La actual normativa da prioridad a la movilidad de las personas que tienen dificultades, ya sea por su edad o por tener alguna discapacidad. Por esa razón, si en tu comunidad de vecinos se niegan a instalar sillas salvaescaleras u otras soluciones verticales, debes saber que en realidad la ley te ampara. De hecho, el resto de vecinos deberán asumir el coste -repartiéndose entre todas las viviendas- de la derrama con un límite de hasta 12 cuotas mensuales ordinarias del coste de la comunidad.
Actualmente existen subvenciones pensadas para mejorar la accesibilidad para las viviendas habituales. Así, todos aquellos que tengan más de 65 años, o que tengan una discapacidad reconocida podrían solicitar este tipo de ayudas con las cuales podrían instalar una silla salvaescaleras en sus edificios. Es la alternativa perfecta a un ascensor si se analiza desde un punto de vista económico y de rapidez de instalación.
Las subvenciones de accesibilidad se convocan por parte de las Comunidades Autónomas y, en algunos casos, salen ayudas específicas por parte de los ayuntamientos. Por eso conviene hacer una búsqueda o solicitar información a estos entes para anticiparse a la fecha de la convocatoria, la cual suele coincidir en el tiempo de un año a otro. Ten en cuenta que una vez convocada, los plazos suelen ser de un mes y en algunas ocasiones el crédito disponible se limita a las solicitudes por orden de llegada.
Además de las ayudas específicas de accesibilidad, las personas que estén interesadas en instalar sillas salvaescaleras u otros elementos que permitan mejorar el acceso a las viviendas pueden recurrir a las subvenciones para la rehabilitación. Dentro de este epígrafe, cada Comunidad Autónoma convoca las propias y varían de manera notable los criterios.
Además, para aquellos que ya tienen una solución de acceso, pero que quieren mejorarla o actualizarla, también podría ser posible beneficiarse de algunas subvenciones. Por ejemplo, las que buscan la mejora de la eficiencia energética pueden incorporar financiación a los proyectos que logren que el edificio sea más sostenible o tenga un gasto de energía menor. Generalmente, los modelos más nuevos de sillas salvaescaleras tienen un menor consumo, así como otro tipo de soluciones verticales para viviendas.
Los precios de sillas salvaescaleras varían notablemente según el tipo de instalación, así como las funcionalidades específicas del modelo en cuestión. El coste final también depende de la subvención solicitada, ya que según la convocatoria se puede obtener entre un 30% y un 70% del importe final del proyecto.
Para conocer en detalle un presupuesto para las sillas salvaescaleras lo ideal es contactar con una empresa especializada que ofrezca un asesoramiento sin compromiso así como presupuestos a medida, en función de las necesidades de cada persona. Además, si se trata de una compañía con años de experiencia en este tipo de proyectos, podrían asesorarte sobre las distintas subvenciones disponibles en las Comunidades Autónomas consiguiendo que la obra tenga un coste menor.