Vivir en una sociedad puede traer consecuencias bastante positivas como la apertura hacia nuevas culturas y la capacidad de contar con herramientas que nos permitan tener un rápido acceso a la información, sin embargo, este fenómeno tiene también un lado oscuro el cual se conoce como sobreconsumo. El exceso de consumo o consumo excesivo nunca había significado un problema tan grande hasta ahora, pues tristemente, hemos llegado al punto en donde los recursos naturales de la tierra no son suficientes para satisfacer las demandas del mercado actual.
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Para entender bien qué es el sobreconsumo, es prioritario estar muy consientes que se trata de un fenómeno social que involucra todo una serie de elementos que están directamente relacionados con el mismo.
Muchos sociólogos y medioambientalistas señalan que una de los principales detonadores del consumo excesivo de los recursos naturales es la actual sobrepoblación que existe, especialmente dentro de los países más desarrollados. Ya que allí, las personas cuentan con un nivel de ingresos el cual le permite tener acceso a ciertos bienes y servicios que son mucho más difíciles de costear en los países en vía de desarrollo.
También el manejo inadecuado de los recursos naturales es otro de los problemas actuales que es un sinónimo de sobreconsumo. De hecho en muchos libros sobre consumo que existen en la actualidad, se centran en analizar cómo el modelo económico que se aplica hoy en día ha contribuido a que el sobreconsumo se convierta en un problema a escala global.
A pesar de que no el consumo excesivo no es un tema sobre el que se platique con mucha frecuencia, los mejores ejemplos de sobreconsumo dentro de la sociedad moderna pueden encontrarse en muchos elementos que forman parte de nuestra vida cotidiana como son:
El consumo excesivo de energía eléctrica se ha convertido en algo demasiado frecuente en la mayoría de los países en vía de desarrollo.
Especialmente en aquellos que ha experimentado un aumento importante dentro de su densidad poblacional, principalmente como consecuencia de la expansión no planificada de las ciudades más industrializadas de cada región.
Otro de los fenómenos en donde puede evidenciarse el uso excesivo inadecuado de un recurso natural, tanto por parte de las industrias como de las propias familias, es en el sobreconsumo de agua que existe en la actualidad.
De hecho, en la actualidad más del 40% de la población mundial no cuenta con los recursos o condiciones necesarias para garantizarse el acceso a fuentes de agua potable.
La deforestación, la minería a escala industrial y la sobrepesca son otros elementos que tienen una influencia notable sobre el impacto negativo del consumo excesivo a escala global.
Hoy en día, todos estamos más consientes que el planeta tierra no cuenta con las condiciones necesarias para soportar el ritmo de extracción y consumo excesivo de recursos naturales por parte de las industrias.
Es inevitable tocar el tema de la economía cuando intentamos entender mejor qué es el consumo excesivo y cómo este fenómeno puede influir en nuestra vida.
Aquí entra en juego hechos como el sobreconsumo de plástico, un elemento extremadamente común en la mayoría de los productos que consumimos en nuestro día a día.
Aunque pudiese parecer dos temas que no guardan ningún tipo de relación entre sí; muchos sociólogos han coincidido en que el estilo de vida de las personas tiene un rol importante dentro de la expansión de fenómenos como el sobreconsumo y la explotación de los recursos naturales.
La demanda que existe en la actualidad por determinados productos ha hecho que el consumo excesivo se extienda a otros sectores de la economía, como por ejemplo sobreconsumo de ropa o de dispositivos electrónicos.
A pesar de que no se hace referencia directa al fenómeno como tal, muchos trabajos de investigación de los medios internacionales contienen noticias sobre consumo y la explotación de recursos naturales. Esto es particularmente frecuente en las fuentes informativas sobre temas ligados a la economía.
Ciertamente, el sobreconsumo es una situación que genera una gran preocupación a nivel internacional, sobre todo cuando se analizan con detenimiento cada una de las consecuencias que trae consigo este fenómeno social y económico.
