descansemos durante la jornada laboral en varias ocasiones (de 10 a 15 minutos sería suficiente). Aprovechemos para estirar las piernas, asomarnos a una ventana, terraza o balcón, hacer respiraciones conscientes o meditar unos minutos.
- Tengamos contacto con la naturaleza de forma diaria.
- Intentemos llevar una alimentación variada y saludable.
- Descansemos entre 7 y 8 horas diarias.
- Incluyamos movimiento a lo largo del día (un paseo de media hora es suficiente).
- Intentemos reducir el uso de pantallas.
- Mantengamos nuestros espacios limpios y ordenados. El orden exterior favorece al tan ansiado orden interior. Aprovechemos para seleccionar aquellos objetos que ya no nos son útiles, no nos gustan o están en mal estado para tirar, donar o regalar. “Menos es más”.
- Recordemos que la vida del ser humano se compone de varias áreas (laboral, familiar, social, tiempo de ocio, etc.) y todas son igual de importantes. Dediquemos tiempo y planteemos objetivos para cada una de las áreas.
- Pasemos tiempo con nuestras familias y amigos.
- No nos olvidemos de reír, el humor es terapéutico y beneficioso para nuestra salud.
- Hagamos balance cada cierto tiempo de nuestras metas y objetivos para comprobar que vamos por buen camino en la consecución de los mismos. Si no es así, seamos auto-compasivos con nosotros mismos y calculemos una nueva ruta.