La lengua está viva. Con el paso del tiempo y las modas se producen cambios lingüísticos y nacen nuevas palabras (como ha sucedido con las muy actuales cliquear o bloguero), o se adoptan directamente extranjerismos (como parking o camping).
Por otro lado, en la lengua española hay muchas expresiones latinas que forman parte del vocabulario cotidiano y cuyo significado es parecido al original (como a priori, álter ego o currículum vitae). En este aspecto, el caso de la expresión latina sursum corda resulta muy interesante porque el ingenio popular creó a partir de ella un nuevo sustantivo: sursuncorda.
Significado de sursum corda
La expresión procedente del latín sursum corda está formada por el adverbio sursum (que significa arriba) y el sustantivo corda (que significa corazón), por lo que el significado literal de la expresión es: arriba el corazón.
Se utilizaba esta expresión en la liturgia de la misa católica en latín, concretamente al inicio del prefacio en la plegaria eucarística, remontándose su uso al siglo III después de Cristo. Al adaptar las misas en español, la frase se tradujo como «levantemos el corazón».
En el siguiente texto se transcriben las frases que pronuncia el sacerdote y las correspondientes respuestas del público:
- Sacerdote: El Señor esté con vosotros (Dominus vobiscum).
- Público: Y con tu espíritu (Et cum spiritu tuo).
- Sacerdote: Levantemos el corazón (Sursum corda).
- Público: Lo tenemos levantado hacia el Señor (Habemus ad Dominum).
- Sacerdote: Demos gracias al Señor, nuestro Dios (Gratias agamus Domino Deo nostro).
- Público: Es justo y necesario (Dignum et iustum est).
Creación del sustantivo sursuncorda
Cuando el sacerdote anunciaba el sursum corda durante la plegaria eucarística, los fieles debían responder poniéndose de pie. Sin embargo, algunas de las personas que asistían a la iglesia lo hacían por obligación, sin ser unos verdaderos creyentes, y decidían no levantarse de sus asientos al escuchar esas palabras.
De esta forma nació el sustantivo sursuncorda, una palabra castellana originada a partir de la expresión latina. Según la definición de la RAE, el término hace alusión a un «supuesto personaje anónimo muy importante» y se utiliza en frases de este tipo: «De aquí no me va a mover ni el sursuncorda» o «esto no lo voy a hacer, ni aunque me lo ordene el sursuncorda».
En definitiva, el sustantivo designa una especie de poder supremo contra el que la persona se rebela para no hacer algo, que es lo mismo que hacían los fieles que preferían quedarse sentados al oír que el sacerdote pronunciaba el sursum corda.
La evolución de esta expresión latina pone de manifiesto que la lengua está viva y que son los hablantes quienes, con el paso de los años, pueden llegar a acuñar nuevos términos. Además, queda claro el gran peso que tiene el latín en el vocabulario cotidiano de la lengua española.