Tal ha sido su impacto dentro de la sociedad moderna que muchos países han optado por aplicar una normativa sobre el consumo mucho más estricta, esto con la finalidad de incentivar a los ciudadanos a llevar un estilo de vida más sustentable. Pero la mayoría de estas iniciativas no han sido suficientes para disuadir a la población para seguir cayendo en el ciclo del consumo excesivo.
Existen muchos filmes sobre el consumo que incluso han planteado escenarios bastante catastróficos sobre cuál sería el futuro de nuestro planeta si no se ataca de forma directa el sobreconsumo. Entre las consecuencias más negativas que ha traído consigo el establecimiento de un sistema social y económico centrado en el consumo excesivo de recursos naturales tenemos:
Cuál es la relación entre el aumento de la población y la sobre explotación de los recursos naturales es una de las preguntas sobre consumo más frecuente.
Y a decir verdad, este principio es uno de los más fáciles de entender cuando se habla del tema del sobreconsumo tanto en economía como en temas relacionados con el medio ambiente. El número de personas que existe dentro de una región determinada, es directamente proporcional a la cantidad de recursos naturales que deben ser utilizados para satisfacer sus necesidades.
Este es por mucho una de las consecuencias del consumo excesivo más predecibles y fáciles de detectar dentro de la sociedad moderna. A mayor población, la demanda por bienes y servicios empieza a incrementarse.
De hecho, esta especie de simbiosis que existe entre las personas y la demanda excesiva de productos y servicios es un tema frecuente entre artistas y compositores que les gusta componer músicas sobre consumo.
La propia idea del sobreconsumo, nace de la necesidad que existe dentro de la sociedad moderna que lleva a las personas a permanecer en una búsqueda interminable por mejores productos y servicios.
No hace falta buscar un vídeo sobre consumo para entender que el modelo de mercado que se emplea en la actualidad está diseñado para estimularnos a comprar más. Por este motivo, muchos expertos señalan que tanto los medios de comunicación y la publicidad son dos elementos que estimula el consumo excesivo entre los distintos sectores de la población.
Es evidente que el gran perdedor del ciclo de sobreconsumo es el propio planeta. Si bien es cierto que la tierra es capaz de recuperar algunos recursos naturales, se trata de un proceso que requiere de años para que ocurra.
La demanda actual por recursos naturales ha hecho que surjan nuevos problemas en ecosistemas sumamente vulnerables a la extracción de recursos a gran escala, este es el caso del sobreconsumo de las aguas andinas.
Aunque muchos no estén consientes de ello, el estilo de vida tan poco saludable que llevamos hoy en día es también una consecuencia de existir dentro de un sistema social que estimulo el consumo excesivo.
No por nada, una cantidad importante de revistas sobre consumo han empezado a publicar con mucha más frecuencias artículos y reportajes cuya finalidad es crear conciencia sobre los peligros de llevar una vida basada en el sobreconsumo.
Fenómenos como el sobreconsumo eléctrico y la sobre producción a nivel industrial, son situaciones que nos obliga a tener una perspectiva mucho más amplia de las consecuencias que trae consigo el consumo excesivo de recursos naturales.
Bien sea que los recursos naturales sean utilizados como servicios o extraídos para la elaboración de otro tipo de productos, la realidad es que el sobreconsumo es una tendencia que puede llevarnos lentamente hacia nuestra propia extinción.
Aprender a consumir con responsabilidad se ha convertido en una de las frases sobre el consumo que suelen usar con mayor frecuencia los científicos que estudian los efectos del cambio climático. Pero tristemente, muy pocas personas están realmente dispuestas a racionalizar las comodidades que poseen actualmente.
Lo cierto es que consumo excesivo de recursos naturales pueden traer consecuencias que pueden afectar muy negativamente tanto nuestro entorno como a nosotros mismos.
