Muchos hablan de la importancia de ser asertivo para mantener buenas relaciones, pero no todo el mundo conoce a ciencia cierta lo qué es la asertividad y mucho menos cómo aplicarla.
La asertividad es una forma de comunicación que implica la exposición de los deseos y necesidades, así como la defensa de los derechos y opiniones propios, de manera firme pero no agresiva, escuchando también la postura del otro.
Ser asertivo no siempre es sencillo, pero es una cualidad que se puede aprender, desarrollar y mejorar con el tiempo. A continuación te mostramos las técnicas que define la psicóloga Martha Lellenquien para conseguirlo.
7 técnicas infalibles para ser más asertivo
1. Técnica del disco rayado
Consiste en repetir con tranquilidad al otro las opiniones y posturas propias sobre un determinado tema de discusión sin ceder a las opiniones de la otra persona.
El argumento debe ser reiterado una y otra vez de manera paciente y sin dar paso a una discusión, pero también sin alterar el contenido del discurso, de manera que el otro no tenga oportunidad de poner la discusión a su favor. Es importante cuidar la expresión, para no sonar intolerante. Ejemplo:
«Lo que intento exponer es que…»
2. Técnica del banco de niebla
La técnica del banco de niebla sugiere que se puede tener en cuenta el argumento de la otra persona y aceptarlo indicando que se está de acuerdo hasta cierto punto, pero sin cambiar la postura propia y alegando que la opinión propia se refiere a otro aspecto que también debe tenerse en cuenta como válido. Ejemplo:
“Entiendo tu punto y puede que tengas razón, pero mi opinión es sobre…”.
3. Técnica del acuerdo asertivo
Esta técnica se puede emplear cuando se ha caído en algún descuido o falta y es necesario reivindicarse o disculparse.
En este caso, se aceptan los errores cometidos en determinada situación, sin que ello dé pie a un juicio personal (positivo o negativo) por parte del otro. Ejemplo:
“Disculpa por mi error, estaré más atento la próxima vez para que no vuelva a suceder”.
4. Técnica del aplazamiento asertivo
Igual que la técnica anterior, la del aplazamiento asertivo se aplica justo después de recibir una crítica dura o difícil de asimilar de primeras.
En este caso, se debe aplazar la respuesta sobre la crítica hasta un momento en que haya un ambiente más conciliador para poder hablar con total calma y con la razón. Ejemplo:
«En este momento prefiero no seguir hablando sobre esto, por favor, dejémoslo para otra ocasión en la que estemos más calmados”.
5. Técnica de la pregunta asertiva
La pregunta asertiva es ideal para emplear cuando no se tiene completamente claro el contexto de la conversación o cuando no se acaba de entender por qué la otra persona discrepa de nuestra opinión.
Preguntando qué es lo que ha molestado se consigue indagar y conocer mejor la postura del otro, lo que aclarará el panorama permitiendo una mejor argumentación. Ejemplo:
“Creo que algo de lo que dije no te sentó bien, ¿qué fue lo que te molestó?”
6. Técnica de la ironía asertiva
Esta técnica sirve para relajar o rebajar el tono de una discusión que se ha tornado un tanto difícil y que tal vez ya no se pueda aplazar. Se aplica justo al recibir una crítica negativa o dura, siempre respondiendo de manera positiva. Ejemplo:
“Gracias por hacérmelo saber, la próxima vez estaré más atento”.
7. Técnica del quebrantamiento del proceso
Sirve para salir airoso de discusiones en las que el otro intenta provocar. Para ello hay que responder a las provocaciones con una sola palabra, para evitar avivar la discusión. Ejemplo (dependiendo de la situación):
“Sí”, “no”, “quizás”, «puede»…
Saber usar cada una de estas técnicas asertivas en cada circunstancias te permitirá resolver cualquier problema llegando a un acuerdo en el que ambas partes se sientan satisfechas. Ya tienes la teoría, ahora solo tienes que ponerla en práctica. Verás como mejora mucho tu relación con los demás y reduces mucho los niveles de estrés y ansiedad.