Para seducir no importa el género o edad, todos podemos ser buenos en eso, utilizando las técnicas de seducción apropiadas y sin pasarnos al límite de parecer vulgares o urgidos de afecto. Pero ten calma, lee bien las instrucciones pues la mayoría de nosotros no nacimos con cualidades de encantamiento, debemos aprenderlas y practicarlas. A continuación te enseño algunas técnicas de ligue, si acaso tienes en la mira a ese hombre o mujer que te quita el sueño y la concentración. Al tiempo aprenderemos un poco sobre lo qué es seducir; cómo seducir a alguien y algunas técnicas mentales para enamorar.
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No hay nada más atractivo que la gente feliz. No importa el género, todos preferimos acercarnos a las personas que saben cómo divertirse y que contagian su alegría a quienes se encuentran en su entorno. Por lo general, son personas que parecen tener su vida resuelta con un estilo de vida que les complace, son exitosos y se alejan de los conflictos.
Compartir una sonrisa de complicidad con alguien que nos atrae o divertirte de sus chistes es una sublime estrategia de seducción. Los gestos de enojo o descontento y las quejas, contrariamente, espantan y alejan a las personas que puedan mostrarse interesadas en nosotros.
Una persona que se muestra apasionada y no le teme a parecer tonta delante de otros, es una persona auténtica y segura de su personalidad. Estos rasgos de autenticidad siempre resultan atractivo para las personas, especialmente para quienes buscan relaciones duraderas y honestas.
Nadie quiere involucrarse con personas que cambian de ideas y decisiones constantemente y en todo momento; o que se vuelva un caos de nervios en situaciones importantes. No importa si te encantan los videos juegos; o si tienes manía por el orden; o si eres adicto al baile; siempre habrá alguien que adorará y compartirá contigo esas cualidades.
Vestirse bien debe empezar por complacerte a ti mismo, pues si te sientes cómodo y confiado eso mismo transmitirás a las personas que te encuentres. Y aunque se hable mucho de la importancia de la riqueza interior de las personas, lo primero que vemos de ellas es su apariencia y en base a eso emitimos juicios y apreciaciones. Por ello, para la psicología de la mujer si la intención específica es la seducir a alguien no podemos dejar de lado la necesidad de arreglarnos con la vestimenta y accesorios que nos hagan resaltar nuestros mejores atributos.
Además de una buena imagen, así como las feromonas para los animales, oler bien en nuestro primer contacto con alguien dará un plus a nuestro poder atractivo o poder de seducción y a los planes de conquistar a esa persona especial.
No hay nada más efectivo para despertar la atención de alguien, que mostrar interés en lo que hacen y en cómo se sienten. Con el enfoque en el objetivo de la seducción, debes mantenerte atento a lo que disfruta y mostrar que a ti también te importa, mejor si encuentran puntos de interés comunes, que pueden ser la familia, un hobby, etc. Esto no solo los acercará, sino que elevará su autoestima y evitará la resistencia. No nos referimos a muestras excesivas de atención que logren el cometido contrario; sino de detalles que verdaderamente les plazcan por muy sencillos que sean: un lindo paseo, una palabra oportuna, etc.
Hacer preguntas perspicaces es una buena estrategia de cómo seducir a una mujer con la mente, eso le permite hablar sobre sus pasiones y deseos.
La psicología de la comunicación sabe de la importancia del lenguaje corporal para expresar cuando nos sentimos a gusto o no, cuando algo nos atrae o nos desagrada, o si sentimos rechazo o interés en alguien. El caso es que resulta una herramienta poderosa que podemos usar a nuestro favor si queremos seducir a alguien. Para este objetivo, una mirada fija y atenta, acompañada de una sonrisa, así como inclinar el cuerpo en dirección a la persona que nos habla son señales de acercamiento e interés innegable.
Existen otros gestos más sugerentes en la psicología de la seducción femenina como jugar o manipular el cabello; apretar o morder los labios; inclinar la cabeza para susurrar algo; o en plan más arriesgado, hacer un recorrido visual a sus zonas más sexy, como el cuello, hombros, labios.