Cosas como el sobreconsumo de concreto hélice continua es uno de los ejemplos más evidentes de cómo la demanda colectiva por mejores condiciones de vida, es la excusa perfecta para estimular el consumo excesivo de materias primas.
Una cantidad de los problemas sociales, económicos e incluso políticos de muchos países alrededor del mundo pueden ser una consecuencia directa de la influencia de una sociedad acostumbrada al sobreconsumo. Entre los síntomas más evidentes de esta realidad podemos mencionar:
La base central de toda sociedad de sobreconsumo, se basa en el principio del poder adquisitivo de cada individuo y como el mismo les permite demandar por bienes y servicios de mejor calidad. Obviamente, esto es una condición la cual hace que la brecha social entre clases sociales se haga mucho más grande.
Entre más personas tengan la posibilidad de costear bienes y servicios de mayor calidad, esto se traduce en un incremento en la demanda de recursos naturales por parte de las industrias encargadas de fabricar y facilitar el acceso a dichos servicios. A pesar de que existe una legislación sobre el consumo que es muy clara, las grandes compañías siempre encuentran la manera de esquivar cualquier tipo de penalización por parte de los organismos del estado encargados de hacer cumplir este tipo de leyes.
La huella ecológica es un concepto que está implícito dentro de todas las actividades nocivas para el medio ambiente, estimuladas principalmente por el consumo excesivo de recursos naturales para satisfacer las demandas del mercado actual. Cuando se habla de la huella ecológica, se hace referencia al impacto que tiene sobre el medio ambiente local todas las actividades relacionadas con las industrias.
Uno de los fenómenos sociales de la actualidad que está directamente relacionado con las consecuencias que trae consigo el establecimiento de un modelo de mercado con base en el consumo excesivo. El aumento de la población y su constate demanda por bienes y servicios, especialmente dentro de los países más desarrollados, es la justificación más utilizada por las grandes compañías para dar razón a la sobreexplotación de recursos naturales.
Si bien es mucho más fácil percibir las consecuencias del sobreconsumo a través de los fenómenos a gran escala, existen algunos factores dentro en nuestro día a día que nos hacen caer en cuenta en cómo nos ha transformado la implementación de este sistema. Como todo buen fenómeno social, el consumo excesivo trajo consigo algunos cambios significativos que se han arraigado en nuestra forma de percibir la vida.
Cuando hablamos de las consecuencias que atraído consigo el consumo excesivo y cómo estás nos afectan de forma individual, existen algunos puntos que debemos abordar como lo son:
La contaminación es el subproducto más conocido del sobreconsumo. Entre más grande sea la demanda de bienes y servicios por parte de la población, mayores serán las consecuencias medioambientales de la sobre extracción de recursos naturales.
Uno de los principales atractivos que tiene el sobreconsumo, es que nos aporta una cierta sensación de comodidad la idea que siempre tendremos la posibilidad de adquirir algunos de los bienes y servicios que ofrece el mercado actual. Sin embargo, basta con leer algunos datos recientes para darnos de cuán irresponsable resulta esa forma de pensar.
Como bien lo habíamos señalado anteriormente, el principio de una sociedad basada en el sistema de sobreconsumo es que depende de cuánto estemos dispuestos a gastar mejores son los servicios y bienes que podremos adquirir. Inevitablemente, este tipo de sistemas nos hará caer en un eterno ciclo de gastar capital adquiriendo productos banales, en lugar de brindarnos la posibilidad de diseñar un plan de gastos que se ajuste a nuestras necesidades.
El sedentarismo, la obesidad e incluso la deshidratación producida por la sobredosis de hierro son temas que se han vuelto mucho más comunes dentro de la sociedad. Y muchos sociólogos están de acuerdo a que este deterioro progresivo de nuestra calidad de vida es una consecuencia directa de un modelo de mercado basado en el consumo excesivo.
Lo más irónico de todo el asunto relacionado con el consumo excesivo, es que en realidad es una tendencia que puede ser muy fácilmente evitada. Todo consiste en ser mucho más consientes de la realidad tras que existe detrás de muchos de los productos de nuestro día a día, y aprender que es lo que realmente necesitamos.
Sin embargo, la publicidad y los medios de comunicación muchas veces hacen que esta tarea resulte algo realmente complicado; ya que constantemente nos están bombardeando con información sobre nuevos productos que realmente lucen bastante útiles.
Pero la verdad es que no es para nada difícil aprender sobre consumo consciente, todo consiste en aprender a disfrutar de los beneficios de cada uno de los bienes y servicios que tenemos disponibles dentro de nuestro hogar. Más esto debe de hacerse de una forma mucho más juiciosa y siempre teniendo presente que cada pequeño de nuestra rutina diaria puede convertirnos en consumidores más responsables.
Algunos de los consejos más prácticos para evitar el sobreconsumo son:
Lamentablemente, no existen cursos o institutos que sean capaces de enseñarnos a ser consumidores más responsables. Ser un buen consumidor es un proceso que requiere de tiempo y práctica, pero afortunadamente es algo que puede lograrse una vez se entiende bien los principios tras el consumo excesivo.
Muchas organizaciones protectoras del medio ambiente como Greenpeace y World Wildlife Fund coinciden en que la moderación y la información son las claves para llevar una relación más sana con nuestro medio ambiente.
Si bien los servicios como el agua y la energía eléctrica son una parte importante dentro de nuestro hogar, jamás debemos tomarlos como algo que siempre va a estar disponible en todo momento.
Como ya hemos visto anteriormente, tanto el agua corriente como la luz eléctrica son los dos mejores ejemplos de sobreconsumo de la vida cotidiana. Lo cierto es que la forma más sensata de hacer un uso responsable de los mismos, es tan fácil como tener mayor control sobre el tiempo y la forma en la que se hace uso de cada uno de los servicios.
Una forma efectiva de hacerle frente al problema que representa el sobreconsumo dentro de la sociedad, es optando siempre por los productos que son producidos dentro de la región.
Aunque este tipo de bienes pueden llegar a tener un precio ligeramente superior al de que aquellos que son fabricados por las industrias. Al tratarse de productos fabricados a menor escala, la calidad y el buen aprovechamiento de los recursos se encuentran entre las principales prioridades de quien lo fabrica.
Uno de los grandes detonadores del fenómeno del consumo excesivo, se basa en la oferta constante de bienes y servicios. Esto en sí, hace que tengamos una idea muy equivocada acerca del ciclo de vida de los productos y la calidad de los servicios prestados.
Si bien las compañías y el estado tienen la responsabilidad de garantizarnos la adquisición de bienes y servicios de buena calidad, lo cierto es que todo se resume a cómo y con cuánta frecuencia hacemos uso de los mismos.
Para nadie es un secreto que la gran mayoría de los productos que se encuentran disponibles comercialmente, están elaborados con materiales que no necesariamente resultan ser de buena calidad.
El ciclo de consumo excesivo se inicia cuando se tiene un mercado sobresaturado con productos diseñados para ser producidos de forma constante y generando el menor costo posible a las empresas que los fabrican. Por este motivo organizaciones como la Asociación de Consumidores Sustentables (ACS) recomiendan ser más exigentes en cuanto a lo que compramos, esto implica conocer las especificaciones del producto y seguir las recomendaciones del fabricante para procurar extender su vida útil lo más que se pueda.
A todos nos agrada la idea de tener una vida tranquila y libre de preocupaciones, y la más grande ironía en todo este tema es que esa meta es completamente posible sin dejarnos llevar por la aparente facilidad que existe dentro del sistema de mercado basado en el sobreconsumo. Todos los excesos son malos, obviamente esto incluye el consumo excesivo de productos, por eso la forma más inteligente de hacerle frente a este tipo de problemas es aprender a disfrutar de las comodidades que nos aportan los bienes y servicios que tenemos en la actualidad de la manera más responsable posible.