Creemos que el lenguaje corporal debería ser suficiente para demostrar auténticamente nuestro interés, pero hay personas, especialmente los hombres que pasan por alto estos implícitos esfuerzos seductores. En ocasiones hace falta un poco más de contundencia en nuestra manifestación e interés romántico. En esos casos, nadie escapa del poder de la palabra adecuada, oportuna y halagadora. El truco es decir lo que la persona de nuestro interés quiere oír, llenar sus oídos de aquello que sea de su agrado es parte de la psicología masculina para mujeres que ha funcionado muy bien por siglos.
La esencia del lenguaje seductor es enciende las emociones de las personas con frases cariñosas, afirmativas, que consuelen sus inseguridades y así perderán la voluntad de resistirse a nuestro encanto.
No podemos escapar de nuestra naturaleza social y competitiva, lo demostramos en cada paso que damos en nuestra vida, incluso en la intención de ganarnos el amor y el deseo de alguien. Es por eso que se nos hacen atractivas las personas socialmente cotizadas, es decir aquellas que siempre mantienen o se han ganado la admiración y el interés de otros. Ser buscado y elogiados por otros aumentará tu reputación de buena compañía y cualidades que despertarán la atención de quién realmente intentas seducir. Si muchos sucumben a tus encantos, debe
haber una buena razón. Puede tratarse de amistades o pretendientes, todo sobre seducción.
Encuentra una debilidad o un deseo no satisfecho e insinúa que tu puedes hacerlo posible, eso sí, en su debido momento. La clave es mantener la oferta y estimular su curiosidad, guiar a alguien por encima de sus límites siempre es intensamente seductor, pues todos quieren explorar un poco más su imaginación y superar las trabas. Una vez que el deseo de transgredir cautive a tu objetivo de seducción será difícil detenerlo; así como el sentimiento compartido de complicidad el cual forjará un vínculo poderoso.
Apunta a los deseos secretos que han sido frustrados o reprimidos. Y recuerda que en el momento en que las personas saben qué esperar de ti, se rompe el hechizo por tanto es esencial mantener el suspenso y hacer algo que no esperan de ti.
Las personas satisfechas y felices son más difíciles de seducir, pero todos tienen su talón de Aquiles, basta encontrar la escasez que les sucumbe y recordar que no todos tienen necesidad de recibir ayuda, sino de darla. Basados en ello, podemos asumir el papel que se requiera para explorar los sentimientos de insuficiencia y la idea de que te vean como la respuesta a sus problemas. El dolor y la ansiedad son los precursores adecuados del placer, esta es otra técnicas de seducción para hombres.
Hay que aprender a fabricar la necesidad que tú puedes llenar; por ejemplo, hacer que la otra persona se sienta superior y más fuerte, es posible si pareces vulnerable e incapaz de controlarte o de resolver tus propios problemas. Jugando a la víctima, podrás luego transforma la simpatía de tu objetivo en amor.
Siempre al principio consideramos interesante escuchar a la persona que nos atrae sobre lo que le gusta y nos esmeramos por averigua cuáles son sus gustos para comparar que tenemos en común. Pero además de esto, una técnica de seducción infalible es la de incentivar sus más gratos recuerdos y la nostalgia por momentos valiosos a lo largo de su vida. El hecho de compartir los recuerdos más arraigados y placenteros, crea un importante vínculo de confianza y vulnerabilidad que nos aproxima emocionalmente e incluso logre el encantamiento que anhelamos.
De este recorrido por la historia de la persona de nuestro interés, podemos deducir similitudes que también propician el acercamiento, aún más si de replican actividades del pasado que fueron felices y placenteras como ver algunas películas o escuchar música de su infancia, y por qué no, aprender nuevas antiguas prácticas.
Muchas personas equiparan las técnicas de seducción o técnicas de ligue con sexualidad, pero no hay nada más alejado de esta apreciación. La seducción es una estrategia de insinuación, de persuasión contenida y puede estar relacionada con objetivos profesionales, de amor o amistad. Sin duda se requiere algo más que guiñar el ojo, lanzar piropos o ampliar el escote si queremos lograr algo relevante y duradero a través del arte de la seducción.